"Es más frecuente el riesgo de trombosis con anticonceptivos que con la vacuna"

Aclaramos algunas de las dudas generadas a raíz de los cambios en la vacunación con AstraZeneca

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Un vial de la vacuna de Oxford y AstraZeneca

BarcelonaLa Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha concluido que los trombos pueden ser un efecto secundario de la vacuna de AstraZeneca en casos muy raros y recomienda seguir con la vacunación, puesto que defiende que los beneficios superan los riesgos. No obstante, hay países que han modificado la pauta de vacunación, entre los cuales España, que ahora vacunará con AstraZeneca solo a los mayores de 60 años. Este extraño trastorno de coagulación se da en un caso por cada 300.000 habitantes "y en Europa hay 25 millones de personas que han recibido la vacuna", dice Carlos Molina, jefe de la unidad de ictus del Hospital de la Vall d'Hebron, que considera que esto no justifica la parada de la campaña de vacunación. "Pienso que es una decisión que no se ajusta a argumentos científicos que avalen la no vacunación a un determinado grupo de población. Hace unas semanas no se podía vacunar a los mayores de 55 años y ahora solo a los de más de 60 años, no hay una justificación científica robusta. El beneficio de la vacuna está muy por encima del potencial riesgo", asegura este médico. Hemos hablado con él para aclarar las dudas y temores que ha generado la vacuna de AstraZeneca.

¿Cuál es el riesgo de sufrir una trombosis inducida por la vacuna?

Los casos de trombosis reportados después de la vacunación con AstraZeneca son de uno por cada 300.000. "Es más frecuente el riesgo de trombosis venosa cerebral con anticonceptivos, que es del 2%, y nadie deja de tomar anticonceptivos", señala el jefe de la unidad de ictus del Hospital de la Vall d'Hebron, que explica, además, que detrás de las mujeres que han sufrido trombosis después de tomar anticonceptivos hay "un problema de coagulación de base".

Las trombosis reportadas por la vacuna de AstraZeneca -que han bautizado con el nombre de "trombocitopenia protrombótica inmune inducida por vacuna (VIPIT)"- se parecen a la trombosis inducida por heparina, aunque se trata, como ocurre con la vacuna, "de una complicación extraña". "Se pone en la ficha técnica del fármaco, pero no es motivo para no usar el fármaco o la vacuna", indica Molina. "Es mucho más frecuente con la heparina -de cada 80.000 casos, aproximadamente- que con la vacuna, pero se ha detectado en los ensayos clínicos y se trata. No se retira el fármaco porque los beneficios sobrepasan, con mucho, el problema" , añade este médico, que recuerda que el riesgo de trombosis si enfermas de covid es superior. "La combinación ictus y covid es de las peores que hay", dice. "Estas complicaciones pasan, y si miras el prospecto de cualquier fármaco te asustas, pero deben ponerlo y debe quedar documentado para la información de los pacientes", añade Molina, que insiste en que el beneficio de la vacuna contra el coronavirus está "muy por encima de ese pequeño porcentaje que puede sufrir procesos trombóticos". "La gente está preocupada por la información contradictoria, y con razón, pero el mensaje debe ser de tranquilidad porque esto es parte de la práctica clínica normal: todos los fármacos y vacunas tienen efectos secundarios, se evalúan y se sigue adelante", explica.

¿En qué consiste esta trombosis?

La trombosis venosa cerebral es una forma muy infrecuente de ictus, de la que se ven tres o cuatro casos al año. La VIPIT es una reacción inmunológica debida a un efecto secundario de un fármaco o una vacuna. Cuando se administra la vacuna se genera una respuesta autoinmunitaria de protección contra el covid, pero hay casos raros en los que también puede hacer una respuesta cruzada y generarse anticuerpos, que actúan también contra la estructura de las plaquetas. "Las plaquetas se aglutinan y disminuyen en número, y hacen un fenómeno trombótico en localizaciones inhabituales". Estos trombos se localizan en las venas abdominales y cerebrales, localizaciones poco frecuentes.

¿Se puede tratar la VIPIT?

Detectada en a tiempo, la trombocitopenia autoinmune inducida por la vacuna se puede tratar con inmunoglobulinas y detener así el proceso trombótico.

¿Cuáles son las señales de alarma?

Después de la vacunación es normal tener un dolor de cabeza leve, a las 24 o 48 horas, que se pasa con analgésicos, pero si este dolor de cabeza es muy intenso, no deja dormir, no pasa con analgésicos, va acompañado de vómitos y visión borrosa, empeora tumbado en la cama, es más intenso por la mañana que por la tarde y va acompañado de otras señales neurológicas, tales como pérdida de visión, pérdida de fuerza en el brazo o en la pierna y crisis epilépticas, entonces se debe consultar con el médico y hacer una valoración. Estos síntomas aparecen en las primeras dos semanas después de la vacunación.

¿Afecta más a las mujeres jóvenes?

El jefe de la unidad de ictus del Vall d'Hebron asegura que "no es exclusivo" de las mujeres. "Pero las mujeres tienen un porcentaje superior de respuestas autoinmunes, y la vacuna genera una respuesta de los anticuerpos que van en contra de la estructura de las plaquetas, lo que es más frecuente en las enfermedades autoinmunes, que son más frecuentes en mujeres que en hombres". Sin embargo, también hay un sesgo de selección, indica Molina, ya que en los últimos meses la gente mayor ha recibido mayoritariamente la vacuna de Pfizer y la más joven la de AstraZeneca.

¿Las personas con enfermedades autoinmunes o con riesgo de trombosis tienen más riesgo de sufrir este efecto secundario?

La vacunación de las personas con enfermedades autoinmunes, como el lupus o la esclerosis múltiple, no está contraindicada y no deben tener más riesgo de sufrir una trombosis inducida, asegura Molina. Las personas con trastorno de coagulación sanguínea tampoco deben tener un riesgo superior de trombocitopenia trombótica inducida por vacuna (VIPIT), "como tampoco tienen más riesgo de trombocitopenia inducida por heparina".

¿Qué pasa si ya has sufrido una trombosis antes por otro motivo?

Solo tienen que ir "con precaución" las personas que ya hayan sufrido antes una trombosis inducida por heparina, ya que el mecanismo desencadenante es muy parecido al de la trombosis inducida por la vacuna, según explica Carlos Molina. "Es el único caso a tener en cuenta, pero está muy cogido con pinzas, ya que son casos extraordinariamente infrecuentes".

¿Las personas que han recibido la primera dosis con AstraZeneca pueden ponerse la segunda?

Molina asegura que no hay suficientes datos de casos de trombosis con la segunda dosis y él es partidario de administrarlas. "Las personas que ya han recibido la primera dosis deberían estar tranquilas".

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