Infraestructuras

La letra pequeña del traspaso de Rodalies

PSOE y ERC sellan un acuerdo para culminar progresivamente la transferencia completa del servicio

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Un tren en la estación de Puigcerdà, en una imagen de archivo

MADRIDEn 2009 se cerró un primer capítulo con Rodalies. Ese año, Estado y Generalitat acordaban el traspaso de la planificación de los servicios (horarios y tarifas). Pero con el tiempo, después de un goteo de incidencias y retrasos, así como de falta de inversión, ese paso ha dado corto. Al menos a ojos de la Generalitat, que año a año ha exigido el traspaso "completo": titularidad, vías y catenarias y los recursos económicos necesarios.

Este es el segundo capítulo de Rodalies, abierto desde hace más de una década, que a priori PSOE y ERC han cerrado este jueves, en el marco de las negociaciones para investir a Pedro Sánchez. Sin embargo, más allá del compromiso político, el traspaso tangible de Cercanías no será inminente y, por tanto, tampoco el cierre de esta carpeta. De hecho, la "culminación" se alargará durante la legislatura. "El acuerdo todavía está caliente y hay algunos detalles que deben concretarse", asumían este jueves por la noche fuentes del Govern. Estos son los deberes a partir de ahora:

Nueva empresa pública

La principal novedad es la creación de una empresa de titularidad pública llamada Rodalies Catalunya que en un futuro –no se fija una fecha– aspira a ser la actual Renfe en Catalunya. Esta empresa tendrá una representación "paritaria" entre Renfe y el Govern, aunque el último tendrá "voto de calidad" a través del presidente, sostienen fuentes de la Generalitat. Sin embargo, como cualquier empresa deberá constituir unos estatutos y será en éstos donde aparecerá la letra pequeña. De momento, se sabe que en las decisiones "estratégicas" hará falta una "mayoría calificada".

Mientras no se ponga en marcha la empresa, Renfe seguirá siendo el operador. No se prevé que en este lapso de tiempo se firme un contrato programa entre Generalitat y Renfe para sus servicios.

Funciones de operador

Esta nueva empresa se dotará de recursos materiales y humanos para operar el servicio. Cabe recordar que actualmente Renfe es la operadora pública española que gestiona los trenes y el transporte de pasajeros y mercancías (tanto en trenes convencionales como de alta velocidad). También es la responsable del mantenimiento de la flota.

Este proceso no será ni mucho menos inmediato porque de entrada Renfe tendrá que segregar su músculo en Catalunya, lo que afecta sobre todo a la plantilla. "Se facilitará la flexibilidad laboral entre ambas [empresas] y se respetarán los derechos adquiridos por los trabajadores", afirman fuentes del Govern, que no concretan cuántos empleados pueden verse afectados. Este mensaje se ha enviado para dar tranquilidad a los empleados, que ya han mostrado recelos en el acuerdo.

¿De cuánto dinero hablamos?

Actualmente, el ministerio de Transportes abona a Renfe, como operador, el dinero del que cuesta mantener el servicio (déficit de explotación). Con el traspaso, el dinero irá a parar a la nueva empresa. Sin embargo, mientras no esté creada, ya se abonarán a la Generalitat que, después, les pagará a Renfe (según fuentes del Govern, el próximo año serán unos 335 millones de euros). Las próximas anualidades se calcularán año a año a través de una comisión entre el Estado y la Generalitat. También se sufragará la deuda existente con Renfe en el marco del Plan de Acción (132 millones de euros).

Vías: traspaso de tramos

Adif, dependiente del ministerio de Transportes, es la propietaria de la mayoría de vías y del material ferroviario. Aunque la Generalitat "no renuncia" a ningún tipo de vía, el acuerdo sólo menciona algunas y se deja claro que serán las exclusivamente de Cercanías. De entrada, por tanto, quedan fuera las que sirven para el transporte de mercancías. Hay que tener en cuenta que desde siempre Madrid sólo ha estado dispuesta a segregar algunas vías de la red, porque otras, alega, son "infraestructuras de interés estatal": conectan con Francia y con otras comunidades autónomas.

En el acuerdo se dice que el traspaso incluirá, "como mínimo, la línea del Maresme de la R1, la línea Papiol-Hospitalet-Vic-Puigcerdà de la R3 y la línea Sant Vicenç de Calders de la R2". Esto no puede confundirse con toda una línea, sino que se negociarán los "tramos" de infraestructuras que se traspasarán y que se definirán en un documento final.

¿Más puntualidad?

Los astros no están precisamente alineados para que el acuerdo de este jueves se traduzca, como mínimo a corto plazo, en menos quebraderos de cabeza para los usuarios de Rodalies en cuanto a la puntualidad y las incidencias. Si algo marcará el año 2024 será el alud (sabido y anunciado) de obras, necesarias para mejorar una infraestructura que arrastra una falta de inversión y ejecución desde los años 2000. Entre las vías afectadas se encuentran la R3 y el su desdoblamiento. Pero también las obras de la Sagrera y las de la estación de Arc de Triomf –un proyecto clave para las líneas R1, R3 y R4.

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