Una plaga de 'tomicus' obliga a talar 1.200 árboles en Barcelona
El cambio climático ha favorecido la proliferación de este escarabajo
BarcelonaEl Ayuntamiento de Barcelona deberá retirar 1.200 pinos por culpa del tomicus, un escarabajo de dimensiones muy pequeñas que perfora el árbol y normalmente lo mata. Todo apunta a que se trata de un nuevo episodio en el que el cambio climático y las condiciones de calor y sequía juegan en contra de los árboles urbanos. De hecho, este escarabajo es una especie autóctona que ha proliferado en los últimos años no solamente en la ciudad de Barcelona, sino también en el conjunto de Catalunya, gracias al impacto del cambio climático.
La actuación de tala que ha tenido que hacer el ayuntamiento llega después de dos episodios que han puesto bajo la lupa el estado de los árboles de la ciudad: la caída de una palmera en el Raval que mató a una chica de 20 años y la caída de un almez en la ronda de San Antonio.
El tomicus perfora galerías en los vasos conductores del árbol, que pueden observarse a simple vista, y a menudo inocula hongos que lo matan en cuestión de meses o pocos años, según el estado del árbol. Una vez infectados, la solución habitual es cortarlos para evitar que el escarabajo pase a los árboles cercanos: "Los árboles se talan para evitar la proliferación del insecto y evitar riesgo de incendio", informa el Ayuntamiento de Barcelona.
Esta plaga no es desconocida para los expertos, pues su presencia lleva años aumentando en el Maresme. Sin embargo, el investigador del Creaf y catedrático de ecología de la UAB Francisco Lloret –autor de la obra La muerte de los bosques– dice que uno de los factores que explican la proliferación de este escarabajo en zonas urbanas es que, en estos ecosistemas, el tomicus no se ve amenazado por ninguno de los "enemigos" que pueden frenar su expansión en zonas forestales, como los parásitos y depredadores. "Por otra parte, las masas forestales en una ciudad son menos extensas y juega en contra de estos insectos", apunta.
Menos defensas
Según el Ayuntamiento de Barcelona, la plaga del tomicus afecta anualmente a unos 300 pinos en la ciudad, pero este año la cifra se ha disparado. La causa más probable, según Lloret, es el cambio climático. El investigador asegura que "en un contexto de cambio climático, la sequía crónica hace que los árboles tengan menos defensas" porque no disponen de tanta resina para reaccionar a la invasión del insecto. Asimismo, las altas temperaturas de este verano, así como de los meses anteriores, posibilitan que el escarabajo pueda reproducirse con mayor facilidad. "Si el invierno es muy duro, parte de la población del escarabajo muere, pero si es cálido, en un año pueden realizar más ciclos biológicos, por lo que se reproducen más", explica.
En Barcelona, el ayuntamiento sitúa las afectaciones mayoritarias "en las zonas forestales urbanas, como las incluidas en Montjuïc y en la falda de Collserola, como los parques de la Golondrina y Sentmenat, o la zona más urbana, como el Park Güell o la Teixonera". El tomicus suele afectar a las coníferas y, en el caso de Barcelona, el consistorio ha observado que afecta principalmente a las poblaciones de pino carrasco (Pinus halepensis) y pino piñonero (Pinus pinea).