Renfe afronta un otoño con obras en casi toda la red: "Tenemos un máster de paciencia"

Tarragona / Molinos de ReyLos viajeros de Renfe deben esperar una vuelta a la rutina con un calendario de obras incierto. Por un lado, Adif (la empresa encargada de las obras y de la explotación de las vías) empezará, en las Cercanías del Camp de Tarragona, la actuación más compleja de este otoño, que debe sumarse a las que ya están en marcha en el área de Barcelona y que deben acabar pronto. Por otra parte, en cartera existe una retahíla de actuaciones en toda la red que pueden convertir los trayectos en una auténtica gincana. "Tenemos un máster de paciencia", confirma un viajero que utiliza la R-4. Admite que afronta septiembre con "el miedo a volver a tener viajes al infierno". En esta línea hace tres años que se realizan obras que reducen la frecuencia, que se suspenden trenes e incluso que cierran tramos. La situación dramática se hace extensible a toda la red. Pese a que ha habido un esfuerzo inversor en los últimos dos años, el déficit de inversiones histórico por renovar la infraestructura hace que el servicio arrastre tantas incidencias como una insatisfacción permanente de los sufridos viajeros. "Nosotros ya estamos acostumbrados a fichar tarde en el trabajo, a cenar a las 11 o que anulen un tren que ves anunciado", afirma resignada otra usuaria, que admite que, si pudiera permitirse económicamente, cogería el coche y olvidaría el tren.

En este calendario Renfe se prepara para un otoño muy complicado en el Camp de Tarragona debido a diferentes obras para hacer crecer el Corredor Mediterráneo que carecen de precedentes en los últimos años, según destaca la compañía. Las afectaciones más importantes empezarán el 30 de septiembre y dejarán sin trenes de Cercanías el tramo entre Tarragona y Barcelona. Habrá hasta cinco líneas afectadas durante cinco meses, siempre que las obras acaben cuando está previsto, el 2 de marzo del próximo año. Los viajeros más afectados son los de los trenes que pasan por Tarragona (algunos de ellos terminan en Lleida o en las Terres de l'Ebre). Se trata de una zona donde la red de Cercanías ya suele funcionar mal sin necesidad de obras, lo que hace que algunos usuarios se teman lo peor: "¿Pero alguien puede creerse que esto funcionará bien?", se pregunta Conchita Rodríguez , usuaria de Cercanías, mientras espera en el andén de la estación de Tarragona un tren que acaba saliendo con 45 minutos de retraso. Sin embargo, Renfe lleva meses trabajando junto al Gobierno de la Generalitat para ofrecer a los viajeros trayectos alternativos mientras duren las afectaciones y piensa destinar 26,5 millones.

El túnel de Berà

Las obras que implican todos estos quebraderos de cabeza irán a cargo de Adif y están en el túnel de Roda de Berà y en las estaciones de Tarragona, Altafulla, Torredembarra y Sant Vicenç de Calders. Esto implica que todas las líneas que van hacia el sur quedarán interrumpidas en Sant Vicenç de Calders, es decir, las líneas R14, R15, R16, R17 y RT2. El grueso de los viajeros afectados por estos cortes se podrán trasladar desde Tarragona hasta Sant Vicenç de Calders con los 84 autobuses que contratará Renfe y que realizarán cada día 600 trayectos, lo que supone unas 30.500 plazas. Habrá autocares que comunicarán directamente Tarragona con Sant Vicenç de Calders y otros que lo harán con paradas intermedias. También los habrá que comunicarán Sant Vicenç de Calders con Salou y Port Aventura. Según Renfe, los viajes de estos autocares estarán sincronizados con la red de trenes, aunque el incremento del tráfico rodado siempre puede complicar la circulación.

Los usuarios de las líneas R14 (con destino a Lleida pasando por Tarragona y Reus) y R15 (con destino a Ribarroja de Ebro pasando por Tarragona y Reus) se desviarán por la línea R13, que pasa por Valls con destino a Lleida . Como esta línea se desvía del litoral no se ve afectada por las obras y tendrá que asumir hasta 32 trenes más cada día, que realizarán el cambio de sentido en la Plana-Picamoixons. Por el contrario, el tramo Móra la Nova - Ascó se reabrirá por la Diada.

