Lengua

El catalán también retrocede en los esplais

La lengua catalana resiste entre los monitores pero pierde hablantes entre los niños

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Una imagen de un casal de verano de 2019

BarcelonaEl catalán también recula en los 'caus' y en los 'esplais' de Cataluña. De cada dos conversaciones entre niños y niñas en los grupos de educación en el ocio, solo una se produce en lengua catalana. Así lo detalla el estudio El estado del catalán en el cau y en el esplai. Estudio sociolingüístico en el asociacionismo educativo de base voluntaria y comunitaria en Cataluña, elaborado por la Plataforma por la Lengua y el Consejo Nacional de la Juventud de Cataluña (CNJC).

En concreto, un 54% de las conversaciones en las que participan solo niños (sin intervención de jefes o monitores) son en catalán. El resto se producen mayoritariamente en español. Asimismo, existe una parte importante de niños que tienden a cambiar del catalán al castellano, mientras que la situación a la inversa apenas se produce: solo tiene lugar cuando los niños deben dirigirse a todo el grupo. El único perfil de niño que no responde a esta lógica de cambios de lengua y que, por tanto, no varía sus usos lingüísticos, es el que habla, en todo momento e independientemente del interlocutor, en castellano.

De esto se desprende que los caus y esplais, históricamente baluartes de la lengua catalana, no están exentos de la tendencia regresiva del uso del catalán entre los jóvenes. Sin embargo, sí es cierto que este retroceso se produce en un grado inferiorque en otros contextos, ya que, en términos generales, cerca de un 70% de las conversaciones en los agrupamientos de educación en el ocio se producen en catalán. El 30% restante se realiza en castellano.

En el caso de los niños, el porcentaje de uso del catalán baja hasta el 64% en el total de conversaciones en las que intervienen, mientras que sube hasta el 35% en castellano. En cambio, los monitores y jefes utilizan el catalán en el 77% de los casos hacia los niños, y se dirigen a ellos en castellano en el 22% de los casos.

Ahora bien, ¿cómo se explica la disminución en los usos lingüísticos de los niños cuando hablan entre ellos respecto de cuándo hablan con los monitores o jefes? El estudio señala que acostumbran a cambiar de lengua dependiendo del contexto o de su interlocutor, y lo hacen en tres sentidos: introduciendo palabras y expresiones en castellano (por ejemplo, “toma", "ya voy", "no vale”), durante el desarrollo de las actividades (como juegos o dinámicas), o por influencia del castellano con personas que solo utilizan esta lengua y hacen cambiar el idioma de los interlocutores.

Monitores y jefes como referentes lingüísticos

El estado del catalán adquiere un tono más esperanzador cuando hablamos de los monitores y los responsables, que utilizan el catalán en un 80% de las conversaciones. Por tanto, existe una clara diferencia entre los usos de los monitores y responsables y los de los niños, dado que los primeros utilizan más el catalán que los segundos. Sin embargo, este elevado uso disminuye cuando se dirigen a los niños (77,4%). "Entre los monitores y responsables hay dos patrones de comportamiento mayoritarios: el primero, hablar generalmente en catalán al grupo, pero pasarse al castellano para dirigirse a algunos niños en concreto; y el segundo, el hecho de mantenerse siempre en catalán, lo que provoca incluso que los niños cambien de lengua, por lo que ejercen como referente lingüístico", ha explicado este miércoles Eloi Planas, miembro de la ejecutiva de Plataforma por la Lengua.

De hecho, cuando los niños se dirigen a los monitores o responsables lo hacen en catalán en un 73% de las conversaciones. "Valoramos positivamente que los responsables y monitores desempeñan en un alto porcentaje como referentes lingüísticos en catalán para los niños y jóvenes, pero todavía necesitamos que asuman con más énfasis este rol para tratar de revertir las tendencias que apunta el estudio", ha destacado Maria Vilàs, miembro del ámbito de entidades educativas del CNJC.

Las chicas hablan más en catalán

La condición lingüística ambiental, es decir, la vitalidad que tiene el catalán en el entorno más inmediato del cau o el esplai, también influye en los usos lingüísticos. En este sentido, se ha observado una clara diferencia en el uso del catalán entre las caus i esplais que se podrían clasificar como ambientes bajos, por un lado, y los de ambientes medios y altos, por el otro. En los primeros, la lengua de las conversaciones cuando participa algún niño no llega, en ningún caso, al 50% en catalán; cabe destacar, además, que solo el 15,3% de las conversaciones entre los niños se realizan en esta lengua. En cambio, los monitores y responsables en los centros con condición lingüística ambiental baja tienen un nivel de concienciación de su rol más elevada que el resto.

De manera similar, cuanto más habitantes tienen los municipios donde se ubican los caus y esplais, más bajo es el uso del catalán. En los municipios con menos de 20.000 habitantes, el uso del catalán es casi hegemónico, aunque incluso en este caso también es mayor el uso entre los monitores y responsables que entre los niños. En cambio, en los municipios de más de 250.000 habitantes, básicamente Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat, se evidencia una gran diferencia entre el uso del catalán entre los niños (23,5%) y el resto de usos lingüísticos, que suben hasta el 55%.

También se ha observado que las chicas utilizan más el catalán que los chicos, sobre todo en las conversaciones entre ellas. De hecho, en las conversaciones no mixtas de chicos, el catalán no es la lengua mayoritaria (49,6%), mientras que en el de las chicas el porcentaje es mucho mayor (60,9%).

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