Dos años de prisión y de inhabilitación para el Mosso que agredió a un periodista en el desalojo del Banc Expropiat

BarcelonaLa Audiencia de Barcelona ha condenado a dos años de prisión y ha decidido inhabilitar al agente de los Mossos d'Esquadra que, en 2016, agredió al periodista de La Directa Jesús Rodríguez después del desalojo del Banc Expropiat en el barrio de Gràcia de Barcelona. Considera que el agente es penalmente responsable de un delito de lesiones y de haber usado un instrumento peligroso (la porra) con el agravante de hacer prevalecer el carácter público de su cargo y remarca que en el momento de los hechos ni la víctima ni las personas que estaban a su lado manifestaban una actitud violenta que pudiera justificar la agresión. Mientras dure la condena de prisión, el agente quedará inhabilitado de la posibilidad de ejercer su trabajo como policía. Ha sido absuelto, en cambio, de un delito contra los derechos individuales porque la víctima no iba identificada como periodista ni consta que el policía supiera que lo era. El agente o la Generalitat tendrá que pagar 7.265 al reportero. También tendrá que abonar los 7.286 euros de responsabilidad civil subsidiaria de la Generalitat. La abogada, Anaïs Franquesa, de Irídia, ha valorado "muy positivamente" la resolución porque asegura que confirma que la agresión policial "no estaba justificada" y que el agente condenado fue el único que persiguió el periodista. "No hubo ningún acceso, sino que era una actuación injustificada", ha concluido.

Los hechos pasaron la noche del 25 de mayo, la tercera noche de disturbios provocados por el desalojo del llamado Banc Expropiat, una antigua sucursal bancaria cerca de la plaza Revolució. Cuando ya hacía horas que había incidentes, una mujer de edad avanzada y vestida de blanco se encaró a los antidisturbios y les recriminó que no pudiera pasar por la calle Mare de Déu dels Desemperats, que desembocaba en la plaza y el banco. La mujer levantó la visera del casco del jefe del dispositivo policial y este la empujó y la tiró al suelo. La escena fue grabada y fotografiada por varios periodistas que había en la zona.

Acto seguido hubo un lanzamiento de una botella de vidrio desde la zona de los manifestantes hacia los policías, seguido de otros lanzamientos, así como una valla metálica que rompió el tendón de Aquiles de un caporal de la Brimo, supuestamente lanzada por un fotoperiodista. Esto provocó que la línea policial, formada por agentes con escudo y un agente con la porra justo detrás de cada uno, avanzara hacia la plaza en dirección a los manifestantes, y cargara contra algunos de ellos. Varios periodistas se situaron en los laterales de la calle, aprovechando las entradas de portales y comercios.

Según la sentencia, el agente detrás del escudero que estaba más cerca de la pared derecha de la calle, subiendo hacia la plaza, pasó por delante de unos periodistas y los amenazó con la porra. Levantaron los brazos diciendo que eran periodistas, pero el Mosso fue directamente hacia la víctima, Jesús Rodríguez, que en aquel momento no llevaba puesto el brazalete de prensa, y le dio un golpe de porra en el muslo. Lo siguió persiguiendo hasta la plaza. Allí la línea policial se paró, pero el agente la sobrepasó para golpear una última vez el periodista. El golpe le rompió el dedo anular de la mano, lo cual le impide flexionarlo totalmente.

La Fiscalía rebajó la petición final de dos años y nueve meses de prisión a dos años, y la acusación particular de cinco años a cuatro, teniendo en cuenta las dilaciones. Por su parte, la defensa pedía la absolución del agente, o, en todo caso el eximente completo por actuar en defensa propia, por necesidad y cumplimiento del deber, o una pena mínima por el atenuante de dilación.