ERC enseña los dientes a Colau pero le permite tramitar las nuevas tasas
El pleno aprueba de forma inicial la congelación de impuestos para el 2022
BarcelonaERC enseña los dientes a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pero de momento no la muerde: le mantiene el camino allanado para poder aprobar la congelación de tasas prevista para el 2022, que se negocia vinculada a los presupuestos. La abstención de los republicanos en el pleno de este viernes ha permitido al gobierno municipal sacar adelante el proyecto de ordenanzas fiscales, que se tienen que aprobar de forma definitiva en diciembre y que han chocado con la negativa en bloque del resto de los grupos, partidarios de rebajas fiscales en tiempos de crisis. ERC también ha criticado la propuesta del gobierno y ha recordado "incumplimientos como el de no estar aplicando ahora la llamada tasa Amazon o el "cambio de discurso" en cuanto a las terrazas, pero ha decidido no dinamitar la discusión. Y el gobierno municipal le ha agradecido el gesto y ha asegurado estar abierto a hablar "de todo", incluida la tasa Amazon, que está en estudio desde hace años, o las bonificaciones de las que se prevé que se puedan beneficiar las terrazas, que todavía no quedan recogidas en la propuesta, pero que se da por hecho que podrán mantener la rebaja del 75,%, una bonificación que el gobierno no descarta incluso hacer indefinida.
Entrada la segunda mitad del mandato, los republicanos ya empezaron a repetir que se sentían decepcionados con la gestión del gobierno de comuns y socialistas y que endurecerían el tono, que no se sentían cómodos con la etiqueta de socio preferente que les colocaban los de Colau, con quienes han pactado los dos presupuestos de los primeros años de mandato. El jefe de filas del grupo, Ernest Maragall, apuntó la semana pasada que estaban "muy lejos" de la nueva propuesta de presupuestos, sobre todo por los incumplimientos que se arrastran de los dos pactos presupuestarios anteriores, pero que no se cerraban a hablar. En el pleno de este viernes han mantenido el tono duro, pero no han bloqueado las ordenanzas fiscales.
Sí se han sumado a la enmienda a la totalidad del proyecto de ciudad en la que la oposición ha convertido la medida de gobierno que ha presentado la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, donde bajo el paraguas de la superisla sumaba todos los proyectos en marcha, desde los nuevos ejes verdes en el Eixample hasta el tranvía o la construcción de viviendas de protección oficial. "¿Qué legado dejarán aparte de titulares? Pues si no cambian las cosas, el legado será una ciudad táctica, más congestionada, más desordenada, más caótica, sucia y fea que la que hemos visto durante décadas”, ha dicho el portavoz republicano, Jordi Coronas, en un pleno que, por primera vez desde febrero de 2020, ha vuelto a ser 100% presencial y en el salón oficial.
Incertidumbre por las plusvalías
La intervención ha sido más suave en el punto sobre fiscalidad, pero ERC también ha acusado al gobierno municipal de haber aplicado solo de forma "tímida" la bonificación a los vecinos que reciclan bien en las zonas donde funciona la recogida puerta a puerta -será de máximo un 20%- y de mirar con incertidumbre lo que pasará con los 182 millones de euros que se calcula que perderán los presupuestos de 2022 si se aplica la sentencia de las plusvalías. La concejala de Hacienda, Montserrat Ballarín, ha defendido en este sentido que desde Barcelona se está trabajando para conseguir una nueva financiación "justa" para los municipios y que no se "podrá permitir" que no haya una compensación por esta sacudida. "Es evidente que esto se solucionará bien y rápido", ha asegurado.
El resto de grupos, incluido Barcelona pel Canvi, que el año pasado apoyaron los presupuestos, se han opuesto a las nuevas tasas. "Son las mismas que habrían propuesto sin pandemia", ha criticado Elsa Artadi, de JxCat, que ha acusado al gobierno de "falta de empatía". Cs los ha acusado de usar el sector de la restauración de "rehén", y el PP, de tener los impuestos más altos de España en muchas de las tasas.