El levantamiento de los peajes reduce el número de accidentes mortales en las vías catalanas

La siniestralidad entre peatones y sobre todo entre motoristas no mejora

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El peaje de la Roca, a la AP7, cuando dejó de ser de pago

BarcelonaEn septiembre del año pasado se eliminaron los peajes de la AP-7, la AP-2, la C-33 y la C-32 Norte, y el resultado no solo se ha notado en el bolsillo sino también en la seguridad. Para comparar datos, el Servicio Catalán del Tráfico (SCT) se salta el 2020, porque la disminución del tráfico que comportó la pandemia lo hace un año demasiado extraordinario para las estadísticas. Con los datos del último trimestre de 2019, pues, se puede ver cómo han bajado un 12% los accidentes mortales respecto al último trimestre de 2021 (el primero sin peajes). En la C-17, por ejemplo, hubo cuatro accidentes mortales el último trimestre de 2019 y, en cambio, no ha habido ninguno durante el mismo periodo de 2021, según ha destacado esta mañana el director del Servicio Catalán del Tráfico, Ramon Lamiel.

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Los datos de accidentes mortales en la AP-7 (la vía más transitada de las que han dicho adiós a los peajes) también mejoran, a pesar de que no tanto. De los cinco accidentes mortales del último trimestre de 2019 se ha pasado a cuatro en el mismo periodo de 2021. Si se compara todo el año, durante el 2021 se ha lamentado la muerte de 12 personas en la AP-7, mientras que durante el 2019 fueron 15, y en 2010, 16. Esta autopista, sin embargo, ha vivido una semana fatídica con cuatro muertos en dos accidentes múltiples y, de hecho, el mes de enero ya registra 11 víctimas mortales en las carreteras catalanas.

Combatir los accidentes mortales es el principal objetivo de las autoridades, que tienen como hito marcado por la Unión Europa llegar al año 2050 habiendo dejado la cifra a cero. Para conseguirlo, hacen falta campañas informativas, radares, controles y sanciones. Y de momento, la tendencia es lenta pero positiva. Durante todo el 2021 en las vías catalanas (tanto en las urbanas como en las interurbanas) hubo 188 muertos. La cifra, a pesar de ser altísima, es un 22% inferior a la de 2019 (242) y un 65% más baja que la de 2010 (339). "Es una buena mala noticia", ha resumido el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, durante la presentación de los datos.

Esta mejora, sin embargo, es imperceptible sobre dos ruedas. En vías interurbanas, en 2021 un total de 46 motoristas se dejaron la vida sobre el asfalto, y en vías interurbanas la cifra es incluso superior a la de 2010, que fue de 41. Es el único vehículo en el que crece la siniestralidad en esta comparativa de diez años. En cuanto a los muertos que iban en coche, se ha bajado de los 142 de 2010 a los 59 de este 2021. Ante esta evidencia, el Servicio Catalán del Tráfico mantendrá las campañas de sensibilización pero intensificará el control y las sanciones. Para hacerlo, además de todos los medios que ya tiene a su disposición (como los radares o los controles), añadirá este 2022 tres motos espiell. "Son agentes de paisano que pasearán en moto por las zonas donde haya más accidentalidad para grabar y controlar a los motoristas", ha explicado Lamiel. Durante los días laborales, circularán por el área metropolitana de Barcelona y los fines de semana irán a las zonas donde se concentren los motoristas. Actualmente ya hay 11 coches que hacen estas filmaciones.

Además de la vigilancia policial, en Catalunya hay 242 radares interurbanos, 23 de los cuales se cambiarán de lugar para ayudar a reducir la siniestralidad. Además, durante este 2022 se pondrán 24 nuevos y cinco más de tramo, todos ellos repartidos entre la C-17, N-II y la C-14.

Los peatones son el otro colectivo que preocupa especialmente. Durante el año pasado han muerto 14 personas atropelladas en vías interurbanas, dos más que en 2019, pero cinco menos que en 2010 (19). Lamiel ha explicado que, de los 14 muertos, la mitad murieron atropellados en autopistas y autovías, que son lugares por donde los peatones no pueden circular, salvo que hayan sufrido alguna avería. El SCT estudia posibles campañas para recordar cómo es debido actuar en estos casos.

Los hombres parecen más "temerarios"

Para entender mejor los accidentes, el SCT ha buscado entre los datos acumulados y ha puesto atención a la diferencia de sexo. La subdirectora del SCT, Anna Pintor, ha destacado que entre las personas que conducían un 87% de los muertos eran hombres y un 13% mujeres. Entre los accidentados graves, también predominan los hombres, que representan el 72% del total. En cuanto a las infracciones, también están lideradas por los hombres. Los radares de velocidad indican que un 70% de los que van demasiado deprisa son hombres. Entre las sanciones por conductas temerarias los hombres todavía predominan más y llegan al 81%. Para acabar de interpretar correctamente estos datos, sin embargo, falta saber cuál es el porcentaje de hombres que hay al volante, puesto que si hay más hombres conduciendo es normal que tengan más accidentes. Los únicos datos oficiales que pueden ayudar a resolver esta duda indican que un 57% del total de carnés de conducir están en manos de hombres y un 43% de mujeres. Aún así, una cosa es tener carné y otra utilizarlo. A pesar de estas dudas, el conseller Elena ha remarcado que "hay un sesgo de género que marca un estilo de conducción".

En cuanto a las demarcaciones, Barcelona lidera, como es normal, el número de víctimas mortales tanto en vías urbanas como interurbanas, con un total de 83 (en 2019 fueron 127). Pero sorprende el registro de Girona, que, en lugar de reducirse, ha crecido y mucho. De 36 muertos en 2019 se ha pasado a 43 (un aumento del 19%). Lleida también sube, a pesar de que solo un 5%. En Tarragona, en cambio, el número de muertos ha bajado de 44 a 25. Lamiel ha explicado que en Girona "la movilidad se recuperó antes". Considerando el incremento de la actividad económica y el turismo, que comporta más vehículos, es fácil que haya más accidentes. En Tarragona, por el contrario, la movilidad se ha reducido.

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