Catalunya suspende las cenas en los restaurantes pero amplía las excepciones para moverse
Las nuevas restricciones estarán en vigor del 21 de diciembre al 11 de enero
BarcelonaMenos oferta horaria de bares y restaurantes. Esta es la restricción más importante que plantea el Govern para intentar enderezar los indicadores del coronavirus negativos y salvar las vacaciones de Navidad. También hay cambios en la movilidad, que será más permisiva de lo que era hasta ahora (con muchas excepciones que permitirán desplazamientos) pero más restrictiva de lo que tenía previsto el Govern antes de que los datos de la epidemia empeoraran. De momento, las medidas estarán en vigor entre el lunes 21 de diciembre y el 11 de enero, el día del retorno a la escuela, pero por el medio, el 28 de diciembre, se pueden reevaluar si los datos epidemiológicos continúan disparados.
Con todo, el plan de restricciones está acompañado de tantas excepciones para equilibrar contactos familiares, economía y salud que el paquete de medidas queda corto respecto a lo que reclaman los profesionales sanitarios, que alertan que el actual incremento de positivos y el aumento de la velocidad de transmisión se traducirán en pocos días con más presión sobre unos hospitales ya saturados.
Son restricciones “quirúrgicas”, en palabras del vicepresidente, Pere Aragonès, que con la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, han comparecido este viernes para justificar el “paso atrás” en la desescalada de esta fase. Los dos han coincidido al apelar a la responsabilidad individual para reducir al mínimo las interacciones sociales y superar esta fase "crítica" en la que se encuentra la epidemia en Catalunya. “Nos tenemos que preguntar «¿Es imprescindible hacer este encuentro?»”, se ha cuestionado Budó, para responder que la mejor opción es dejar pasar la cita hasta que los datos mejoren. “Hay que hacer un esfuerzo, tenemos la vacuna en la putna de los dedos”, ha subrayado la consejera.
Durante las próximas semanas se mantendrá el cierre perimetral de Catalunya, pero se permitirá la entrada y salida para trabajadores y para visitar familiares y personas del núcleo íntimo. En el interior del territorio, a partir del lunes, la comarca pasa a ser el perímetro en el que los vecinos se pueden mover libremente durante toda la semana y no solo durante el fin de semana.
Permiso turístico
Pero en este punto se abren las excepciones: al trabajo y la familia, el plan añade los viajes a segundas residencias o establecimientos turísticos –hoteles, casas rurales, estaciones de esquí– siempre que se hagan “con la burbuja de convivencia” y una vez en destino se sigan las normas establecidas. En la práctica, supone permitir un aumento de la movilidad para las familias que tengan posibilidades económicas y de alojamiento, una petición que también habían realizado los sectores turísticos.
Asimismo, se han atendido las demandas de las autoridades locales del Alt Urgell y Andorra, que hasta el 11 de enero se conforman como unidad comarcal. Por lo tanto, los residentes se pueden mover en el mismo nivel que las otras comarcas.
Toque de queda hasta la 1 para Nochevieja
Las reuniones sociales se limitan a seis personas como máximo, más allá de los festivos –24, 25, 26 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero–, en que se amplía hasta grupos de 10, siempre que sus integrantes formen parte de un máximo de dos burbujas diferentes. El toque de queda nocturno se mantiene desde 10 de la noche a 6 de la mañana, a pesar de que para estos días señalados en el calendario también se reajusta. La noche de Navidad y la de Nochevieja se permite la circulación por las calles hasta la 1 de la madrugada y para la de Reyes, hasta las 11 de la noche.
Los bares y restaurantes vuelven a ser los que más sufrirán en la nueva etapa, a pesar de que Aragonès ha subrayado que no supone que el Govern los señale como uno de los “sectores culpables” en el empeoramiento de los datos epidemiológicos registrado los últimos días.
Los locales sólo podrán atender los clientes en dos turnos: de 7.30 h a 9.30 h de la mañana para servir almuerzos y de 13 h a 15.30 h para las comidas. Fuera de estas franjas los establecimientos no tienen servicio de cara al público y para las cenas solo se podrán hacer menús para llevar –de 19 h a 22 h– o para servicio a domicilio –de 19 h a 23 h–. Budó ha explicado que se ha intentado garantizar el servicio para los trabajadores que se tienen que desplazar y no tienen otra opción que comer fuera de casa y también minimizar el impacto a la facturación.
El Govern mantiene un aforo máximo del 30% en el interior de los bares y las terrazas abiertas. Por mesa, el máximo de comensales será de cuatro personas, y se puede llegar hasta los seis en el supuesto de que sea una burbuja de convivencia. En todos los casos, entre mesa y mesa tiene que haber una distancia mínima de dos metros de seguridad. Aparte del momento de comer o beber, es obligatorio el uso de la mascarilla.
Centros comerciales
Una semana después de la reapertura de los centros comerciales se ha optado por dejarlos abiertos, pero se quiere evitar que sean un foco de aglomeraciones con clientes que van a pasar la tarde, ha defendido Budó. El Govern ha optado por mantener la actividad pero con ciertas restricciones para que los compradores no alarguen la estancia en exceso. Los restaurantes y los gimnasios que hay en los interiores de estos complejos tendrán que cerrar a partir de lunes y solo quedarán con la persiana abierta los comercios.
En las actividades al aire libre se mantienen el aforo máximo del 50%, mientras que en el interior se limita al 30% y con cita previa. Con excepción de las actividades acuáticas, en el resto es obligatorio practicar deporte con la mascarilla puesta.
Los equipamientos y actividades culturales se han salvado de nuevas restricciones y mantienen los aforos en vigor del 50% de la capacidad y con un máximo de mil personas.
Budó ha garantizado que a pesar de que no habrá cabalgatas ni “pajes reales a pie de calle”, los niños tienen garantizada la comunicación con Sus Majestades de Oriente y las ha animado a hacerles llegar sus cartas por internet, WhatsApp o los buzones reales habilitados por el territorio. Es una vía para asegurar las tradiciones pero el Govern insiste que esta no será una Navidad típica. Aragonès ha justificado las nuevas restricciones para frenar el virus y ha afirmado que se hará todo lo qué haga falta para frenar el coronavirus , “cueste lo que cueste”.
En esta línea, el Govern actuará con más mano dura y menos pedagogía para los que se salten las restricciones en esta nueva fase en la que Policías Locales y Mossos d'Esquadra reforzarán la vigilancia "No nos temblará el pulso a la hora de poner sanciones", ha advertido el consejero de Interior, Miquel Sàmper, que se ha limitado calificar las nuevas restricciones como las "más equilibradas" posibles en "el trinomio salud, economía y desgaste emocional".