Salud

La Generalitat descarta un concierto con la sanidad privada para atender los casos de anorexia y bulimia

Los centros privados tratan a la mayoría de pacientes graves por la falta de recursos en la pública

Una chica come en el hospital de día del UTCA del Hospital de Can Ruti.
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BarcelonaLa Generalitat descarta un concierto con la sanidad privada para atender el gran aumento de casos de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) a raíz de la pandemia, a pesar de que los centros privados están asumiendo actualmente la mayoría de pacientes graves por la falta de recursos en la sanidad pública y tienen un 75% más de plazas hospitalarias especializadas en esta patología que la pública. En concreto, en la privada hay 601 plazas y en la pública solo 171, según un recuento hecho por el ARA.

"Somos conscientes de que tenemos un problema especialmente preocupante con los TCA", ha admitido el director del Plan Director de Salud Mental y Adicciones del departamento de Salud, Joan Vegué, que se encarga de la planificación de los recursos públicos para la atención de la salud mental. “El concierto con la sanidad privada es un tema que se me escapa, pero de momento no planteamos ningún concierto con ningún centro privado en la planificación que nosotros estamos haciendo”, han sido sus palabras literales.

Actualmente las familias que acuden a la sanidad privada para tratar a sus hijas –la mayoría de las pacientes son niñas o chicas– tienen que pagar entre mil y cinco mil euros al mes por el tratamiento. Tienen la posibilidad de solicitar una prestación sanitaria al ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones –el llamado seguro escolar–, pero su concesión no está garantizada y, si la reciben, es una vez ya han pagado el tratamiento por avanzado y no suele cubrir todo el coste.

Vegué ha explicado que, desde la sanidad pública, se están atendiendo los casos de TCA a tres niveles sanitarios. En un primer nivel ambulatorio, en los centros de salud mental para adultos (CSMA) y en los centros de salud mental infantil y juvenil (CSMIJ). En un segundo nivel, en los hospitales de día generalistas destinados a cualquier trastorno. Y en un tercero, reservado para los casos más graves, en las unidades especializadas en trastornos de la conducta alimentaria (UTCA), que existen en algunos hospitales. Hay once en toda Catalunya.

Según Vegué, este año la Generalitat ya ha tomado acciones para mejorar la atención en estos tres niveles. En concreto, a nivel ambulatorio se ha creado un programa de crisis en 27 de los 52 CSMIJ que hay en Catalunya, que consiste en un tratamiento intensivo durante dos o tres meses y al que se tiene acceso de forma rápida, en tan solo 48 o 62 horas desde que la paciente es derivada al CSMIJ. El programa de crisis está destinado a casos de TCA, pero también a otras patologías mentales, y está previsto que también se aplique a los 25 CSMIJ restantes durante el primer semestre del año que viene.

En cuanto a los hospitales de día generalistas, se han ampliado plazas. Se han creado 55 nuevas en los hospitales de día para adultos y ahora hay un total de 780. Y en los infantiles y juveniles se han abierto 56 plazas más y ahora suman 740, según ha detallado el director del Plan Director de Salud Mental y Adicciones. Estos hospitales de día, sin embargo, no están especializados en TCA. Pueden tener un programa específico para el tratamiento de este trastorno, pero también atienden otras patologías.

En cambio, en cuanto a las unidades especializadas en trastornos de la conducta alimentaria (UTCA), Vegué ha sido mucho más ambiguo. "Continuaremos reforzando estas unidades para atender adecuadamente a las personas que lo necesiten", ha dicho, sin precisar qué tienen previsto hacer. A pesar de que las UTCA solo atienden pacientes de una cierta gravedad, en algunas hay lista de espera para ingresar en el hospital de día especializado en trastornos de la conducta alimentaria.

“Si hay un riesgo vital, se ingresa a la persona inmediatamente en un hospital general. Por lo tanto, no hay desatención vital”, ha declarado Vegué, para remarcar que la vida de estas pacientes no corre peligro. Eso sí, su estado de salud se deteriora cada vez más porque, si en algo coinciden todos los profesionales, es en que cuanto más se alarga la enfermedad, peor es el pronóstico.

"En el Hospital de Sant Pau incrementaremos de 20 a 25 las plazas en el hospital de día a final de año y, por supuesto, también aumentaremos el personal", ha afirmado Vegué ante la insistencia del ARA por la situación crítica en la UTCA de este centro, que es la única pública que hay en toda la ciudad de Barcelona para pacientes mayores de edad. Pero incluso con este aumento no se solucionaría el problema: a final de noviembre había nueve pacientes en la lista de espera para ingresar en el hospital de día.

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