Madrid y Rabat pactan devolver a los migrantes
La Guardia Civil recupera un cuerpo muy cerca de la playa del Tarajal
Enviats especiales en CeutaHaciendo el camino en sentido contrario al que emprendió el lunes, Rachid, un chico marroquí de 17 años, esperaba ayer en la larga cola en la frontera entre Ceuta y Marruecos para volver al país por su propio pie, después de comprobar que no podrán seguir su viaje hacia Europa. Derrotado, el chico miraba al suelo y hacía que no con la cabeza: “Nos han engañado”. Una tanqueta del ejército español, que ha asumido el control de los accesos en Ceuta, pasaba por delante de la fila, con los soldados cantando en señal de victoria. Los ganadores en la guerra contra los pobres.
España y Marruecos han acordado el regreso de todos los adultos que han entrado desde el lunes a Ceuta, nadando o a pie, en una decisión que cierra la crisis entre los dos países, al menos por ahora. Unos vuelven voluntariamente y otros obligados por la policía. Estas devoluciones se están haciendo de manera exprés, por acuerdo entre los dos países, y vulnerando la legalidad internacional, puesto que los afectados no tienen asistencia de un abogado que los informe de sus derechos o de un intérprete para explicar si han huido de situaciones de persecución o de una guerra y pedir protección internacional, si es el caso. En el caso de los menores, las autoridades españolas aseguran que se trabaja para que sean devueltos a sus familias.
Un cuerpo llevado por el agua
Al ladod de la frontera por donde ayer se practicaban las devoluciones, el drama seguía en la playa del Tarajal: el agua llevó casi hasta la arena el cuerpo sin vida de un hombre joven, que se cree que podría ser una de las miles de personas que intentaron llegar nadando en los últimos días al enclave español del norte de Marruecos. La Guardia Civil retiró el cadáver entre una nube de informadores que han pasado estos días cubriendo en directo, en este punto, los episodios de la crisis. A la espera de que la autopsia confirme la fecha de la muerte, sería la segunda víctima mortal de este episodio, después de que un hombre se ahogara el lunes.
En Ceuta, la policía ha intensificado la presión y ayer había batidas coordinadas de la Policía Local, la Nacional y la Guardia Civil que peinaban las calles para detener a los migrantes y devolverlos. Según informa el diario El País citando fuentes de la Delegación del gobierno español, 400 personas fueron detenidas ayer y devueltas a Marruecos.
Impacto interno
El ministro de Exteriores marroquí, Nasser Burita, habló ayer mismo por primera vez desde que empezó la crisis cargando contra Madrid y aseguró que “la verdadera causa de esta crisis es la entrada del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en territorio español”. Añadió que la embajadora de su país no volverá a Madrid hasta que Brahim Ghali no sea expulsado.
Pero la crisis también ha tenido un impacto interno, puesto que miles de marroquíes han visto cómo Rabat ha utilizado a sus hijos e hijas para sus disputas diplomáticas, animándolos a atravesar la frontera para presionar a Madrid. “¿Así trata un rey a sus súbditos? ¿Tenemos que pasar por toda esta humillación en la frontera española? Ojalá todo el mundo pueda marcharse y los ministros, el rey y su grupo se queden solos en este país, que solo nos da miseria”, decía indignada una mujer -muy valiente o muy inconsciente- ante las cámaras de una televisión de Tánger.