Catalunya encara una cuarta oleada en plena Semana Santa

El Govern descarta hoy por hoy endurecer las restricciones pero apela a la responsabilidad social a raíz del aumento de movilidad previsto por el puente

Excursionistes y familias pasan el día en el Parque Natural del Montseny.

BarcelonaEl Govern vuelve a apelar a la prudencia y la responsabilidad de la población para contener el crecimiento de la curva del coronavirus durante el puente de Semana Santa. “Los contagios están subiendo pero estamos a tiempo de frenar el crecimiento y de que la cuarta oleada no sea muy pronunciada”, ha afirmado este miércoles la consellera de Salud, Alba Vergés, que por primera vez se ha referido a un posible nuevo embate del virus y ha hecho un llamamiento a respetar “más que nunca” las burbujas de convivencia y las medidas vigentes.

Las autoridades sanitarias han agradecido el esfuerzo de la población, sobre todo los últimos meses en los que se han desplegado restricciones a derechos fundamentales como la movilidad, pero ha alertado de que vuelve a haber "días críticos" en el horizonte por el comportamiento al alza de la curva, combinado con el dominio de la variante británica y el posible efecto que puede tener la Semana Santa. La incógnita ya la planteaba ayer el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon: “Estamos encarando una situación de ascenso clara y ahora tenemos que ver si llegaremos a un plateau o continuamos subiendo”.

El secretario general de Salud, Marc Ramentol, ha subrayado que el Govern vuelve a necesitar la complicidad de la población para parar el crecimiento de la curva de contagios y modular la magnitud de una cuarta oleada que, de momento, es muy inferior a los inicios de las anteriores, pero que llegaría en un momento muy delicado, en medio de una campaña de vacunación. “Estamos pidiendo que estos días de descanso se extreme la prudencia porque nuestra actitud será determinante por la forma que adoptará la curva en las próximas semanas”, ha comentado Ramentol.

De momento, todos los indicadores epidemiológicos suben y Catalunya registra alrededor de 1.330 contagios de coronavirus a la semana de media –225 positivos cada 100.000 habitantes los últimos 14 días–. La tasa de contagios o Rt, que calcula la velocidad de propagación del virus, ya se sitúa en el 1,19 y, por lo tanto, se confirma que la pandemia ha entrado en fase de expansión: cada cien positivos se infectan 119 personas más. La tasa de positividad, a pesar de que no está disparada, roza el 5,7%, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tenerla por debajo del 5%, y los hospitales siguen muy llenos, incluso con aumentos.

Ahora mismo hay 1.498 ingresados y 411 pacientes en unidades de cuidados intensivos (UCI). Precisamente el aumento en las áreas de críticos llevó al Govern a endurecer las restricciones en las oleadas anteriores, pero Ramentol ha asegurado que el sistema sanitario “se ha ido preparando” para asumir cada vez a más pacientes de los nuevos embates sin medidas de intervención social o de salud pública. "No descartamos que podamos hacer frente al crecimiento epidémico sin tocar las medidas vigentes y, si lo conseguimos, será un éxito porque sabemos lo que suponen las restricciones", ha añadido.

Confinamiento comarcal

De hecho, Salud defiende que todavía hay "una ventana de oportunidad" para frenar un adelanto explosivo de casos si la población extrema las precauciones y hace todavía más esfuerzos, y ha negado que el Govern tenga en mente desplegar nuevas medidas pasada Semana Santa. "En ningún momento hemos dicho que encerraremos a la población en casa, restringiremos más la movilidad o aumentaremos las limitaciones. Este matiz es muy importante porque una apelación a la prudencia no se puede entender como una profecía”, ha insistido Ramentol.

