Dos millones de euros: el sobrecoste del contrato irregular de los Bomberos

En solo seis años el Govern ha aprobado ocho gastos extras a Iturri

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Primer plan de un vehículo de los Bomberos de la Generalitat aparcado en la sede central de Bellaterra.

BarcelonaLa investigación judicial por el mantenimiento de los vehículos de los Bomberos de la Generalitat ha evidenciado las irregularidades de un contrato que, en los veinte años que hace que dura, siempre ha ganado Iturri. Un ejemplo de este mal funcionamiento es que en los últimos seis años el Govern ha aprobado ocho reconocimientos extrajudiciales de crédito, que es como se denomina a una figura –que en principio es excepcional– para pagar a una empresa más dinero del que pone en el contrato. Según la documentación obtenida por el ARA, con una petición de acceso a la información pública, se han pagado más de dos millones de euros extras a Iturri por este servicio.

Los primeros reconocimientos extrajudiciales de crédito se aprobaron en diciembre de 2016, con el Govern de Junts pel Sí y Jordi Jané de conseller de Interior. Aquel año se había vuelto a adjudicar el mantenimiento de los vehículos de los Bomberos a Iturri, pero habían quedado pendientes facturas de los contratos anteriores, que habían acumulado sobrecostes. Para cubrirlo, el Govern pagó cuatro gastos extras: uno de 46.327 euros y uno de 155.763 euros por revisiones y reparaciones previas a los contratos y uno de 168.044 euros y uno de 124.846 euros por actuaciones “adicionales” e “imprevistas de gran envergadura”.

Es la primera demostración de que el servicio empezaba a hacer aguas, porque se tenía que añadir dinero. Las actuaciones “adicionales” e “imprevistas” se atribuían a un envejecimiento de los vehículos, que hacían que las reparaciones fueran más frecuentes y costosas. En diciembre de 2019 se aprobaron los siguientes reconocimientos extrajudiciales de crédito con el Govern de Junts y ERC y Miquel Buch de conseller de Interior. Fueron tres gastos extras: uno de 33.399 euros, uno de 292.496 euros y uno de 126.221 euros por el mantenimiento de 2017 y la mitad de 2018. Esto coincidió con el hecho de que el contrato que había vuelto a ganar Iturri en 2017 se anuló porque la otra empresa que optaba lo recurrió en el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público.

Lejos de solucionarse, el sobrecoste más importante se estaba cociendo y ha derivado en la investigación judicial. En enero de este año se aprobó el octavo reconocimiento extrajudicial de crédito con el Govern de ERC y Junts, y Joan Ignasi Elena de conseller de Interior: se ha pagado un gasto extra de 1.218.616 euros a Iturri por el mantenimiento de 2021. ¿Por qué el importe es tan alto? El secretario general de Interior, Oriol Amorós, argumentó hace dos meses en el Parlament que la deuda de 2020 “se traspasó” a 2021 porque se falsearon facturas.

Un problema desde 2015

Según Amorós, el “déficit crónico de financiación” del contrato por el mantenimiento de los vehículos de los Bomberos empezó en 2015 y desde entonces se ha repetido: “Cada año que se agota la partida, los vehículos se siguen reparando y se recurre cíclicamente a expedientes de reconocimiento de deuda”. Pero en 2020, en lugar de “resolver” el sobrecoste con el uso de esta figura, se trasladó “el problema” al año siguiente, dijo Amorós. Aseguró que “hay varios elementos que permiten afirmar” que el presupuesto se acabó en mitad de 2020 y que el 1 de enero de 2021 se acumulaba una “deuda” con Iturri de 1.589.060 euros. Además, el 31 de marzo de 2021 ya se había gastado el 71% del presupuesto de todo el año.

Amorós advirtió que, “sea por la escasez de presupuesto o por el poco control en la ejecución del gasto”, cuando se había agotado el dinero del contrato se autorizaban igualmente reparaciones para mantener operativa la flota de vehículos de los Bomberos. Esto provocaba que se hicieran facturas fuera de presupuesto que solo se podían pagar de manera “irregular”, explicó Amorós: manipulándolas o con la certeza de que la empresa ganaría el nuevo contrato o se le prorrogaría, “porque si no es difícil entender que pueda aceptar que esta deuda quede pendiente”. La única alternativa era el reconocimiento extrajudicial de crédito, pero el 2020 no se hizo.

El presupuesto anual del contrato ha oscilado entre 1.200.000 euros, desde que en 2001 se decidió externalizar este servicio, y 4.800.000 euros, cantidad que, según Amorós, tendría que tener para cubrir todos los gastos.

Las facturas, la médula

Los tres cargos y excargos de Bomberos investigados que han declarado hasta ahora (el exdirector de emergencias, Manel Pardo; el subdirector técnico de Bomberos, Antonio Ramos, y el subinspector Màxim del Valle) siempre han defendido que el origen del problema es que el contrato de mantenimiento con Iturri estaba infradotado, porque no se aumentó suficiente el presupuesto para cubrir el ritmo de envejecimiento de la flota de vehículos del cuerpo, que prácticamente no se renovó. Tanto ellos como el gerente de Iturri, Eduardo Díaz Hervás, justifican que esto hacía que cada vez el contrato se agotara antes y que algunas facturas se pagaran a destiempo.

A pesar de todo, niegan que se falsificaran estos documentos, como apuntan los investigadores, que están revisando todas estas facturas para garantizar que se hicieran por trabajos reales y que todos los conceptos fueran correctos. También alegan que ellos no elaboraban estas facturas, sino el área de gestión económica, porque su cargo era técnico y se limitaba, insisten, a enumerar las reparaciones que eran necesarias.

