La mecánica que hace que los 'hierros' no lleguen (casi nunca) tarde

Barcelona"El primer día que llegué aquí pensé: 'Uy, no sé dónde me he metido'", explica Cristina Fernández encaramada en el techo de un vagón de tren. Lleva el pelo totalmente liso, uno eyeliner sutil y un pequeño piercing en la nariz que, depende de cómo se mueve, refleja el naranja fluorescente del uniforme que lleva para trabajar. Mientras habla con el ARA, abre y cierra con destreza los mosquetones para enganchar su arnés a la línea de vida con la que deben asegurarse todos los técnicos que suben al techo de uno de los seis trenes que hay en el centro operativo de Ferrocarriles de la Generalidad (FGC) en Rubí. "Han cambiado los arneses y yo aún no los había utilizado", admite. No los había utilizado porque, con 26 años, Fernández lleva seis meses dejando de ser técnica para pasar a ser supervisora ​​del grupo de neumática de FGC.

Fernández ahora se ocupa de todo lo que tiene que ver con el aire comprimido, desde los cilindros de freno hasta las suspensiones y ensamblajes entre un convoy y otro. Eso sí, para llegar hasta aquí ha tocado todas las prendas de un vagón. Lo ha hecho desde que en 2016 fue la primera chica que entró en FGC haciendo un ciclo de FP dual, una modalidad que combina las clases en el instituto con la actividad en la empresa durante un curso.

"Hice el bachillerato tecnológico con la idea de hacer una ingeniería. Saqué la nota que necesitaba en la selectividad, pero justo antes de matricularme me decanté por hacer un ciclo superior de mecatrónica industrial", recuerda Fernández. ¿El motivo del cambio? Cogiendo este camino "podía aprender haciendo el trabajo, tocando las herramientas y entrando en un taller", explica. En casa se tomaron bien el cambio de rumbo, porque su padre es mecánico y ya veía que ella apuntaba modos. "Siempre que él arreglaba algo en casa yo estaba al lado ayudándole", explica. En cambio, en el instituto no vieron con tan buenos ojos la decisión. "Los profesores y el director no paraban de decirme: 'Cristina, si tú puedes entrar en una carrera, ¿por qué tienes que ir a hacer un ciclo?'" Pero ella insiste: "Si hubiera hecho una ingeniería no habría terminado trabajando en un taller y me habría perdido todo esto".

Aunque reconoce que cuando empezó a estudiar ni siquiera sabía lo que era la FP dual, ahora sí cree que este tipo de formación ha sido clave en su trayectoria laboral. Durante el 2016 iba a la empresa por la mañana y por la tarde daba clase. Al finalizar las 1.000 horas de formación, superó un proceso externo y poco después se incorporó a FGC como operaria especializada de material móvil, reparando y realizando labores de mantenimiento en el taller central de Rubí. Pasados ​​cuatro años, entró en el grupo de neumática (el que siempre había querido) y el año pasado promocionó como supervisora. Ahora es la encargada de gestionar el grupo –formado principalmente por hombres– y, cuando hay un problema en un tren, se desplaza hasta el lugar para tratar de solucionarlo lo antes posible.

La supervisora ​​lo explica desde el mismo taller donde, a primera vista, sólo se ven operarios, técnicos y trabajadores hombres. "Cuando entré sólo había dos chicas y hicimos mucha piña. Ahora somos más, pero ya puedes ver que seguimos siendo pocas", apunta. De hecho, después de ella ha habido veintidós chicas que han hecho FP dual en FGC y nueve se han quedado trabajando. "Siempre que vienen me gusta animarlas, que tengan claro que pueden hacer lo que quieran", explica Fernández.

¿Cuántas plazas de FP dual tiene Cataluña?

"Creo que hemos avanzado mucho con los prejuicios hacia la FP y ya muy pocos ponen mala cara cuando dices que no irás a la universidad, pero con la FP dual nos queda mucho trabajo por hacer porque la gente no la conoce", lamenta Fernández . Sin embargo, el desconocimiento no es el único problema que afecta a este modelo en Catalunya. Según marca la nueva ley de FP española, a partir del próximo curso todos los ciclos deberían ofrecer la modalidad dual. A estas alturas, según datos del departamento de Educació, sólo 361 de los 587 centros con FP en Catalunya lo hacen con la modalidad dual.

"Evidentemente, esto no será viable de cara al próximo curso, pero debemos pensar que en lugares como Alemania la formación dual no llega al 40% y en Suiza al 20%", puntualiza el presidente de la Agencia de Formación y Cualificación Profesionales de Cataluña, Fabián Mohedano. En este sentido, defiende que es necesario aclarar qué quiere decir que todo sea dual: "A la hora de la verdad, esto implica que habrá contenido curricular que se hará en la empresa y más prácticas, pero debemos ver de qué manera ". Según el presidente de la Agencia FP, para conseguir este objetivo es necesario superar ciertos obstáculos, como que la normativa no permite que adolescentes de 17 años trabajen en lugares como hospitales y empresas que tengan determinadas máquinas de construcción. O resolver cómo se gestiona la cotización de estos alumnos en las compañías.

De momento, apunta Mohedano, se empezará haciendo un mapa de las plazas duales que hay en Cataluña, porque todavía no hay un recuento concreto; hasta ahora, dice, los centros lo han gestionado "de forma más informal".