La amenaza de lluvia marca el esperado regreso a la escuela: "Por fin, la semana pasada fue imposible"
Las escuelas del Montsià y el Baix Ebre han terminado las clases al mediodía por el peligro meteorológico
BarcelonaDe pantalón corto y sandalias a capelina y botas de agua. El bochorno y la lluvia han sido las grandes protagonistas de la vuelta a la escuela de este lunes hasta el punto de que en un centenar de centros en el Montsià y en el Baix Ebre la actividad educativa ha acabado excepcionalmente a las 14 h por la alerta de peligro meteorológico. Pocos minutos antes de que Protección Civil enviara un aviso ES-ALERT a los móviles de la zona ante el riesgo de lluvias torrenciales, se ha anunciado que se adelantaba el transporte escolar de los centros afectados, pero que las escuelas e institutos no cerrarían hasta que fueran a recoger a todos los alumnos.
De hecho, en el resto del país la amenaza de lluvia y el bochorno también han marcado la –para algunos– esperada vuelta a las aulas. Media hora antes del toque de inicio de las clases, en la acera de enfrente de la Escuela Xirinacs de Barcelona –que tiene la peculiaridad de encontrarse dentro de la antigua prisión Model– ya no se cabía. "¿Te lo quedas o me lo llevo?", decía una mujer con el paraguas en la mano a su hijo, de unos 8 años. Mientras con la otra mano intentaba refrescarse con un abanico, comentaba con la madre de al lado: "Es verdad que dentro de la escuela tampoco le van a necesitar".
Lo que parecía no existir en los minutos previos a la vuelta a las aulas era el veto en el móvil, que este curso estará totalmente prohibido tanto en infantil y primaria como en la ESO. Las selfies y posturas para inmortalizar el primer día de curso se han repetido durante un buen rato. Con la abuela, solos, con los amigos que acababan de llegar... Eso sí, con los mayores, a pesar de saber sobradamente que no se podían llevar el aparato a la escuela porque el curso pasado ya estaba restringido, ha sido inevitable repetir la escena en la que los preadolescentes suplicaban "un ratito más" de móvil.
Más allá de los móviles y el bochorno, que hoy se hará notar en unas aulas que en muchos casos todavía no están climatizadas, el primer día de escuela ha vuelto a ser un día de reencuentros. "¡Es Pau, es Pau!!", gritaba un niño de seis años señalando a otro que aún era más de media calle abajo. Sin embargo, su reencuentro se ha visto truncado por Olivia: pese a estar a varios metros de la entrada, el grito que han hecho sus dos mejores amigas desde la puerta de la escuela ha desbancado a cualquiera de los sonidos de una calle del Eixample en plena hora punta. "Parece que hace años que no se ven", se reían sus padres, mientras también medio en broma celebraban que, por fin, los hijos volvían a la rutina. "Por fin, la semana pasada fue un puzle imposible", reconocía una de las madres, cochecito en mano.
En el caso del centro de Barcelona, la lluvia ha respetado hasta el último momento el primer día de curso y las primeras gotas no han caído hasta que la gran mayoría de alumnos –y algunas familias también, ya que al ser el primer día pueden acompañar a sus hijos hasta el aula– estaban dentro de la escuela. A pesar de ser el primer día, como siempre, también ha habido alguno al que se le han enganchado las sábanas. Una mujer y su hijo mayor llegaban a la puerta pasadas las nueve de la mañana, pero pese al pequeño retraso se han detenido para pedir que les hicieran una foto. "Siempre nos la hacemos el primer día de curso y sé que dentro de diez años lo agradeceremos", ha dicho la mujer con cierta emoción.
La USTEC en pie de guerra
Esta mañana el presidente del Govern, Salvador Illa, ha inaugurado el curso escolar desde la Escuela Ponent de Granollers donde ha asegurado que el gobierno "ha hecho los deberes" para empezar el curso "de la mejor manera". Illa ha defendido que quieren dedicar esfuerzos por un sistema educativo "de excelencia" y ha reconocido que "quedan muchas cosas que mejorar, pero hacemos muchas muy bien".
Mientras tanto, la USTEC, el sindicato mayoritario en el sector educativo, ha vuelto a amenazar con "un nuevo ciclo de movilizaciones" si la consellera de Educación, Esther Niubó, no abre "de forma inmediata" un calendario de negociación colectiva para mejorar las condiciones laborales de los docentes. El anuncio llega después de que la semana pasada Niubó admitiera que es "muy complicado" plantear el incremento de sueldo que reclaman los sindicatos.