Un bombero de la Generalitat con el uniforme.

En cambio, la tesis que parece haber perdido más fuerza es la de la existencia de comisiones. También los testigo niegan que alguien se enriqueciera con todo ello y hablan de desbarajuste. Una de las sospechas de los investigadores es una anotación relativa a un 2% que Pardo habría hecho en uno de los contratos. Pardo declaró ante la juez el 25 de febrero pasado y aseguró que este 2% hacía referencia únicamente a un porcentaje de gasto variable que se había pagado a la empresa desde 2012 por las reparaciones imprevistas que quedaban fuera del contrato.

La otra sospecha proviene de algunos viajes que Iturri habría pagado a los investigados, entre ellos la decena que hizo del Valle en Sevilla, donde la empresa tiene la sede. El viernes el subinspector intentó justificarlos explicando que eran para probar los productos que se compraban en Iturri. ¿Y por qué los pagaba la firma sevillana? Según declaró del Valle, quisieron incluirlo en los contratos para que Interior no tuviera que pagar aparte también por estas pruebas.

Otra cosa es la credibilidad que den la Fiscalía y la jueza a estos extremos. La magistrada mantiene la causa abierta por falsedad documental, fraude a la administración, prevaricación y malversación de dinero público.

Casi 120 millones adjudicados en 25 años, más de la mitad durante los dos últimos
  • Contratos a diferentes departamentos, sobre todo Interior El primer contrato de Iturri con la Generalitat data de 1997, lo adjudica el antiguo departamento de Gobernación –de quien inicialmente dependían los cuerpos de seguridad y emergencias– y suma 37.379 euros. Un año después obtiene la primera gran adjudicación, la compra de veinte vehículos de autobomba pesados para los Bomberos por valor de 3 millones de euros. Desde entonces, de acuerdo con los datos obtenidos por el ARA a través de Transparencia, la firma sevillana ha conseguido cerca de medio millar de adjudicaciones de diferentes departamentos, sobre todo de Interior, por valor de 98 millones de euros (sin IVA), y hay un último gran contrato –adjudicado el 29 de diciembre de 2021, pero todavía no formalizado– por casi 18 millones más, una adjudicación para el suministro de vehículos de diferente tipología para los Bomberos. Si este último contrato se acaba formalizando, en los últimos dos años se habrá adjudicado más de la mitad de los 120 millones totales.
  • Vestuario también para los hospitales y derivados del coronavirus Uno de los principales encargos sostenidos en el tiempo es el vestuario, no solo para los Bomberos y los Mossos d'Esquadra, sino también para los hospitales de la red pública: de batas a gorritos para neonatos, pasando por varios contratos de emergencia derivados de la pandemia del coronavirus; de 20.000 mascarillas FFP2 para los trabajadores de Ferrocarriles o más de 140.000 para los del Sistema de Emergències Mèdiques (SEM) a equipos de emergencia para el Clínico, batas, guantes o colchones para las unidades de críticos de los hospitales. En total, 50 contratos en 2020 por una suma de 6.837.551,84 euros.
  • Compras según el color político y el salto con la pandemia Durante el primer gobierno tripartito, justo unas semanas antes de las elecciones de 2006, se adjudicó a través de un procedimiento abierto el hasta entonces contrato más abundante de la Generalitat a Iturri. En este caso fueron más de 3,5 millones de euros para comprar vestuario para el SEM. En los siete años del tripartito la compañía andaluza percibió de los diferentes departamentos y organismos de la Generalitat 17 millones. Durante los años posteriores, con ejecutivos de Convergència i Unió y Junts pel Sí, las cifras se mantuvieron estables, sin que el cambio de color político significara un gasto superior e incluso en 2012 el volumen de negocio con la administración autonómica catalana cayó hasta los 22.000 euros. Es en 2020 cuando las adjudicaciones se disparan hasta los 45 millones de euros, sobre todo por la compra de 92 vehículos por parte de los Bomberos, un único procedimiento por valor de 33,5 millones, y los grandes contratos de emergencia –sin necesidad de concurrencia, de más ofertas– para obtener material de protección para los trabajadores públicos. Precisamente, según los datos de la propia compañía, en 2020 Iturri incrementa en 100 millones su cifra de negocios, hasta llegar a los 350. Es en el año de la pandemia cuando el grupo empresarial da un salto cuantitativo muy alto en la cifra de ingresos y dispara las ventas después de una serie de ejercicios con un crecimiento moderado.
  • Centralización que favorece a empresas con más estructura Fuentes conocedoras del sector explican que uno de los motivos por los que Iturri ha ido ganando peso a la hora de llevarse grandes licitaciones del sector público es la centralización de los procesos de adjudicación, derivado de la ley de contratos. Antes muchas licitaciones las hacían cada una de las áreas territoriales de los cuerpos policiales o de bomberos en las que está dividida Catalunya, dando acceso en los procesos a empresas locales. En cambio, a medida que las adjudicaciones son más grandes y alcanzan todo el territorio, muchas compañías no pueden optar y, en cambio, son empresas con una estructura más grande, como Iturri, las que acaban participando y ganando. Esto también hace, por ejemplo, que en el mantenimiento de los vehículos de los Bomberos solo haya tenido competencia en contadas ocasiones.
  • No solo grandes importes, sino también contratos menores A pesar de ser una compañía de fuera de Catalunya, Iturri ha sido una empresa siempre presente para muchos órganos licitadores. Así, a través de los contratos menores, ha percibido más de 620.000 euros a lo largo de los últimos 25 años.
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