La aclaración del responsable de Salud llega después de que el conseller de Interior, Miquel Sàmper, hubiera afirmado a título personal que no sería descartable que el Govern volviera a limitar los desplazamientos a la comarca de residencia el 10 de abril, cuando caducan las restricciones vigentes. “Si los indicadores empeoran, la lógica nos dice que tendríamos que dar un paso atrás en las medidas”, ha afirmado, admitiendo que la cuestión todavía no se había consensuado ni debatido en el Procicat. “Cuando Salud presente su informe sobre la evolución de los indicadores lo debatiremos”, ha explicado. En cambio, Sàmper sí ve importante "suavizar" el toque de queda, que hace meses que limita la movilidad entre las 22 y las 6 horas, porque es una medida muy restrictiva. "Ojalá pronto tengamos unos indicadores tan buenos que nos permitan eliminarlo", ha admitido.

Más de 330.000 desplazamientos

Todo el esfuerzo del Govern, hoy por hoy, se dirige a mandar un mensaje de cautela a la población de cara al puente de Semana Santa. El departamento de Interior prevé que entre el jueves y el viernes salgan del área metropolitana de Barcelona unos 331.000 vehículos, como máximo unos 377.000, entre las 14 y las 21 h, el jueves, y entre las 10 y las 16 h, el viernes. Ante este éxodo de fin de semana largo, con destinos “típicamente” de Semana Santa –el Berguedà, la Cerdanya, el Ripollès, la Costa Brava y la Costa Dorada–, Sàmper ha subrayado que los desplazamientos no son peligrosos si se hacen con la misma burbuja.

En este sentido, el conseller ha puesto en valor que la primera fase de la operación salida de Semana Santa no fue "masiva" y que, incluso, la cifra de salidas y entradas en el área metropolitana de Barcelona se situó por debajo de los mínimos previstos. En cuanto al regreso, Tránsito espera que entren en Barcelona y cercanías unos 514.800 vehículos, como máximo 585.000, de las 12 a las 22 h, aprovechando al máximo las horas previas al toque de queda. Interior ha informado de que se harán 1.070 controles en las carreteras de máxima movilidad y en las vías secundarias con 1.428 efectivos de los Mossos d'Esquadra, y que se mantendrán los controles en los parques naturales para evitar aglomeraciones.

El Govern ha constatado un aumento de los desplazamientos de un solo día. Las estaciones de esquí del Pirineo, así como las de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (Molina, Vallter 2000, Valle de Núria, Spot, Port Ainé y Boí Taüll) tienen buenas perspectivas por Semana Santa: esperan un aumento en el número de clientes durante estos días, como ya pasó en la primera fase de Semana Santa, después de una campaña complicada por las restricciones de movilidad.

El ministerio y las comunidades pactan revisar la ley sobre las mascarillas

El ministerio de Sanidad y las comunidades trabajarán esta semana "de manera técnica" para revisar la ley que endurece el uso de las mascarillas y para intentar "contextualizarla" o "matizarla". Según ha explicado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se hará un análisis "técnica" para buscar "el margen legal" que hay y poder aplicar la ley de manera "armonizada".

La nueva normativa, publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), hace obligatorio el uso de la mascarilla en todos los espacios públicos, incluso si se puede mantener la distancia de seguridad. Esto ha generado controversia y algunas comunidades, como Valencia, las Islas Baleares y Canarias, han pedido revisarla para que incluye el uso de la mascarilla en playas y piscinas. Darias se abre a buscar "pautas" para adaptar la ley a la situación actual, dado que la normativa se tramitó el pasado junio en el decreto de nueva normalidad.

La consellera de Salud, Alba Vergés, ve "inaudito" este debate que tiene como origen un decreto de junio de 2020 y ha pedido no "confundir" a la ciudadanía. Catalunya da por hecho que la nueva norma no debería implicar ningún cambio para Catalunya, porque el uso de la mascarilla es obligatorio en espacios abiertos, siempre que no sea "incompatible" con la actividad que se quiere llevar a cabo. Como ejemplo, ha hablado de bañarse en la playa.

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