Barcelona

Collboni cierra con una doble derrota su semana más difícil

Tras el fracaso con el 30% de vivienda protegida, el pleno vuelve a reprobar al alcalde y frena el uso de Tasers por parte de la Guardia Urbana

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante el pleno del mes de junio
27/06/2025
4 min

BarcelonaJaume Collboni ha llegado al ecuador del mandato en su momento más bajo. Tras ver cómo esta semana Junts per Barcelona se levantaba de la mesa de negociación para modificar la reserva de un 30% de vivienda protegida y hacía caer así la que se había convertido en la gran apuesta del gobierno municipal, el alcalde de la capital catalana ha sumado este viernes una doble derrota: el pleno ha reprobado por enésima vez al alcalde por su "incapacidad de llegar a acuerdos" y ha tumbado el reglamento que debía permitirse a la2. Un revés, este último, que ha acabado de hacer saltar por los aires la relación entre Junts y el PSC.

Las derrotas de este viernes son, junto con el fracaso de las conversaciones para reformar la norma que obliga a los promotores a reservar un 30% de vivienda protegida cuando hacen obra nueva o rehabilitan edificios enteros en las zonas tensionadas de Barcelona, ​​los últimos obstáculos que ha sufrido Collboni, que, con sólo mandato ningún presupuesto por la vía ordinaria. Tampoco ha salido adelante el Plan de Actuación Municipal –que define la hoja de ruta del ejecutivo–, ni ha cerrado un acuerdo de gobierno con algún grupo para no gobernar en solitario. Un escenario que ha hecho que el alcalde ya acumule cuatro reprobaciones por parte del pleno.

La última se ha debatido este viernes en una sesión extraordinaria forzada por Junts y los comunes y en la que la mayoría de los grupos de la oposición han cargado contra el alcalde. El líder de los junteros en el consistorio, Jordi Martí, ha reprochado a Collboni que su gobierno no tenga "ningún proyecto real de cambio en la ciudadanía" e "ignore" los acuerdos que adopta el pleno, mientras que desde Barcelona en Común, Janet Sanz ha subrayado que este mandato es "la crónica de un gobierno que no deja de fracasar". También desde el PP, su líder en el Ayuntamiento, Daniel Sirera, se ha mostrado duro contra el gobierno de Collboni: "Lo más débil y arrogante que ha tenido Barcelona". Sólo ERC, a través del portavoz adjunto, Jordi Coronas, ha dado algo de aire al ejecutivo. Aunque ha subrayado que "la ciudad no está mejor" desde que gobierna el PSC, ha defendido la abstención de su grupo porque Junts y los comunes "han convertido las reprobaciones en una pataleta".

Presión de Fomento y los promotores por el 30%

A diferencia de lo que ha hecho en otras ocasiones en que el pleno lo ha reprobado, esta vez Collboni no ha tomado la palabra en ningún momento y ha dejado que fuera Laia Bonet quien defendiera al ejecutivo. La primera teniente de alcaldía ha obviado el resto de los grupos y se ha dirigido sólo a Junts. Barcelona no condena a la ciudadanía a tener una norma en vigor que no funciona", ha defendido, y ha asegurado que el ejecutivo continúa en la mesa, dispuesto a llegar a un acuerdo. En respuesta, Martí ha responsabilizado al ejecutivo de Collboni de la falta de acuerdo por no haber abierto esa carpeta antes y por no haber aceptado las condiciones que Junts puso sobre la misma. se estaba haciendo este debate, Foment del Treball y la Asociación de Promotores de Cataluña (APCE) hacían una rueda de prensa en la que han cargado con dureza contra la falta de acuerdo entre ambos grupos por cuestiones "fútiles", "de ego" y "partidismo". Sánchez Llibre. El presidente de APCE, Xavier Vilajoana, ha asegurado que es "absolutamente ridículo, frustrante y desesperante" que se rompa la negociación entre el PSC y Junts por Barcelona por cuestiones "fútiles" Sorpresa con las Taser

El choque entre el gobierno municipal y Junts, sin embargo, aún tenía que ir a más. Tras la reprobación, al ejecutivo municipal aún le esperaba otra derrota, esa inesperada. La oposición ha tumbado el reglamento que debía permitir dotar a la Guardia Urbana con pistolas eléctricas. Sólo PSC y PP han votado a favor de una propuesta que Junts ha rechazado. ¿El motivo? Que consideraba insuficientes las 22 pistolas que debían adquirirse y pedía al gobierno aplazar un mes el debate del reglamento para reunirse con sindicatos de la Guardia Urbana que dudaban sobre el reglamento. Sin embargo, el gobierno no ha retirado el punto y la votación se ha perdido con los votos en contra de Junts, Barcelona en Comú y ERC.

La derrota ha endurecido el tono de los reproches entre el ejecutivo municipal y Junts. En declaraciones a los periodistas, el tercer teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha acusado a los junteros y en particular a Jordi Martí de "dejar tirada a la Guardia Urbana". "Han perdido la brújula del todo", ha dicho Batlle, quien ha denunciado que tumbando el reglamento de las Taser después de levantarse de la tabla del 30% "Martí completa una semana gloriosa" y ha asegurado que no todo el mundo dentro del grupo de Junts está de acuerdo con lo que se ha hecho. El líder de Junts en el Ayuntamiento ha respondido a Batlle culpándole del fracaso del reglamento de las Taser por no querer reunirse con los sindicatos de la Guardia Urbana. Martí ha avisado de que "la chulería y la prepotencia no llevan a ninguna parte", y ha asegurado que si el gobierno municipal "sigue así "Juntos" no le aprobará nada". Sobre la mesa ambos grupos tienen todavía la modificación de la ordenanza de convivencia.

El horizonte de Collboni

El escenario que se ha visto en el Ayuntamiento vislumbra un horizonte difícil para Collboni, que, con la hostilidad de Junts y Barcelona en Comú, tiene complicado obtener los apoyos necesarios para aprobar presupuestos por la vía ordinaria. Sin embargo, el alcalde sí tiene todavía una oportunidad de aprobar unas cuentas a través de una cuestión de confianza, ya que a pesar de que se alíen para reprobarlo a menudo en el pleno no es plausible que los junteros y los comunes se pongan de acuerdo en una moción de censura que les obligaría a elegir a un nuevo alcalde.

De ahí que, pese al momento bajo que atraviesa y la reprobación de este viernes, el gobierno del PSC no esté excesivamente preocupado. A la espera de cómo acaba la otra reforma importante que tiene en marcha el ejecutivo –la de la ordenanza de convivencia–, Collboni tiene margen para seguir gobernando con cierta tranquilidad en un segundo tramo de mandato en el que seguirá poniendo el acento en la vivienda –con un papel destacado para su agenda internacional– y al completar algunas de las transformaciones urban.

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