Muere Fèlix Martí, fundador del Centro Unesco de Cataluña y primer director de la Fundación Bofill
Estuvo vinculado al antifranquismo ya diversas organizaciones dedicadas a trabajar por la paz
BarcelonaEl fundador del Centro Unesco de Catalunya y primer director de la Fundación Bofill, Fèlix Martí, ha fallecido este martes. Nacido en Barcelona en 1938, Martí fue filósofo y profesor y estuvo vinculado a diversas organizaciones dedicadas al trabajo por la paz, el diálogo, la libertad y el respeto entre religiones. Su trayectoria estuvo marcada por la oposición democrática al franquismo, hasta el punto de ser encarcelado durante mes y medio y condenado por haber facilitado la edición de publicaciones democráticas.
Desde muy joven estuvo vinculado al escultismo y el movimiento estudiantil, y fue sucesivamente comisario de Minyons Escoltes (1960-1963) y director de la Residencia Universitaria Sant Antoni de Barcelona (1963-1968). Se licenció en filosofía en 1965 e inició como profesor de esta materia en el Instituto Católico de Estudios Sociales de Barcelona (1968-70), donde más adelante fue el director del Laboratorio de Sociología. Dirigió la Fundación Bofill desde 1969 hasta 1971, y posteriormente fue patrón. También ejerció la docencia en el Instituto de Teología de Barcelona (1973-1988), y en 1974 fue cofundador del Partido Socialista de Cataluña-Reagrupament, en el que militó hasta la absorción dentro del PSC-PSOE en 1978.
El año 1 dirigió hasta 2002. Dentro de la Unesco también fue presidente del Comité Consultivo sobre Pluralismo Lingüístico y Educación Multilingüe (1999-2003). En 1992 fue uno de los promotores de la Asociación para las Nuevas Bases de Manresa, una organización creada para actualizar las reivindicaciones catalanas de soberanía y autogobierno.
Su trayectoria ha sido reconocida con varios galardones y distinciones, entre ellas la presidencia honoraria de la organización Linguapax (1994), dedicada a promover la diversidad lingüística en todo el mundo, y del Centro Unesco de Cataluña (2003), además de la medalla Unesco de los derechos (2002), la Medalla de Honor de Barcelona (2006) y el Premio a la Proyección Internacional de la Generalidad (2010). En 2006 publicó las memoriasDiplomático sin estado, y en 2013Dioses desconocidos.
Detención y encarcelamiento
Durante su etapa como director de la Fundación Bofill tuvo que afrontar un capítulo que quedaría marcado en la historia de la entidad y también en su trayectoria en el antifranquismo cristiano y catalanista. Se trata del mes y medio de encarcelamiento que él y un empleado de la entidad sufrieron durante la etapa franquista como represalia por apoyar publicaciones democráticas. Él mismo lo rememoró en el 2021 en una grabación para una colección de vídeos que recogen la historia de la Fundació Bofill: en el marco de la persecución a dirigentes de la Assemblea de Catalunya, en 1971 la policía cacheó también la sede de la entidad y detuvo a tres trabajadores por haber editado las publicaciones de otras entidades de la oposición democrática.
Martí, que no estaba en la sede en ese momento, se presentó más tarde en la comisaría de la Via Laietana y se entregó como responsable. Dos de los trabajadores fueron liberados, pero el tercero quedó arrestado junto a Martí bajo una acusación de propaganda clandestina. "Pasé unas malas noches en la comisaría de la Via Laietana, con malos tratos. No podría decir que fue una tortura, pero fueron malos tratos", explicaba Martí en la grabación sobre la historia de la Fundación. En el mismo documento recordaba cómo 72 horas más tarde les llevaron a la cárcel, y se pasaron un mes y medio hasta que salieron en libertad provisional.
Dos años más tarde fueron juzgados en el Tribunal de Orden Público (TOP). "Naturalmente, dijimos la verdad, dijimos que sí, que nosotros creíamos que la difusión de noticias que habíamos hecho estaba amparada en la defensa de los derechos humanos, de la libre información, que en todo caso nosotros no éramos los autores de aquellos textos, pero que nos parecía que como entidad de orientación democrática debíamos facilitar la edición de". Tanto Martí como el trabajador de la Fundación que había sido arrestado fueron condenados a dos años de cárcel, pero la falta de antecedentes evitó que tuvieran que estar de nuevo entre rejas. Su condena no fue amnistiada en 1977.