Renfe aún debe aclarar aspectos clave que deberá pactar con los ayuntamientos afectados, como, por ejemplo, donde estacionarán todos estos autocares, un tema clave y que implicará complicaciones de tráfico en ciudades como Tarragona y Sant Vicenç de Calders. El 6 de septiembre hay una reunión prevista en la delegación del Govern en Tarragona con los alcaldes implicados. Ante la incertidumbre, algunos viajeros ya buscan un plan alternativo: "Lo hemos hablado algunos amigos y lo que haremos será ponernos de acuerdo y compartir coche hasta Sant Vicenç de Calders, aparcar allí y tomar el tren hasta Barcelona ", explicaba el tarraconense Álvaro Olivet, de 25 años, que critica que las obras se hagan de septiembre a mayo. "Lo hacen calculando que el próximo verano ya habrán acabado por garantizar que los turistas tendrán trenes cuando regresen", dice indignado.

Obras hasta la Diada

Acabados los meses de verano, en los que muchos viajeros habituales se ausentan de los trenes, septiembre suele ser, para la mayoría, sinónimo de vuelta al trabajo y la universidad, y vuelven a ser "esclavos de los retrasos y el mal servicio", como ilustra una joven viajera mientras espera un autobús con el que salvar el tramo en obras entre Martorell y Molins de Rei de la R4. Estas obras, como las de la R8 en el mismo tramo, continuarán hasta el 11 de septiembre, así que la mayoría de viajeros consultados se encomiendan a la "resignación" por unos días más. "Renfe, sin embargo, no necesita las obras para ir tarde, siempre tienen una excusa", dice otro usuario de la línea que aprovecha para subrayar que "si todo va bien" tarda "20 minutos más que hace 30 años" para hacer el trayecto de Sant Feliu de Llobregat a Hospitalet. De hecho, "paciencia" es lo que pide el ministro de Transportes, Óscar Puente, a los viajeros asumiendo el mal funcionamiento de los servicios ferroviarios en Catalunya y atribuyéndole a la coincidencia de una gran cantidad de obras "que no se habían hecho" en anteriores legislaturas. De hecho, la desatención a la red y el vandalismo causaron incidencias casi todos los días del año pasado.

Tampoco las obras de mejora de la infraestructura que empezaron hace un par de meses en la R2 Sur (Barcelona - Sant Vicenç de Calders, pero por la costa) estarán terminadas este otoño. Los usuarios tendrán que esperar hasta la víspera de Navidad, el 22 de diciembre, según el calendario previsto, y mientras tanto los tres últimos trenes del día se suspenden entre el tramo Castelldefels - Vilanova y la Geltrú, y deben realizar el trayecto en autobús. Algo más al norte, se continuará con la adaptación de la infraestructura a la Llagosta.

1.500 millones

Adif afirma que invertirá 1.500 millones de euros para hacer frente a actuaciones de mejora en Cercanías y en el Corredor Mediterráneo, de las que todavía no ha detallado un calendario ni afectaciones reales. Así, Montcada i Reixac es otro de los puntos a destacar en la foto de las futuras afectaciones y se llevará 540 millones para el esperado soterramiento de la línea R2 a su paso por el municipio vallesano, una actuación que se inició a principios de año después de décadas de reivindicaciones vecinales y políticas. También se destinan 38,1 millones de euros para las obras de rehabilitación de la estación de Montcada i Reixac, dañada por un incendio a raíz de un robo de cables, que ocasionó un auténtico caos en la red. En estos meses que vienen se debe avanzar en el soterramiento de las vías de la R4 en Sant Feliu de Llobregat, también una de las grandes demandas de los vecinos para evitar partir la ciudad y, sobre todo, por los atropellos.

Hacia el norte, en la línea R11 (Barcelona-Portbou) se están realizando trabajos de mejora de la catenaria que provocarán afectaciones puntuales, mientras que a finales de septiembre, se notarán también las obras por el acceso ferroviario a la T1 del Aeropuerto del Barcelona, ​​trabajos que conllevan una inversión de 383,6 millones de euros. A finales de año también habrá afectaciones en la R3 por la duplicación de vía que se está haciendo entre Parets del Vallès y la Garriga. Salvo las obras en el Camp de Tarragona, la mayoría seguirán manteniendo el paso de los trenes, aunque con afectaciones, algo que complica los trabajos y alarga las incidencias.