Universidades

Poca financiación y plantillas envejecidas: "La decadencia de las universidades puede ser rápida"

El Observatorio del Sistema Universitario reclama becas salario y un relevo generacional

Júlia Claramunt Pi
3 min
Instalaciones de la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona.

BarcelonaEl futuro del sistema universitario catalán es incierto y no muy optimista. Su prestigio –avalado por los rankings por su alta productividad en la investigación y los buenos resultados de la actividad académica– contrasta drásticamente con problemas importantes que requieren correcciones profundas: una dotación presupuestaria baja (a pesar de que los precios públicos se sitúan entre los más altos de España), una oferta docente excesiva, una reducida tasa de escolarización universitaria y una plantilla precaria y envejecida. Así lo detalla el informe El sistema universitario catalán: datos y singularidades. Qué se tiene que preservar, que se tiene que corregir, elaborado por el Observatorio del Sistema Universitario. "El sistema tiene calidad, tiene prestigio, pero con las condiciones en que actúa no puede mantenerse durante mucho tiempo. La decadencia podría ser muy rápida", ha señalado el catedrático emérito de la UPC y coautor del informe, Albert Corominas.

El informe pone énfasis en la financiación del sistema: Catalunya es la segunda comunidad con una financiación pública por estudiante más bajo, de 5.306 euros anuales por alumno en 2019, un dato que contrasta con la media estatal, de 5.715 euros, y sobre todo con las comunidades que dan más dinero público por universitario: 9.576 en la Rioja, 9.560 en el País Vasco o 8.904 en Cantabria. En cambio, los universitarios catalanes son los que pagan unos precios públicos más caros desde el 2012. Las rebajas de los últimos años han mejorado la posición de Catalunya, pero los precios "siguen siendo altos", ha apuntado la presidenta del Observatorio y coautora del informe, Vera Sacristán.

El estudio también concluye que el número de estudiantes universitarios en Catalunya es inferior al que le correspondería con la cantidad de la población de entre 18 a 24 años que vive en el territorio. Es decir, que mientras que en Catalunya viven el 16,7% del total de habitantes españoles que tienen entre 18 y 24 años, las universidades catalanas escolarizan el 14,8% del total de alumnos del Estado. El estudio insiste, por otro lado, que en los últimos años se ha detectado una tendencia a la reducción en la tasa de acceso a grados en las universidades públicas catalanas, que se sitúa ahora en el 47,1%. El 2011 era de más del 54%. El estudio indica que la tasa ha bajado porque en estos años ha subido la población joven, pero también el acceso a las privadas y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Personal joven temporal

A este panorama se suma un personal docente e investigador (PDI) escaso y envejecido. De hecho, la plantilla del personal docente e investigador (PDI) en Catalunya es la más baja de España en relación con el número de estudiantes, tiene las tasas de temporalidad y de dedicación a tiempo parcial más altas, y una de las plantillas más envejecidas, en que más de la mitad del personal supera los 50 años de edad. "Hay una carencia de relevo generacional. La pirámide de edad se está envejeciendo. Si contamos las jornadas laborales, todavía se desequilibra más, puesto que el personal joven tiende a ser contratado más a tiempo parcial, mientras que el personal más viejo, contratado a tiempo completo", ha remarcado la presidenta del Observatorio.

¿Cómo puede ser, pues, que, a pesar de estas condiciones, el sistema universitario catalán todavía disfrute de un consolidado prestigio? Para Corominas, la respuesta rae en "el alto nivel de esfuerzo del personal de la universidad para salir adelante". Ahora bien, el coautor del informe advierte que este nivel de dedicación "no puede persistir". "No se les puede exigir y, además, muchas de estas personas que hacen el esfuerzo dejarán el sistema en los años próximos", ha avisado. Por eso, desde el Observatorio consideran que las posibles soluciones pasan por medidas en todo el sistema educativo que garanticen una mejor escolarización a niveles previos, se facilite el acceso a la universidad gratuita y se invierta en becas salario. Además, habría que aumentar la subvención de las universidades, renovar las plantillas y garantizar que en los procesos de selección del personal no haya interferencias de instancias externas a la universidad. En caso contrario, "no saldremos de esta", ha avisado Corominas. "Hace falta que la sociedad sea consciente de la situación del sistema, que las universidades no se resignen y que el Govern haga el trabajo que le corresponde", ha reiterado.

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