Mejoran las condiciones para atacar a la veintena de fuegos activos en España: ¿se podría haber evitado un episodio tan grave?

Los incendios en la Península evidencian que el abandono de los bosques es un gran peligro

Militares y bomberos retiran balas de paja en un campo cultivado de A Gudiña, en la provincia de Ourense.
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BarcelonaLa lluvia y la previsión de mejora de las condiciones meteorológicas permiten ser, por primera vez, optimistas y empezar a ver luz en el largo túnel de las últimas dos semanas, en las que han quemado ya 350.000 hectáreas en el noroeste de la Península. El de Jarilla (Cáceres), el mayor de la historia reciente en Extremadura, se ha estabilizado después de once días activo, y también se ha logrado controlar el de los Picos de Europa y varios focos en Ourense. Sin embargo, todavía quedan cerca de una veintena de fuegos activos que impiden los equipos de emergencia bajar la guardia y mucho menos cantar victoria: en Galicia se han declarado nuevos focos en Pontevedra y Lugo y en Castilla y León preocupan los incendios en la comarca de El Bierzo a causa del viento y la complicada .

La simultaneidad de los incendios forestales durante tantos días seguidos está complicando el trabajo de los Bomberos y de la unidad militar UME. La capacidad de estos efectivos se ha visto sobrepasada por la virulencia de las llamas, que han sido alimentadas por la fatal combinación de temperaturas anormalmente altas y baja humedadacumulación de masa forestal que acaba convertida en combustible. En total, los fuegos ya han arrasado más de 400.000 hectáreas, la mayor superficie quemada desde principios de siglo.

Juan Picos, profesor de ingeniería forestal de la Universidad de Vigo, avisa de que evitar fuegos es prácticamente imposible, aunque sí se puede hacer mucho más para que se pueda combatir las llamas con mayor facilidad y rapidez. En este sentido, advierte que los medios con los que se cuenta hoy para luchar contra los incendios son lo suficientemente buenos y eficientes, así que augura que "no se esperan grandes novedades tecnológicas". Ni mucho menos supone que signifique conformarse, sino que hay que invertir en mayor prevención para ahorrar presupuestos en extinción. La UE estima que cada euro invertido en prevención salva entre cuatro y siete euros de daños.

Tres hombres intentando detener las llamas en uno de los megaincendios declarados en Galicia.

La crisis medioambiental se concentra en el noroeste de la Península, entre Portugal y las comunidades de Galicia, Castilla y León y Extremadura y responde, según los expertos, a los llamados incendios de sexta generación que desde hace años preocupan a los equipos de emergencia por la dificultad de ser controlados y extinguidos, pese a la dedicación de numerosos efectivos materiales y personales, porque avanzan con una enorme velocidad e incluso crean sus propias islas meteorológicas.

Si bien la actual zona afectada se enmarca dentro de la llamada España despejada por la constante despoblación, para el especialista señalar esta tendencia es un error porque los grandes incendios se producen también junto a ciudades superpobladas como Los Ángeles. Hawai, California, Australia, Valparaíso o el último gran incendio de Els Ports, en el Baix Ebre. Todos ellos son algunos de los grandes fuegos que tienen un comportamiento distinto, propio de la emergencia climática global. En cualquier caso, estos nuevos incendios comparten "patrones" en los que se aprecian "dos inercias": la del cambio climático y la de "décadas de abandono de actividades" en bosques y campos que provoca que hoy haya más biomasa forestal que nunca.

Gestión sostenible en la España despoblada

Desde Zamora, Olga González Raposo, gerente de la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (FAFCyL, en castellano), explica que llega el humo de los fuegos que arden a kilómetros de distancia. La entidad representa a 50.000 propietarios forestales que suman medio millón de hectáreas y trabaja para fomentar la "cultura forestal" para una "gestión sostenible". En las últimas décadas, la comunidad castellano-leonesa ha perdido población y, al mismo tiempo, también terreno trabajado por agricultores y ganaderos y la industria de la madera, que ayudan a limpiar los campos.

"Nos encontramos con que no somos capaces de gestionar tanta masa forestal" sobre todo porque es una comunidad con pequeños ayuntamientos y propietarios, relata González Raposo, y apunta que los campos que se dejan de gestionar son un "gran riesgo". Pese a las ayudas de la Junta de Castilla y León, González asegura que es insuficiente, por lo que reclama centrarse en introducir una "nueva gobernanza" forestal que apueste por más ayudas para la gestión o implante iniciativas como la de rebaños profesionalizados, como se hace en Catalunya.

Conscientes de que sólo no saldrán adelante porque hoy en día la explotación de los bosques es deficitaria económicamente, la FAFCyL plantea también incentivos fiscales o pagos por servicios ecosistémicos para compensar los costes de los que se quedan a defender y trabajar la tierra. "Hay que entender que una catástrofe como la de los fuegos desencadena una pérdida en cadena de fauna, de calidad del agua, del aire, de los ecosistemas y de las actividades laborales, aparte de posibles vidas humanas y viviendas", subraya.

Ante estas propuestas, el profesor Picos señala que la prevención no debe centrarse sólo en la de tener los campos limpios del exceso de biomasa. Afirma que se debe avanzar hacia "la prevención estructural" en la que deben tomar conciencia "desde el último ciudadano hasta el primer mandatario", sin olvidar el poder de las "buenas decisiones de consumo". ¿Cómo se pone en práctica esto? Por ejemplo, optando por comprar productos de km 0 que ayuden a campesinos y ganaderos a quedarse en los territorios y contribuir a que la suya sea una actividad rentable. "No podemos continuar como sociedad pidiendo a los bomberos que vayan a campos de batalla para poner en riesgo su vida, sino que debemos facilitarles las condiciones para que ganen", ilustra.

¿Los fuegos, en la próxima conferencia de presidentes autonómicos?

El presidente español, Pedro Sánchez, ha planteado este viernes que en la próxima conferencia de presidentes, que debe tener lugar antes de terminar el año en Asturias, se aborde un posible pacto de estado contra la emergencia climática que contribuya a prevenir incendios como los de este verano. En una atención a los medios desde el Centro de Mando Avanzado de Degaña, afirmó que este encuentro debe servir para "definir e implementar políticas de prevención, respuesta y reconstrucción cuando se produzcan calamidades". Además, el gobierno español creará una comisión interministerial liderada por la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, para preparar el pacto de estado.

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