Así son las nuevas terrazas que Colau ensaya en las calzadas
Once locales de la ciudad probarán los cuatro prototipos que sustituyen a los actuales bloques de hormigón amarillo
BarcelonaEl Ayuntamiento de Barcelona lo ha mantenido desde el principio: los bloques de hormigón –conocidos como New Jersey– tienen los días contados en las terrazas de la ciudad. Este martes, sin embargo, el consistorio ha dado un paso más y ha presentado los nuevos modelos "definitivos" de terrazas que permitirán a bares y restaurantes seguir trabajando en las calzadas. Se trata de cuatro prototipos de plataformas de materiales y formas diversos, que se instalarán en una prueba piloto en once locales repartidos por la ciudad. La idea del Ayuntamiento es probar estos modelos para elegir cuáles serán los que finalmente pondrá a disposición de los restauradores que quieran mantener el espacio de terraza que habían ganado con la pandemia.
Estos son algunos los prototipos que ya se pueden ver en la ciudad:
Terraza de microhormigón
El prototipo diseñado por Escofet incorpora una plataforma de microhormigón y algunos elementos verdes como separadores.
Verde para separar
Otro modelo, en este caso elaborado por Lekustudio Drubanis y que repite la plataforma de microhormigón, incorpora una barrera de color verde con plantas para separar a los comensales del tráfico rodado.
Tarimas de madera
El prototipo de Fab-Lab Alberch está formado por una tarima de madera que amplía el espacio de acera y mete ahí la terraza, un diseño parecido al de Urbadis Microarquitectura, que consiste en una plataforma del mismo material sobre la calzada con algunos elementos de protección.
La previsión es que en 2022 ya no queden bloques de hormigón ni otros elementos provisionales para separar las terrazas del tráfico. A partir de ese momento, todos los establecimientos estarán obligados a instalar las plataformas diseñadas por el Ayuntamiento. La primera tinenta de alcaldía, Janet Sanz, ha señalado que los propietarios dispondrán de un "periodo de adaptación" antes de que estos elementos "dejen de ser una opción en la ciudad". Sanz ha remarcado que se trata de una cuestión de "seguridad", puesto que muchas de estas terrazas están en contacto con el tráfico rodado. "Los bloques de hormigón y los palos amarillos han dado servicio, ahora hay que ir rápido para quitar todo esto y que la ciudad recupere la normalidad", ha dicho Sanz.
Los restauradores tendrán que asumir el coste
De momento, se desconoce el precio que tendrán las nuevas plataformas, un coste que tendrán que asumir los restauradores. El Ayuntamiento ha anunciado una línea de ayudas de dos millones de euros para financiar parte de la instalación, a pesar de que no se sabe qué precio final tendrán las terrazas, que dependerá de qué modelos se acaben homologando, según ha explicado Sanz este martes. Al ser preguntado sobre la financiación de los diseños, el director del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, ha valorado positivamente "la empatía del Ayuntamiento hacia el sector" y ha anunciado que las nuevas terrazas "han venido para quedarse".
Desde mayo de 2020, el Ayuntamiento ha concedido 3.668 licencias excepcionales para nuevas terrazas o ampliaciones. De estas, 2.468 –dos de cada tres– son ampliaciones de terrazas que ya existían y 1.200 son nuevas. En total, suponen 10.174 mesas y 39.322 sillas nuevas.