Educación

"En el aula se pueden hacer cosas increíbles, pero hace falta tiempo para no poner siempre el examen tipo test"

La Coordinadora Catalana de Fundaciones reúne a expertos del sector educativo para "repensar la escuela"

La Coordinadora Catalana de Fundaciones reúne a expertos del sector educativo para "repensar la escuela"
05/11/2025
3 min

Barcelona"La escuela necesita cambios estructurales profundos y hace tiempo que tenemos indicadores que lo evidencian". La idea la plantea la docente y directora en la Escuela Vedruna, Montserrat Jiménez Vila, pero la comparten todos los presentes. Ahora bien, una vez evidenciado el elefante en la habitación, ¿por dónde se empieza a abordar? ¿Qué priorizamos? ¿Qué hace falta renovar y qué debe seguir siendo un elemento inmutable de las aulas catalanas? Ésta es la reflexión que han hecho conjuntamente este martes cuatro profesionales de renombre dentro del sector educativo en la jornada Repensando la escuela, organizada por la Coordinadora Catalana de Fundaciones.

Una conversación moderada por la directora del ARA, Esther Vera, en la que con la presencia de Jiménez, el doctor en biología David Bueno, el director de la Escuela Montagut, Josep Maria Lluró, y la investigadora Icrea y líder del grupo de Ciencias Sociales Computacionales en el Barcelona Supercomputing Center (BSC) más urgentes intentando rehuir las soluciones fáciles y rápidas.

De hecho, el convencimiento de que la misión no debe ser siempre encontrar soluciones es lo que Calsamiglia cree que hay que trasladar a las aulas. "Debemos hacer de la educación un reto compartido sin un objetivo finalista. Debemos poder sobrevivir a la incertidumbre", ha defendido la investigadora Icrea, que ha dado un paso más allá y ha asegurado que es necesario que las escuelas sean un "espacio de silencio para pensar", donde "se ponga en valor el disfrute del proceso" por encima de la meta de resolver problemas. En el mismo sentido, Lluró ha insistido en la idea de que la escuela "debe educar el deseo", lo que, a su juicio, la escuela ha intentado hacer en los últimos cincuenta años. "En el sistema educativo debemos romper consensos para crear otros nuevos y debemos desobedecer, porque los que nos están dirigiendo no saben a dónde van", espetó el director, justificándose en que en el último medio siglo el país ha vivido nueve reformas educativas. "No hay país que aguante esto. Estamos ante la evidencia de que la escuela tiene un gran futuro, pero si deja de ser la escuela del pasado", ha insistido.

Más tiempo para pensar

Y para andar hacia la escuela del futuro, dos factores clave son la formación de los docentes y la gestión de su tiempo. "Parece que todo sea importante y no lo es, porque, si no, los profesores no tienen tiempo para nada", ha alertado Bueno, quien ha puesto sobre la mesa la necesidad de que "dentro de la agenda de los equipos directivos debería haber un tiempo sin nada que hacer para poder pensar, leer o llamar a otro director para ver cómo sale con un problema".

Este aumento de tiempo para pensar también debe permitir repensar actividades y formas de evaluar. "A mí, como docente, me interesaría ver qué preguntas hace un alumno en el ChatGPT, por ejemplo, pero, como siempre, hace falta más tiempo", ha lamentado Casamiglia. "En el aula se pueden hacer cosas increíbles, pero hace falta tiempo para no poner siempre el examen tipo test", reconoció.

Ahora bien, más allá de darles más tiempo, los cuatro ponentes también han insistido en cómo debería ser y qué debería hacer un buen maestro. "Es necesaria vocación pero también profesionalidad. No basta con que te gusten las criaturas para ser maestro", ha sentenciado la directora de Vedruna. En este sentido, Lluró se ha presentado a sí mismo ya los docentes como uno de los factores del "problema mayúsculo de la crisis de la lectoescritura que vive el país". "Leer sin entender es cada vez más habitual, pero, ¿nos hemos preguntado si los profesores leemos lo suficiente y si, cuando lo hacemos, entendemos lo que leemos?", se preguntó.

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