El retraso en las renovables condena a Catalunya a depender en un 80% de proyectos de Aragón
Patronales y profesionales de los sectores catalanes piden al Govern acelerar y simplificar más la tramitación
BarcelonaCatalunya ha pasado de la parálisis total a un adelanto lento e insuficiente en la tramitación de instalaciones de energías renovables en el último año. A pesar de los proyectos eólicos y sobre todo solares reactivados después de que se aprobara el nuevo decreto del Govern (el 24/2021), entidades y patronales del sector avisan que "el colapse administrativo" persiste en la Generalitat y que, si no se revierte, Catalunya está condenada a hacerse hacer la transición energética desde fuera, concretamente y sobre todo desde Aragón, donde avanzan a mejor ritmo grandes proyectos tramitados vía ministerio.
Hoy hay peticiones en marcha para evacuar energía a subestaciones eléctricas catalanas por una potencia de más de 9.000 MW, pero solo el 14% corresponde a proyectos eólicos sobre los cuales la Generalitat tiene la última palabra. Un 80% de las solicitudes pendientes son de grandes instalaciones que se ubicarán en Aragón, pero que piden al gobierno español la evacuación energética (vía líneas de muy alta tensión) hacia Catalunya. Según el presidente de Eoliccat, Víctor Cusí, este factor, unido al hecho que pequeños proyectos se agrupen para poder tramitarse en Madrid e ir más rápido, hace cada vez más plausible un escenario 2030 en que el 94% de la energía renovable que se consuma en el país se importe de fuera del territorio.
"La situación todavía se puede revertir. ¿Cómo? Tramitando proyectos aquí, ocupando esta capacidad con propuestas más factibles", ha subrayado Cusí, que ha lamentado que el Govern tiene muchas peticiones "en la sala de espera" que se tendrían que acelerar. "Los 1.412 MW de proyectos de más de 5 MW que han pasado a información pública hasta hoy son solo una pequeña parte de los que han estado parados por la inacción administrativa", lamentan en un comunicado conjunto las entidades que forman parte del Observatori de les Energies Renovables de Catalunya.
Cusí ha recalcado que en el caso de la eólica no se ha aprobado ningún proyecto partiendo del nuevo decreto, y esto hace descartar que se pueda iniciar la construcción de nuevos parques "a corto plazo". Al horizonte, ha añadido, hay cinco parques eólicos que se arrastran "de hace 10 años", que cuando se terminen aportarán 128,5 MW, pero a pesar de las buenas noticias que representan, el ritmo es "insuficiente" para llegar a los objetivos que se ha propuesto la misma Generalitat para el 2030. En todo el año pasado, concluye, no se incorporó ni un solo MW nuevo eólico en Catalunya.
Según los cálculos del Govern, recogidos en el plan Proencat 2050, cada año hasta esta fecha se tendrían que implantar 757 MW fotovoltaicos, 440 MW eólicos y 87 MW de autoconsumo fotovoltaico, pero la realidad del año pasado fue esta: sumadas todas las fuentes renovables, el aumento de capacidad instalada en el país fue de 88,74 MW. Con este ritmo, el 94% de la energía renovable que hará falta el 2030 tendrá que venir de fuera, cosa que hace todavía más crítica una dependencia energética que hoy (con las fuentes tradicionales y no verdes) ya es del 84%, vaticina el Observatori.
Para Cusí, el secreto son más recursos para tramitar proyectos y también simplificar algunos pasos como por ejemplo las autorizaciones ambientales, que son los que tardan más. Ha recordado que el ministerio dio poder a las comunidades autónomas para acelerar algunos procesos, pero que la Generalitat solo ha abierto esta vía para los proyectos más pequeños (de menos de 5 MW) cuando podría ampliarlo a otros y ayudar a deshacer el tapón actual.
En cuanto a las instalaciones fotovoltaicas, el sector sí que reconoce "una tendencia a la mejora" con 11 parques nuevos autorizados para empezar las obras. "Pero todavía son demasiado pocos para recuperar el tiempo perdido", subraya Daniel Pérez, representante de la Unión Española Fotovoltaica en Catalunya (Unefcat).
El autoconsumo, la mejor noticia
De todo el balance del 2021, seguramente la buena noticia más rotunda es el aumento del autoconsumo. Las 12.776 nuevas instalaciones solares fotovoltaicas de autoconsumo, con una potencia de más de 87 MW, son un 72% más que las que se instalaron en 2020. "I en 2022 será todavía mejor", aventura Pérez. Aun así, de nuevo, el camino por recorrer es grande: hoy estas instalaciones cubren el 0,6% de la demanda eléctrica, cuando su potencial puede llegar al 8%, según ha previsto la Unión Europea.
La realidad del consumo energético al país el año pasado fue de clara remontada después de un 2020 fuertemente marcado por la pandemia del coronavirus. La demanda eléctrica creció un 1,4%, hasta los 44,66 TWh, a pesar de situarse todavía lejos del pico del 2019, en el que llegó a 47 TWh. Las nucleares, esenciales para satisfacer esta demanda, cubrieron más del 52% del total, una aportación siete veces superior a la de las instalaciones hidráulicas, casi nueve veces más de lo que aportaron parques eólicos y 62 veces más de lo que salió de huertos fotovoltaicos.