La muerte del Papa y periódicos de otro mundo
Sin sombra de duda, el titular que pasará a la historia el día de la muerte del papa Francisco será el aparecido en La Razón en papel lunes: "El papa Francisco, resucitado: urbi et orbi y papamóvil". Se escribió el domingo, claro, pero el portadista no se curó en salud y, cuando el diario llegó a los quioscos y saltó la noticia a primera hora de la mañana, esa primera página sí se convertía en inmortal. Pero, aunque no sea tan aparatoso como ese desaguisado, todavía me sorprende más que El País y elAbc, este martes, titulen "Muere el papa Francisco", a secas. Estos ejemplares llegaban a los lectores casi veinticuatro horas después de que todos los digitales, radios, televisiones, redes sociales y grupos de WhatsApp comentaran la noticia. No seré yo quien abogue por el exceso de salsa, pero en este caso servir a la noticia, a palo seco, sin un triste acompañamiento de interpretación o, incluso, poesía, me parece directamente una actitud soberbia, como si el mundo no hubiera evolucionado en las últimas décadas y los periódicos impresos fueran aún los que desvelaran las noticias.
Cuando murió Michael Jackson, ocurrió lo mismo. La inmensa mayoría de rotativos titulaban "Muere el rey del pop" o alguna variación mínima sobre esta idea. El brasileño Extra, en cambio, puso la portada toda negra, con el nombre de la estrella musical, los años de nacimiento y muerte y uno de sus icónicos guantes blancos rompiendo ese duelo. El resultado era impactante, hermoso, memorable. Sicilia, titulando "El papa del otro mundo": hace un guiño a la inteligencia del lector, que intuye que el otro mundo al que se refiere el rotativo no es el celestial, sino el de los desposeídos, igualmente inadvertido en los ojos corrientes.