Los alumnos de ESO que hablan habitualmente en catalán en las redes pasan del 57% al 34% en ocho años
Solo dos de cada diez jóvenes consumen contenidos audiovisuales en catalán, la mitad que el 2013
BarcelonaNi a las aulas ni en los patios. Tampoco en las redes ni en los contenidos audiovisuales. El uso del catalán entre los alumnos de 4º de ESO también cae en picado en los entornos sociales. Lo que era una sensación extendida, ahora se ha demostrado con dos datos: si en 2013 un 57% de los jóvenes se expresaban mayoritariamente en catalán en las redes, el porcentaje ha caído casi a la mitad en 2021, y solo lo usa de manera habitual el 35% del alumnado. Y en cuanto a los contenidos audiovisuales, en plena actualidad al raíz de la ley que negocian ERC y PSOE, el 22% de los estudiantes consumen películas, series o vídeos en catalán (siempre o bien igual que en castellano), cuando hace ocho años eran casi el doble (46,3%).
Los datos, presentadas este jueves por el Consell Superior d'Avaluació de Catalunya durante una jornada del Consell Escolar de Catalunya sobre el uso del catalán, amplían los demoledores resultados que hace unas semanas anunció el Govern y que concluían que menos de la mitad de los profesores se dirigen siempre o casi siempre en catalán a los alumnos. "No queremos ponernos dramáticos, pero sin una intervención a favor del catalán, la lengua no sadrá adelante", ha avisado Jesús Viñas, presidente del Consell Escolar. Y ha vaticinado que si no se dan pasos decididos para incrementar el uso del catalán "en unos años podríamos llegar a una situación de no regreso".
La situación es crítica y evidencia que el problema no solo está en la escuela o en el instituto. En el audiovisual, el castellano es la opción mayoritaria con diferencia (el 62% de los alumnos consumen contenidos solo o sobre todo en castellano), mientras que hay tantos jóvenes que combinan contenidos en catalán y castellano (19%) como que consumen contenidos en otra lengua, como el inglés (16%). Lo más preocupante, si se compara con los resultados del 2013, es que el uso combinado del catalán y castellano ha caído a la mitad (del 41% al 19%), mientras que ha crecido mucho la opción del castellano como lengua exclusiva (12 puntos más).
En las redes sociales la situación es algo mejor, pero en ningún caso se puede considerar una buena noticia. El catalán es la lengua principal en las redes para el 9% de los jóvenes, mientras que uno de cada cuatro lo combina con el castellano (26%). La enorme mayoría (58%), sin embargo, sigue expresándose solo en castellano en Instagram o Twitter. Los porcentajes suponen un duro retroceso del catalán en estos entornos, mientras que los alumnos que solo o sobre todo hablan en castellano han subido del 40% al 58% en ocho años.
En este contexto, no es de extrañar que, según el estudio del Consell d'Avaluació, la mitad de los alumnos de ESO consideren que la lengua catalana se utilizará menos en solo cinco años. El informe también recoge que solo el 15% de los jóvenes quieren hablar más catalán que castellano en el futuro, la mitad que en 2006, cuando lo querían el 31,4%. Para revertir la situación hacen falta medidas inmediatas, pero no impuestas: "Tiene que haber seducción y convencimiento", ha apuntado Francesc Xavier Vila, secretario de Política Lingüística, que ha reclamado "compromiso y activismo" a las administraciones y al profesorado para incrementar la exigencia del uso y el aprendizaje del catalán.
Desde el departamento de Educación, la secretaria de Polítiques Educatives, Núria Mora, ha dicho que el catalán "no está en la UCI", pero ha admitido que hay mucho trabajo por hacer para que el catalán "no se vea como una lengua académica". Y se ha puesto deberes, como por ejemplo revisar la formación universitaria del profesorado y formar más a los profesionales en activo.
En plena estocada jurídica
En este sentido, en sus conclusiones preliminares, que todavía no están aprobadas, el Consell Escolar de Catalunya propone revisar al alza los requisitos para ejercer la docencia, como exigir el C2 de catalán a los maestros y profesores, una medida que ya está incluida en la ley de educación catalana, pero que no se aplica. De hecho, también plantean reformar esta ley para proteger la inmersión lingüística, solo unos días después de la estocada de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que establece el 25% de las clases en castellano, después de que el Supremo rechazara el recurso de la Generalitat. En concreto, el Consell Escolar quiere "precisar el concepto de lengua vehicular" y dejar claro si es la lengua en la que los docentes imparten la clase o si, en cambio, también incluye las horas no lectivas y las comunicaciones con las familias, y también modificar el artículo 14 de la LEC para dar autonomía a los centros para que fijen los porcentajes de uso de cada idioma que consideren oportuno, en función de su contexto y su realidad. Esta es una de las opciones jurídicas que tiene la Generalitat sobre la mesa, pero habría que buscar el consenso en el Parlament y, probablemente, superar un posible recurso en el Tribunal Constitucional.
Haga caso la Generalitat o no de las propuestas del Consell Escolar, el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, ha garantizado desde el Parlament que el catalán "es y seguirá siendo la lengua vehicular". "La pedagogía no puede estar en manos de los tribunales; los tribunales no pueden decidir cómo enseñar y cómo educar", ha insistido.