Colau admite un problema con los botellones y se prepara para la Mercè

La oposición presiona a la alcaldesa exigiendo planes de choque y el gobierno plantea una mesa ciudadana para diseñar soluciones de cara al verano que viene

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Uno de los botellónes al parque del España Industrial durante las fiestas de Sants de Barcelona

BarcelonaBarcelona tiene un problema con los macrobotellones. Lo denuncian todos los grupos de la oposición sin excepción y lo admite el propio gobierno municipal, que asegura que es una situación que afecta a todos los distritos de la ciudad. Lo que ya no es tan compartido es la manera y los tempos de abordar la cuestión. Las concentraciones nocturnas en plazas y calles han copado este miércoles el orden del día de la comisión de presidencia y seguridad, en la que todos los grupos han pedido medidas urgentes y planes de choque para revertir los problemas de convivencia y han puesto el foco en lo que podría pasar durante las Fiestas de la Mercè. El gobierno de comuns y socialistas admite que los botellones han tomado "una dimensión preocupante" con la pandemia, pero desfocaliza el problema de Barcelona y defiende que es una situación que, con las restricciones del covid, se está repitiendo en diferentes municipios. En la ciudad, durante los meses de verano se ha desalojado a 271.000 personas de concentraciones en plazas, calles y playas y se han puesto 10.700 sanciones por incumplimiento de la ordenanza de civismo (7.612) y por incumplimiento de las medidas covid (3.088). Cerca de 7.000 ya se habrían cobrado.

La solución, según el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, no puede ser solo policial, como insiste la oposición, que reclama sanciones y presencia de Guardia Urbana, y por eso su equipo ha intentado contrarrestar las críticas anunciando la creación de una mesa ciudadana, que se empezará a reunir en el mes de noviembre, con el objetivo de tener un plan de actuación transversal que se pueda aplicar el verano que viene. Formarán parte de ella servicios públicos del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat, entidades sociales y económicas de la ciudad y representantes de los grupos políticos municipales. Una solución que el PSC, siguiendo con la idea de que el botellón no es un fenómeno exclusivo de Barcelona, quiere repetir en la Generalitat. Por eso ha planteado una proposición con carácter de declaración institucional instando al Govern a impulsar una mesa similar y dar forma a un plan nacional para un ocio nocturno cívico y seguro.

Estas dos fórmulas con el horizonte puesto en el medio y el largo plazo, sin embargo, han exasperado a los grupos que pedían soluciones urgentes. Para Jordi Martí, de JxCat, que se tenga que crear ahora la mesa es "la demostración del fracaso" del gobierno. "Los vecinos ya no se creerán las promesas, quieren hechos", ha asegurado el portavoz de ERC, Jordi Coronas. Los republicanos presentaban una proposición muy detallada con medidas para aplicar durante la noche, que incluían además de un incremento de la presencia policial propuestas como que las tiendas de alimentación no puedan vender alcohol de alta graduación ni bebidas frías de baja graduación a partir de las 22 h o que estas bebidas no sean visibles desde la calle. Su plan ha quedado rechazado porque, a diferencia de lo que suele pasar en el Ayuntamiento, el gobierno municipal no ha votado hoy a favor de lo que planteaban los republicanos y sí ha aceptado, en cambio, las propuestas de JxCat, PP, Cs y Barcelona pel Canvi.

Batlle ha votado a favor del "plan de choque" contra el incremento de los botellones y el incivismo planteado por el PP y, también, de las propuestas de JxCat y Cs pidiendo que se utilicen todos los recursos y un plan de gestión específico para evitar que durante las Fiestas de la Mercè se repitan los conflictos nocturnos que se vivieron durante las fiestas de Gràcia y de Sants. Aprobadas las dos, Batlle ha defendido que los dispositivos previstos para los días de la Mercè están "perfectamente ajustados" y se garantiza que habrá vigilancia preventiva de la Guardia Urbana en los puntos calientes. Hace unos días el responsable de Seguridad ya presentó un dispositivo especial para la Mercè que, entre otras cosas, prevé hacer controles de accesos a las zonas de escenarios con el objetivo de determinar cuántas personas hay adentro.

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