Los casos de trombosis reportados después de la vacunación con AstraZeneca son de uno por cada 300.000. "Es más frecuente el riesgo de trombosis venosa cerebral con anticonceptivos, que es del 2%, y nadie deja de tomar anticonceptivos", señala el jefe de la unidad de ictus del Hospital de la Vall d'Hebron, que explica, además, que detrás de las mujeres que han sufrido trombosis después de tomar anticonceptivos hay "un problema de coagulación de base".
Las trombosis reportadas por la vacuna de AstraZeneca -que han bautizado con el nombre de "trombocitopenia protrombótica inmune inducida por vacuna (VIPIT)"- se parecen a la trombosis inducida por heparina, aunque se trata, como ocurre con la vacuna, "de una complicación extraña". "Se pone en la ficha técnica del fármaco, pero no es motivo para no usar el fármaco o la vacuna", indica Molina. "Es mucho más frecuente con la heparina -de cada 80.000 casos, aproximadamente- que con la vacuna, pero se ha detectado en los ensayos clínicos y se trata. No se retira el fármaco porque los beneficios sobrepasan, con mucho, el problema" , añade este médico, que recuerda que el riesgo de trombosis si enfermas de covid es superior. "La combinación ictus y covid es de las peores que hay", dice. "Estas complicaciones pasan, y si miras el prospecto de cualquier fármaco te asustas, pero deben ponerlo y debe quedar documentado para la información de los pacientes", añade Molina, que insiste en que el beneficio de la vacuna contra el coronavirus está "muy por encima de ese pequeño porcentaje que puede sufrir procesos trombóticos". "La gente está preocupada por la información contradictoria, y con razón, pero el mensaje debe ser de tranquilidad porque esto es parte de la práctica clínica normal: todos los fármacos y vacunas tienen efectos secundarios, se evalúan y se sigue adelante", explica.