Juventud

Una cuarta parte de la juventud es racista, sobre todo contra los gitanos

Las mujeres muestran más buena actitud ante la diversidad

Manifestación contra el racismo en la plaza Santo Jaume de Barcelona

BarcelonaSi bien la buena noticia es que la mayoría de la juventud se presenta como tolerante con la sociedad multicultural, un preocupante 25% de los jóvenes de entre 15 y 29 años en España son racistas y xenófobos y rechazan a los ciudadanos gitanos, los procedentes de África subsahariana y los de Marruecos, por este orden. Las mujeres tienen actitudes y comportamientos más cívicos y empáticos con las personas que tienen un aspecto físico diferente del suyo.

El retrato de la juventud racista lo ha dibujado el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud en las conclusiones del informe Jóvenes y racismo. Estudio sobre percepciones y actitudes racistas y xenófobas entre la población joven de España, a partir de entrevistas a 1.200 jóvenes de entre 15 y 29 años. De la investigación se extrae que el origen étnico (42%), el sexo o el género (40%) y la orientación sexual (39%) son los tres motivos principales por los que se discrimina, muy por delante de la discriminación por país o lugar de origen y las características racializadas.

Los gitanos como colectivo son la diana de los racistas, a pesar de que la subdirectora del centro, Anna Sanmartín, ha detallado que se trata de una discriminación bastante invisibilizada, puesto que la mayoría de los encuestados apuntan en un primer momento a afrodescendentes y magrebís. "Los datos muestran lo contrario", concluye.

El antigitanismo se explica porque una cuarta parte de los jóvenes dicen que no los querrían como vecinos, en un porcentaje similar a los que están en desacuerdo con el hecho de que tengan responsabilidades en los trabajos o incluso que sean maestros y profesores. También se rechaza que un gitano sea policía o alcalde, en este caso por más del 30% de la juventud encuestada. La discriminación también se da en las relaciones personales, a pesar de que provoca menos rechazo: un 16% de los jóvenes aseguran que preferirían no tener una pareja gitana, y los gitanos son los menos valorados a la hora de elegir una amistad.

También son mayoría, el 57,2%, los jóvenes a los que les parecería bien que personas de cualquiera de los colectivos lideraran un ayuntamiento, a pesar de que sigue habiendo un rechazo considerable a que ocupen posiciones de poder, una oposición que crece a medida que aumenta el prestigio del lugar por el que se pregunta, según Sanmartín.

A diferencia de los tramos de edad, en los que no se aprecian grandes diferencias, el informe sí señala que entre hombres y mujeres sí las hay. Ellos son, por línea general, los que muestran "opiniones claramente racistas", coincidiendo con que también son ellos los que más se sitúan en la ideología de la extrema derecha, xenófoba, racista y homófoba. Por el contrario, la mayoría de las mujeres muestran unos valores claramente "antiracistas".

¿Y quién tiene la culpa de estos discursos racistas? Para los jóvenes, los responsables son algunos medios de comunicación que repiten mensajes y discursos con imágenes estereotipadas de la inmigración. Con menor medida, 10 puntos por debajo, señalan las propuestas xenófobas de los partidos de extrema derecha, a pesar de que uno de los aspectos que más han sorprendido a los investigadores es que cuatro de cada 10 jóvenes sitúa directamente a las personas migradas como la raíz del problema, puesto que les reprochan que no quieren adaptarse a la sociedad que los acoge.

Diversidad y racismo

El informe llega a una conclusión aparentemente contradictoria cuando cruza las variables de actitudes racistas con diversidad social. Por un lado, aquellos jóvenes que han ido a una escuela con alumnado diverso o que viven en un barrio con un vecindario también diverso son los que muestran un comportamiento xenófobo y discriminatorio, mientras que los chicos que comparten amistad con minorías discriminadas son los menos racistas.

Para los investigadores, una hipótesis es que aquellos que perciben que han elegido conocer y tener relaciones afectivas con las minorías tienden a mejorar la percepción que tienen del colectivo y son los que más dispuestos están también a defender opiniones antirracistas, frente a los que topan con la diversidad por obligación. Para Sanmartín, esto es porque los barrios donde se percibe "una diversidad más grande" son los más empobrecidos, y esto genera una sensación de "competencia" a la hora de acceder a los recursos.

El informe relaciona también a las personas que han sufrido discriminación y a las que lo han ejercido. Así, el porcentaje de jóvenes que afirman haber presenciado diferentes formas de comportamientos racistas (desde burlas hasta agresiones físicas) está entre el 32,6% para agresiones físicas y aproximadamente el 50% por burlas o insultos en las redes sociales. En cuanto a los que han sufrido racismo, el 14% han sido víctimas de agresiones físicas y el 24% de burlas o insultos en espacios públicos presenciales. Además, casi un 6% aseguran haber ejercido violencia machista.

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