La escuela concertada pierde un centenar de grupos cada año
En los últimos cuatro cursos la pública ha ganado 53 líneas mientras que las concertadas han perdido más de 400 líneas
BarcelonaEn los últimos años, hay una pregunta habitual en cada principio de curso: "¿Cuántos grupos –o líneas– han tenido que cerrarse"? La preocupación tiene todo el sentido del mundo, ya que la caída en picado de la natalidad que vive Cataluña desde hace casi dos décadas tiene una consecuencia evidente: cada vez hay menos alumnos que comienzan la escuela en I3. Aunque esta evolución demográfica ha facilitado la mejora de algunos aspectos del sistema educativo, como la reducción de ratios en infantil y primaria.no en los institutos, donde muchas aulas tienen más de 25 alumnos–, la reducción de alumnos también está provocando un cierre de grupos en las escuelas catalanas, sobre todo entre las concertadas.
Para hacerse una idea de hasta qué punto la situación ha cambiado, en 2023 nacieron en Cataluña 54.217 bebés. Esto son 30.000 hijos menos que hace quince años, cuando el país batía récords de natalidad; casi 20.000 menos que una década atrás, y 4.000 menos que en 2020, el año de la pandemia. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que en 2023 el Idescat registró unos 15.000 catalanes nacidos en el extranjero menores de 14 años; más que los que había en Cataluña en 2019.
Sea como fuere, últimamente las noticias de cierre de centros y las quejas por la eliminación de líneas en escuelas e institutos han sido recurrentes. Y, según los datos del propio departamento de Educación, la reducción de grupos ha impactado de forma muy desigual en función de la titularidad de los centros. La escuela concertada ha sido la principal damnificada de la caída demográfica.
Si nos fijamos en la etapa de educación obligatoria (de I3 hasta 4º de ESO), en los últimos cuatro cursos la concertada ha perdido un total de 464 grupos. En ese mismo periodo de tiempo, la pública ha ganado 53. Ahora bien, esta diferencia no ha sido lineal, ya que ha habido cursos como en 2020-2021 en los que la concertada ganó unos 250 grupos y otros como en 2023-2024 en los que la pública perdió una cuarentena.
El hecho de que la bajada demográfica haya impactado de forma más clara en la concertada que en la pública también lo reconoció recientemente en una comparecencia en el Parlament la consellera Esther Niubó. Como respuesta a una interpelación de los Comunes, defendió que entre el curso 2009-2010 y el actual "el número de centros públicos ha crecido hasta 31, mientras que el número de centros concertados se ha reducido hasta 38".
Uno de los muchos centros concertados que ha visto cómo perdía el concierto de algunas líneas es La Salle Comtal de Barcelona. El director, Ernest Casaponsa, explica que tienen sólo dos líneas, pero que en el 2023 vieron cómo no llegaban al mínimo y tuvieron que cerrar uno de los grupos de I3. En 2021 ya se habían encontrado con esta situación. Perder el concierto implica que, para aquella generación, habrá que esperar a que hagan 1º de primaria para ver si vuelve a haber suficientes alumnos para recuperarlo. Además, Casaponsa critica que, a efectos prácticos, perder el concierto de una línea implica "despedir a un docente" por un centro. "Si perdemos una línea, perdemos un profesor y el impacto emocional para los alumnos y el estrés que esto genera es muy, muy grande. Se nota mucho", lamenta.
En el caso de La Salle Comtal, han podido recuperar algunos conciertos gracias a que, con el Pacto contra la segregación escolar, el Consorcio de Educación inició un plan de choque con mochilas educativas que permite a alumnos vulnerables acudir a una escuela concertada sin asumir el coste de las cuotas. Además, reciben una gran cantidad de alumnos de matrícula viva -que llegan al centro cuando el curso ya ha comenzado. Por eso, Casaponsa insiste en la necesidad de que las familias puedan acceder a la escuela concertada de forma gratuita al igual que ocurre con algunos hospitales concertados del sistema educativo catalán.
También lo piden desde la Escuela la Esperanza, un centro de una sola línea que, a pesar de tener un 54% de alumnos vulnerables, ha visto cómo en los últimos cursos perdía el concierto de uno de los grupos. Sin embargo, en su caso, al formar parte de una fundación con otras escuelas, ha podido sufragar el coste de este concierto. "Estamos haciendo el esfuerzo de mantener este grupo aunque no lleguemos al mínimo de ratio porque muchos de los niños tienen hermanos en el centro. Si cerrábamos una generación volcaríamos a las familias a llevar a los hijos a escuelas diferentes", explica la directora, Rosa Torres.
Crece el interés por la concertada
A pesar de la importante pérdida de grupos que ha sufrido la escuela concertada en los últimos años, este curso el interés por esta enseñanza ha crecido considerablemente en el sistema educativo catalán. En las preinscripciones de este 2024-2025, las solicitudes para acudir a la concertada crecieron ligeramente respecto al curso anterior, mientras que las peticiones para acudir a la pública cayeron.
En concreto, entre I3 y 1º de ESO (los dos momentos de la etapa educativa en la que se hacen preinscripciones a escuelas e institutos), se realizaron 24.530 asignaciones a la concertada, 1.335 más que el curso pasado. En cambio, la pública pese a acumular hasta 86.803 asignaciones, vio cómo esta cifra suponía un ingreso de 2.014 alumnos menos que en el curso 2023-2024.