La angustia de no tener plaza de FP: "Mi hijo ahora es un 'nini' porque no tiene otro remedio"
Educación adjudicará este viernes las 6.539 plazas de formación profesional en una convocatoria extraordinaria
BarcelonaMiles de familias esperan impacientes por saber si finalmente sus hijos podrán ocupar una de las 6.539 plazas de formación profesional (FP) que este viernes se adjudicarán en la convocatoria extraordinaria. La altísima demanda (sobre todo en los ciclos de grado medio) desbordó al departamento, que ha necesitado más tiempo para atender todas las solicitudes, pensar cómo y dónde abrir nuevas plazas y hacer la repesca con las plazas que han quedado vacías. Con tantas idas y venidas, todavía no se sabe la cifra exacta de cuántas personas están esperando las asignaciones extraordinarias de mañana ni tampoco cuántas se quedarán sin plaza finalmente, a pesar de que se calcula que podrían ser unas 4.000. El departamento de Educación ya dijo que los que no tengan lugar en los institutos podrán matricularse en el Institut Obert de Catalunya y cursar a distancia los dos ciclos de grado medio más solicitados (sistemas microinformáticos y redes y cuidados auxiliares de enfermería). Las familias se hacen cruces ante la falta de previsión de la administración y denuncian que se dejarán a miles de jóvenes en la estacada.
"Mi hijo ahora es un nini porque no tiene otro remedio", lamenta Pere. Después de aprobar la ESO, el joven, de 17 años, ha decidido estudiar un ciclo medio de mantenimiento electromecánico en el Institut Lluch i Rafecas de Vilanova i la Geltrú. "Es la opción más sencilla para encontrar trabajo", dice su padre, que explica también que el ejemplo del hermano mayor, que también ha hecho formación profesional, ha animado al segundo hijo. Pero, con cerca de un 6 de media en la secundaria, se ha quedado sin plaza en las cuatro opciones que pusieron en la lista. Ahora esperan tener suerte, y más después de haber comprobado que también es difícil encontrar un lugar en el mercado laboral. A pesar de que buscó trabajo, su hijo no ha encontrado en ningún supermercado porque no tiene experiencia y tampoco en la restauración, porque como es menor de edad no puede servir bebidas alcohólicas.
La opción de estudiar a distancia, descartada
Las opciones se agotan para el chico si en la convocatoria extraordinaria no consigue plaza. Le han dicho que podría hacer un curso del Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC) a través del IMET, el Institut Municipal d'Educació i Treball, pero Pere no quiere ni oír hablar de ello. "Estos cursos son para adultos y a distancia; no están hechos para chicos de 16 años", argumenta. Y se pregunta, con preocupación: "¿Cómo le dices a tu hijo, que tiene ganas de estudiar y de hacer algo, que no puede entrar?"
Los sindicatos también critican la medida de derivar los estudiantes sin plaza al IOC. "Es ilegal que vayan menores, es un centro para personas adultas", avisa Jesús Martín, responsable de FP de la UGT. "Lo que tienen que hacer es abrir más grupos de grado medio y grado superior y no abandonar al alumnado", sentencia.
A 70 kilómetros de distancia de Pere, Laura sufre la misma angustia por su hijo. "Se apuntó en seis sitios para hacer sistemas microinformáticos, pero no tiene plaza en ninguna parte", lamenta. Tiene un 5,29 a la secundaria y tanto el chico, que acaba de cumplir 16 años, como el instituto y la familia estaban de acuerdo en que hiciera un ciclo de grado medio. "No se ve haciendo bachillerato y no pasa nada. Estudiar no le encanta, pero quiere seguir aprendiendo", explica Laura.
Ahora esperan una plaza en el Institut Nicolau Copèrnic de Terrassa, pero saben que no será fácil: hay 26 personas en lista de espera. A pesar de que ella no lo ve nada claro porque lo ve demasiado pequeño para viajar solo cada día, incluso han intentado matricularse en Rubí. Tampoco cree que estudiar a distancia, como propone el departamento, sea una buena opción. Laura, que llegó a Catalunya desde Uruguay, no puede entender la situación que se ha producido este año con la FP: "Lo veo como un país tercermundista. Me pregunto constantemente como puede ser que en España, en un país donde hay dinero y profesores, no haya plazas para que nuestros hijos puedan estudiar".