Barcelona

El PSC y la oposición hacen frente común contra la pacificación de la ronda Sant Antoni

El pleno aprueba, con la única abstención de los comunes, recuperar la reforma parada en 2018

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La urbanización provisional de la ronda Sant Antoni.

BarcelonaLa frontera entre los barrios del Raval y Sant Antoni de Barcelona es un terreno complicado y que, desde hace catorce años, se ha solucionado en la ronda con la losa de hormigón que acogió las carpas provisionales del mercado y que ahora está diáfana y con solo unos cuantos juegos pintados en el suelo. El compromiso del Gobierno de Colau es levantar esta losa, que ha generado muchas quejas entre el vecindario, antes de que acabe el año, pero lo que no está tan claro es qué se hará en este espacio una vez retirada la plataforma. Sobre la mesa de vecinos y comerciantes de la zona hay hasta tres dibujos con grados diferentes de restricción al tráfico: el que prevé mantener el espacio 100% libre de circulación, el que recupera la reforma que se quería hacer en 2018 y se dejó congelada (con doble carril para el bus, doble carril para la bici y espacio para la carga y descarga) y el intermedio, que prevé solo un carril de bajada para el bus –que es el que realmente dificulta ahora la circulación en Sant Antoni– y el doble carril de la bici y que mantiene un espacio libre de 11 metros en la parte del Raval.

Mientras que las entidades de los dos barrios mantienen sus debates internos, el pleno del Ayuntamiento se ha posicionado hoy de manera casi unánime a favor de la opción que recupera más carriles y solo los comunes, que siempre han defendido mantener la ronda libre de tráfico, se han abstenido ante la propuesta de Cs de recuperar el proyecto de 2018. La votación ha vuelto a hacer evidentes las discrepancias entre socios de gobierno en este punto de la ciudad: con un PSC defendiendo que las obras se tenían que haber hecho ya hace cuatro años y que no se puede renunciar al doble carril para el autobús y unos comunes que aceptan este proyecto solo como "buen punto de partida" y matizan que con un carril para el autobús habría suficiente. De hecho, su idea inicial era mantener toda la ronda libre de carriles. Los grupos de la oposición han incidido hoy en estas discrepancias internas para señalar que, al final, los que pagan el precio son los vecinos. Sin embargo, ERC ha matizado que su voto de apoyo al proyecto de 2018 es solo como punto de partida para desencallar el proceso.

La encuesta que han hecho los comerciantes del Eix Raval apoya de manera clara (58,82%) a la opción intermedia y solo un 11,5% de apoyo al dibujo con más carriles, el que ha defendido hoy el pleno. Estos comerciantes consideran muy positivo mantener un espacio de 11 metros libres de tráfico en el lado que les queda más cerca. Y, en cambio, las consultas que han hecho los comerciantes en Sant Antoni erigen en vencedora la opción de 2018. Entre los vecinos tampoco hay quórum: mientras entidades como Fem Sant Antoni o la Xarxa Veïnal del Raval defienden que no se pueden dar grandes pasos atrás en el espacio conquistado al tráfico, otros como la Plataforma d'Afectats per la Llosa defienden que haya movilidad como una medida de protección de los problemas de convivencia que han denunciado durante meses en la losa, una especie de barrera protectora.

El tráfico como barrera

"Algunos parece que prefieran tener más carriles de bus para separarse del Raval, como si todo lo que es malo viniera de aquí", recelaba hace unos días una persona que ha seguido los debates. En el otro extremo están los representantes de las asociaciones de familias de las escuelas de la zona, que son las más partidarias de poder mantener espacio libre para el juego de los niños. "Es un espacio que hemos ganado y ahora no podemos renunciar a él", defiende Josefina Sabaté, de la asociación de familias (AFA) de la Escola Castella. Un sentimiento que se comparte desde las escuelas Aldana, Pia de Sant Antoni y Ferran Sunyer. "Seríamos los únicos en poner autobuses como solución a problemas sociales", recela Àlvar Diego del AFA de Ferran Sunyer, partidaria de mantener el espacio 100% libre de tráfico. Lo que es seguro es que las obras para levantar la losa empezarán este noviembre. Lo que falta es que el gobierno municipal presente cuál es su propuesta definitiva atendiendo las propuestas del proceso participativo y las discrepancias más que evidentes entre socios.

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