BarcelonaLos juzgados de violencia se encargan desde este viernes de todos los delitos de agresión sexual. Hasta ahora, sus competencias se centraban en la violencia dentro de la pareja o de la expareja, y las violaciones en las que no existía un vínculo afectivo entre víctima y agresor quedaban al margen de estos juzgados especializados. El cambio hará que se ocupen de todos los tipos de violencia machista, algo que ya preveía la ley del sólo sí es sí 2022 y que todavía no se había aplicado. Además, estos juzgados también estrenan competencias en causas por matrimonio forzoso, tráfico de seres humanos para explotación sexual y acoso por razón de sexo. Implicará, por tanto, que asuman más trabajo, lo que ha despertado alarmas sobre si el cambio podría saturar estos juzgados y alargar mucho los tiempos de espera. Esta semana más de un centenar de jueces alertaron en un comunicado que se veían abocados al "colapso", mientras que otras voces de la judicatura instan a esperar a ver los efectos del cambio y el impacto de los refuerzos y nuevas plazas de juez que ha anunciado el gobierno español.
La presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Mercè Caso, se refirió a este cambio durante el acto de apertura del año judicial: "La sala de gobierno está comprometida a recibir y transmitir la situación que se producirá desde hoy mismo, especialmente en lo que afecta a la atención de las víctimas, en lo que afecta a la víctima". Caso se comprometió a trasladar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) "todas aquellas medidas de refuerzo que hagan falta" además de las que ya han pedido. "Nuestro sistema no puede añadir dolor al dolor de las víctimas", ha dicho.
Los cálculos del CGPJ son que en Catalunya los juzgados de violencia machista tendrán que asumir de media un 20% más de casos, muy por encima de la media estatal, que estima en un 13%. Cómo acabará concretando dependerá de cuántas causas lleguen a la justicia, por qué delitos sean y también de qué juzgado deba ocuparse. "Los juzgados de violencia ya tenían dificultades, sobre todo por falta de medios. Son delitos que requieren un tratamiento diferenciado. Y si ya era difícil darlo antes, si le añadimos más que también requieren este tratamiento, lógicamente la situación no hace buena pinta", advierte la magistrada Zita Hernández, titular de Instrucción de España de 30 de España y miembro de la Instrucción 30 de Barcelona.
Hernández también avisa de que la situación puede ser muy diferente en cada juzgado. "No es lo mismo una población de 100.000 habitantes que una de 15.000", sostiene. De hecho, en la mayoría de los juzgados de Catalunya los magistrados especializados en violencia machista también deben hacerse cargo del resto de asuntos. Según el tamaño del partido judicial y de cuantos jueces haya, también se ocupan de casos de hurto o divorcios, por ejemplo. En este sentido, una juez de violencia machista que prefiere no publicar su nombre valora que ella asume ya una "competencia extra" desde que se dedica a esta especialidad. Por eso, a la espera de poder valorar el impacto del cambio en los próximos meses, augura que el grueso de trabajo que puedan suponer las nuevas competencias de la especialidad probablemente no superará lo ya asumido. En su caso trabaja en un partido judicial pequeño, donde las agresiones sexuales pueden ser "diez en un mes, pero afortunadamente otros meses son cero".
Refuerzos
En cambio, en la capital catalana sí hay jueces que se dedican exclusivamente a atender a la violencia machista. Hasta ahora son cinco, ya finales de año se creará una sexta plaza. Hasta entonces, habrá un juez de refuerzo para asumir el aumento de trabajo que se prevé. Este refuerzo no estará en funcionamiento este mismo viernes, pero fuentes del ministerio de Justicia apuntan a que ya se ha autorizado el gasto para crear la plaza. Durante estos tres meses, habrá también un juez de refuerzo en Lleida, que a finales de año también pasará a tener una plaza definitiva. El 31 de diciembre, coincidiendo con la tercera fase del despliegue de la ley de eficiencia, también se incorporará un juez más en Hospitalet de Llobregat y otro en Vilanova i la Geltrú.
En total, para cubrir el aumento de trabajo que supondrán las nuevas competencias, el ministerio ha aprobado crear en todo el Estado 50 plazas nuevas de juez de violencia machista (serán un 42% más de las que había hasta ahora) a más de 42 plazas de fiscal. Sin embargo, las plazas nuevas no llegarán a todos los partidos judiciales, por lo que la juez Zita Hernández prevé que las dificultades puedan ir "más allá" de los tres meses de impasse entre la asunción de nuevas competencias y la creación de plazas nuevas a finales de año.
El magistrado del juzgado de violencia sobre la mujer 1 de Barcelona, Carlos Pascual Alfaro, confía en que en la capital catalana el refuerzo les permita gestionar el aumento de trabajo que les espera. "Es lógico que seamos nosotros quienes llevemos estos delitos. Son muy similares a los de violencia de género por el enfoque, el tratamiento y las circunstancias", valora. Con todo, considera que asumir los delitos de tráfico de seres humanos para explotación sexual es lo que más cambio puede suponer en comparación con cómo han trabajado hasta ahora, ya que la investigación puede implicar intervenciones telefónicas, registros, o solicitudes de cooperación con otros países ante una red internacional: “Nosotros no llevamos instrucciones tan complejas. Son complejas. en la situación de violencia que sufre la víctima, pero no porque haya redes organizadas o blanqueo de capitales. Sale algo de lo que estamos acostumbrados".
¿Qué pasa con las víctimas menores?
El 31 de diciembre entrarán también en funcionamiento los tribunales de violencia contra la infancia y la adolescencia. Esta nueva especialidad se encargará de los casos en los que la víctima de un delito es menor. Esto ha abierto un interrogante sobre quién sería la competencia en caso de una agresión sexual. Por ejemplo, en caso de que una alumna sufra abusos por parte de un profesor o que una adolescente sea agredida por alguien que no es su pareja. Por ahora, no todos los jueces responden por igual a si estos casos deberían recaer en los nuevos tribunales de infancia (o, hasta que no se creen, en los juzgados de instrucción) o en los juzgados de violencia sobre la mujer.
"Hay quien defiende que una niña es una mujer y que, por tanto, si el agresor es hombre y la víctima es una niña, debe ir a violencia sobre la mujer", explica Zita Hernández. En cambio, tanto ella como Pascual Alfaro consideran que estos casos deberían recaer en los nuevos tribunales especializados en tratar con menores. Sea como fuere, distintas voces de la judicatura dan por hecho que esta controversia provocará que los jueces acaben elevando cuestiones de competencia a las audiencias provinciales para que fijen criterio, lo que en última instancia recaerá en el Tribunal Supremo.
La Fiscalía alerta de que le espera para un juicio en Catalunya supera "todo límite razonable"
La respuesta del sistema judicial a la delincuencia no sólo está "lejos de ser satisfactoria", sino que las listas de espera para un juicio en Catalunya "incrementan de forma que se distancian de cualquier límite razonable". Es el grito de alerta que ha lanzado este viernes el fiscal superior de Catalunya, Francisco Bañeres, frente a la plana mayor de la judicatura, la Fiscalía, los cuerpos policiales y el departamento de Justicia en el acto de apertura del año judicial. Ante esto, ha añadido, "no queda más que insistir e insistir a la administración para que dote de los recursos necesarios al servicio público de justicia en Catalunya, de forma que quede al menos igualada en la media" de todo el Estado.
Bañeres ha puesto como ejemplo las agresiones sexuales, en las que la investigación suele ser "relativamente sencilla" porque la mayor parte de las veces el sospechoso está identificado desde el primer momento. Sin embargo, a menudo se juzgan cuatro años después o incluso más tarde.