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Govern y Ayuntamiento de Barcelona se dan ahora seis años para cerrar las prisiones de Wad-Ras y Trinitat

La aparición de restos de metales pesados en los solares de la Zona Franca donde se tienen que levantar los nuevos centros ha atrasado el proceso

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En una esquina de la Trinidad Vieja

BarcelonaEl primer paso se dio en 2017 con el cierre de la prisión Model, ahora pendiente de la gran reforma que la tiene que convertir en un polo de equipaciones y verde para el barrio del Esquerra del Eixample de Barcelona, y lo tenían que seguir el cierre de la prisión de la Trinitat Vella, previsto para el 2022, y el de Wad-Ras, que se quería hacer antes del 2025, con el objetivo de modernizar todas las instalaciones penitenciarias de Barcelona. Según el convenio firmado ese mismo año entre el Ayuntamiento y la conselleria de Justicia, encabezada entonces por Carles Mundó, el consistorio cedía dos solares en la Zona Franca para levantar dos nuevos centros penitenciarios que permitirían hacer toda esta reconfiguración y dar respuesta a reivindicaciones históricas de vecinos del Eixample, pendientes de hacer suyo el espacio de la Model, y de la Trinitat Nova, que esperan que el centro penitenciario dé paso a una nueva zona de viviendas. Generalitat y Ayuntamiento, sin embargo, han actualizado hoy este entendimiento con un nuevo acuerdo que se da hasta seis años de límite para culminar todo el proceso. Un nuevo atraso.

El calendario prevé ahora cerrar el centro abierto de la Trinitat Vella en 2025, según han anunciado este miércoles el vicepresidente del Govern en funciones, Pere Aragonès, la consellera de Justicia, Ester Capella, y la teniente de alcalde de Urbanismo de Barcelona, Janet Sanz, desde el terreno donde se tiene que levantar uno de los nuevos centros. Y culminar toda la reordenación en 2027, con la nueva prisión para mujeres en la Zona Franca, pero se ha descartado hacer, también, un centro para preventivos.

Janet Sanz, Pere Aragonès y Ester Capella en la parcela de la Zona Franca donde se tiene que levantar uno de los dos nuevos equipamientos penitenciarios

Los representantes de la Generalitat han remarcado que, al margen de liberar espacios para el uso vecinal, los cambios pretenden modernizar las instalaciones penitenciarias e impulsar la primera prisión pensada solo para mujeres, "con mirada feminista", que tendrá instalaciones como espacios de crianza. "Cerramos prisiones obsoletas para abrir centros penitenciarios modernos y contribuir a una mejor reinserción", ha defendido Aragonès. Este entendimiento, insisten las dos partes, es el definitivo para desbloquear todo el proyecto penitenciario de la ciudad.

La causa del atraso, según han detallado, es que los dos espacios de la Zona Franca cedidos por el consistorio para hacer las nuevas equipaciones penitenciarias plantean una complicación inesperada: la aparición de restos de metales pesados en el subsuelo. Hoy las dos administraciones han anunciado que ya han acordado cómo resolver el contratiempo. El Ayuntamiento asumirá el coste de la descontaminación de las parcelas hasta un presupuesto límite de ocho millones de euros y, si los trabajos son más costosos, la diferencia la pagará la conselleria de Justicia. El estudio preliminar que se ha hecho sobre los terrenos ha detectado trazas de plomo y posibles depósitos de restos de metales pesados bajo tierra, que están vinculados a la actividad industrial que han acogido los terrenos.

Una vez sellado este nuevo acuerdo, cosa que está previsto hacer en las próximas semanas, se retomará el calendario para el cierre de las prisiones de Trinidad y Wad-Ras. Lo que irá más rápido es el traslado del actual centro abierto de Trinitat Vella a un solar de unos 6.500 metros cuadrados delimitado por la esquina de la calle A con la calle 1 de la Zona Franca. En este caso, Justicia ya tiene preparado el proyecto de la nueva equipación, que supondrá una inversión de 34 millones de euros y tendrá capacidad para 800 personas.

Un nuevo barrio en la Trinitat

El objetivo con el que se trabaja es dejar vacío el actual espacio en 2025, que es cuando se prevé poder inaugurar la equipación de la Zona Franca. Ya antes, sin embargo, el Ayuntamiento prevé empezar a construir los 410 pisos de protección oficial que se tienen que hacer en este solar. La primera fase, con 110 viviendas, empezará obras en julio del año que viene y las siguientes se desplegarán una vez derrocada la antigua prisión. "Ahora va de verdad y la Trini se desbloqueará pronto", ha asegurado la teniente de alcalde de Urbanismo de Barcelona, que ha pedido "confianza" a los vecinos de la zona y les ha asegurado que este calendario será el bueno.

La nueva equipación que sustituirá la de la Trinitat estará especialmente diseñado para acoger a personas que cumplen la pena de prisión en tercer grado. Es decir, que solo duermen en la prisión entre semana. Acogerá a unos 600 hombres que ahora cumplen la pena en Trinitat –un centro que desde el 2009 está parcialmente derrocado– o Wad-Ras.

En el otro solar, que es el más grande (20.000 metros cuadrados), se proyecta el nuevo centro penitenciario concebido "con visión feminista" y con capacidad para unas 600 personas. Esta equipación supone una inversión de 66 millones de euros y acogerá a las cerca de 400 mujeres que ahora cumplen condena en Brians 1 o Wad-Ras. Precisamente el solar de esta última prisión tiene que servir para financiar parcialmente la construcción del nuevo centro de la Zona Franca. La previsión con la que se trabaja ahora es que pueda quedar vacío en 2027 y derrocar entonces la prisión de Wad-Ras, que, después del cierre de la Model, es la más antigua de las que se mantienen en funcionamiento.

Sin espacio para preventivos

La nueva instalación tendrá en cuenta las necesidades específicas del colectivo de mujeres presas, como por ejemplo su condición a menudo de víctimas de la violencia machista, o de madres, con los espacios de crianza para niños menores de tres años. La consellera de Justicia, Ester Capella, ha remarcado que, a pesar de que las mujeres representan solo el 7% de la población reclusa de Catalunya, actualmente cumplen condena en espacios enfocados a los hombres. "Es un doble castigo", ha añadido Aragonès.

Justicia considera que el buen funcionamiento de la prisión de Brians 1, en Sant Esteve Sesrovires, como centro de preventivos de la demarcación de Barcelona y la tendencia a la baja de la población penitenciaria permite proyectar ahora un espacio más pequeño del que se pensaba para preventivos. Por eso, la nueva equipación de la Zona Franca se dedicará solo a mujeres y no reservará ninguna parte a preventivos.

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