La C-31 en Santa Cristina d'Aro: un “faunicidio” de pájaros

El Grupo Natura Sterna reclama al Govern que instale pantallas protectoras para evitar la muerte de especies vulnerables

Tramo de la autovía c-31, en Santa Cristina d'Aro, que es un punto negro para las aves
10/07/2021
2 min

Santa Cristina d'AroComo mínimo 18 lechuzas y 6 búhos han muerto en la C-31, en un tramo de un kilómetro y medio, a la altura de Santa Cristina d'Aro y Sant Antoni de Calonge, según cifras del Grupo Natura Sterna. Este corte de carretera es una trampa mortal para las aves, especialmente para las nocturnas y las de presa: la vía queda 6 o 7 metros por encima del nivel del terreno y los pájaros, cuando salen a cazar, chocan contra los vehículos que van a 100 kilómetros por hora porque la infraestructura queda más elevada que el resto de la superficie. “Es un faunicidio. Y sería muy fácil de solucionar: solo hay que instalar pantallas o elementos vegetales a ambos lados, para obligar a los pájaros a levantar el vuelo”, subraya el presidente de Grupo Natura Sterna, Jaume Ramot, que hace años que contabiliza las aves muertas en esta variante. 

Seguir aves con GPS

Tanto las lechuzas como los búhos son dos especies que están catalogadas como vulnerables; es decir, que se encuentran en el estadio anterior al peligro de extinción. “Antes en Santa Cristina teníamos cuatro parejas reproductoras de búhos, ahora solo queda un macho que tiene que alimentar solo a los piojos, porque la hembra murió. Y esto significa que tendrá que cruzar el doble de veces la variante y, por lo tanto, hay más probabilidades que tenga un accidente”, alerta Ramot, que recuerda que si se muere este último ejemplar “habrá una extinción local de la especie”.

Uno de los búhos atropellados en la C-31, en Santa Cristina d'Aro, y que el presidente del Grupo Natura Sterna, Jaume Ramot, intentó salvar.

Hace dos años la Universitat de Barcelona hizo un estudio para comprobar cómo interactúan las aves con la C-31. Gracias al seguimiento por GPS de unos cuántos ejemplares, demostraron que atraviesan la carretera para buscar alimento y que suelen nidificar a ambos lados de la vía. Además, concluyeron que la mejor manera de solucionarlo sería colocar unas pantallas laterales en los tramos más conflictivos. “Lo enviamos a la Generalitat, pero hace años que tiene el tema encallado”, lamenta Ramot. 

En manos de dos conselleries y una concesionaria

Desde el gobierno, la conselleria de Acción Climática –en manos de ERC– asegura que ha hecho los pertinentes estudios y que “el titular y responsable de la carretera (la dirección general de Infraestructuras de Movilidad) dispone de un proyecto con soluciones a implementar y que tendría que ejecutar”. 

Desde Movilidad –que ahora forma parte de la conselleria de Políticas Digitales (JxCat)– indican que “la concesionaria de la carretera está elaborando un proyecto técnico para definir qué solución aplicará: si serán árboles o un panel de madera con elementos vegetales o qué es mejor”. Después, Territorio y Acción Climática tendrán que validar la propuesta de la concesionaria y calculan que en otoño se podría implementar alguna medida. “Primero se hará en un tramo de 400 metros y, si funciona, se podría extender a más tramos de esta carretera y a otros”, añaden desde el departamento.

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