El último intento de Barcelona por combatir el monopolio turístico en el comercio de Ciutat Vella
El Ayuntamiento levanta la suspensión para abrir actividades culturales en la Rambla
BarcelonaBarcelona da un paso más en la lucha contra el monocultivo turístico en el comercio de Ciutat Vella. El Ayuntamiento ha presentado este viernes su propuesta del nuevo plan de usos para el distrito, que busca nuevas vías para limitar la apertura de negocios como tiendas cannábicas, souvenirs, manicura y carcasas de móvil, así como los supermercados 24 horas. El proyecto del gobierno municipal –que se aprobará en la última comisión de gobierno de junio con el objetivo de que el pleno pueda validarlo antes de acabar el año– incluye nuevas restricciones por concentración de actividades en una zona, la anchura mínima necesaria de la calle y las dimensiones mínimas y máximas de la actividad.
Una de las claves de esta nueva regulación es que se crea una nueva división superior para catalogar las cerca de 180 tipologías de actividades que existen en el distrito en función de su incidencia sobre el espacio público, el ruido, la calidad de vida, los residuos y la convivencia. Es decir, además de las restricciones propias de su epígrafe –en función de si es una peluquería, un bar, una tienda textil o una de telefonía, por poner algunos ejemplos–, cada actividad tendrá otras limitaciones en función de en cuál de las tres categorías superiores esté agrupada: alto impacto, impacto moderado o actividades que se quieren promover.
Por poner un ejemplo, si antes para poder dar una licencia de tienda de autoservicio era necesario que no hubiera ninguna otra en un radio de 50 metros, ahora a esta limitación se añade otra: como se considera una actividad de alto impacto, sólo podrá darse la licencia si, además de no haber ningún otro super establecimientos agrupados en categoría de alto impacto –por ejemplo, restauración y salas de conciertos– permitido en un radio de 100 metros. Un doble filo, que hará aún más difícil la apertura de determinados tipos de establecimientos.
¿Y qué actividades forman parte de cada grupo? Pues en cuanto a la categoría de mayor impacto existen desde salas de baile, bares y restaurantes hasta supermercados y autoservicios con horario extenso, clubes sociales privados –como los cannábicos– y todo lo que tiene que ver con las casas de juego y apuestas –que en este caso están directamente prohibidas–. En la categoría intermedia existen desde supermercados de toda la vida hasta actividades dirigidas al turismo, como las consignas, el alquiler de bicicletas y patinetes, y el comercio no alimentario.
Por último, entre las actividades que se quieren promover está todo lo que tiene que ver con las actividades culturales –sin pista de baile– y con el comercio alimentario de proximidad, como carnicerías, pescaderías, etc. En esta línea, el gobierno levantará también a finales de mes la suspensión actual que impide otorgar ninguna nueva licencia a la Rambla. A partir de ahora sí que se podrán dar licencias para actividades culturales y estarán suspendidas todo lo demás.
Un único plan para todo el distrito
Una de las novedades del plan de usos es precisamente que a diferencia de lo que ocurre ahora habrá un único plan de usos para todo el distrito. La Rambla dejará de tener plan de usos propio y pasará a estar integrado en el plano general del distrito. Eso sí, tanto la Rambla como la Via Laietana –que el Ayuntamiento inaugurará el día 29 de junio después de años de obras– tendrán una consideración especial, ya que son catalogados como ejes estratégicos singularizados.
Esto implica, por ejemplo, que si en el caso de los espectáculos según el plan general de Ciutat Vella sólo puede haber uno cada 400 metros, en calles de más de 15 metros de ancho y con una superficie máxima de 1.000 metros cuadrados, en la Vía Layetana y la Rambla, en cambio, la superficie.
Más inspecciones
Sin embargo, como siempre en estos casos, el plan de usos sólo se aplica sobre las nuevas licencias que se soliciten y no afecta a los negocios ya existentes y los que traspasen el local con licencia incorporada. En este sentido, el Ayuntamiento admite que el plan de usos debe ir acompañado de un "refuerzo continuado" de las inspecciones para detectar locales que incumplen licencias o que hacen un mal uso.
Uno de los fraudes más habituales es que, pese a que el distrito tiene prohibida la apertura de nuevas tiendas de souvenirs, pese a estar registradas con otro epígrafe, muchas tiendas aprovechan el margen que les da la normativa –que permite utilizar el 20% del establecimiento a un uso diferente al del epígrafe por el que está registrado– por v. Ahora el nuevo plan de usos prohibirá explícitamente destinar ese 20% a actividades no admitidas en el distrito, como los souvenirs.
Proteger el comercio emblemático
El nuevo plan de usos también quiere proteger establecimientos emblemáticos en el distrito, especialmente de restauración. Prevé características especiales para permitir las actualizaciones y mejoras en establecimientos que por su singularidad y por encontrarse en zonas de alta densidad debían pedir hasta ahora una nueva licencia, lo que en la práctica era imposible de conseguir.