Las mujeres reivindican sus derechos en la calle a pesar de la pandemia
La huelga feminista tiene un seguimiento casi nulo
BarcelonaLa lluvia con la que ha empezado el día y el miedo de contagiarse no invitaban a participar en ninguna manifestación. A pesar de esto, miles de mujeres han salido a la calle este lunes a reivindicar sus derechos en varias localidades de Catalunya. Eso sí, han sido protestas atípicas, con aforo limitado e intentando mantener la distancia de seguridad. También ha sido atípica, para no decir casi inexistente, la huelga feminista convocada coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres: el seguimiento ha sido testimonial. En sectores especialmente feminizados, como la educación obligatoria o la sanidad, la participación apenas ha llegado a un 1%. En cambio, donde sí ha tenido éxito ha sido entre los estudiantes de educación secundaria: el 90% de los alumnos han hecho huelga, según han asegurado fuentes del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans.
En Barcelona el colectivo Vaga Feminista, convocante de la protesta, se ha esforzado en intentar que las participantes mantuvieran la distancia de seguridad. "Lo hacemos para seguir las recomendaciones del Procicat pero también para cuidarnos entre nosotros", aclaraba una miembro de este colectivo y de Ca la Dona, Dolo Pulido, antes de empezar la concentración. Para participar había que inscribirse con antelación y el aforo máximo estaba limitado a unas 3.600 personas, de forma que muchas mujeres se han quedado sin poder participar, ha asegurado Pulido.
La protesta era estática, es decir, no se trataba de una manifestación sino de una concentración que ha tenido lugar a lo largo de todo el Passeig de Gràcia, desde la Avinguda Diagonal hasta la Gran Via. Eso sí, la vía se ha dividido en ocho tramos diferentes –seis reservados solo para mujeres y dos mixtos– y cada participante sabía en qué tramo se tenía que colocar. Incluso se han dibujado cruces en el suelo para indicar en qué lugar exacto se tenía que situar cada persona para mantener la distancia de seguridad. Pero una cosa es la teoría y la otra es la práctica.
Los tramos se han respetado, pero la gente se ha concentrado en los lugares donde había animación, o sea música. El resultado ha sido que había metros y metros de Passeig de Gràcia donde casi no había nadie y otros donde se juntaba tanta gente que se hacía difícil andar. Y, lógicamente, apenas se respetaba la distancia de seguridad. Según fuentes de la Guardia Urbana, se ha sobrepasado el aforo previsto y se han llegado a concentrar unas 4.500 personas.
Cada tramo ha funcionado bastante independientemente, de forma que cada uno parecía una manifestación diferente. Por ejemplo, mientras en uno las participantes hacían un minuto de silencio y encendían las luces de los móviles para recordar las mujeres víctimas de la violencia machista, en otro las manifestantes bailaban al ritmo de los tambores de un grupo de batucada.
No ha habido una pancarta principal de cabecera, porque básicamente no había cabecera y se recomendaba no protestar con una pancarta unitaria con el objetivo de evitar contagios. Por eso han abundado las pancartas individuales, algunas con lemas clásicos como "Basta ya de agresiones contra las mujeres" y otras con mensajes más ingeniosos: "Si no entiendes la razón de la protesta es porque formas parte del problema".
La concentración tenía un lema unitario, "Juntas, diversas y rebeldes, ¡somos imparables! ¡Siempre feministas!", y un manifiesto quilométrico con una batería inacabable de demandas a favor de los derechos de las mujeres, como por ejemplo la derogación de la ley de extranjería, pensiones dignas para todas o la integración de las mujeres del hogar y los cuidados en el régimen general de la Seguridad Social.
Ataque con gas pimienta
La protesta ha acabado con un incidente: un hombre ha entrado en uno de los tramos no mixtos de la concentración y, después de que las organizadoras le solicitaran varias veces que saliera, ha rociado a cinco mujeres con gas pimienta, que han tenido que ser atendidas por el servicio de emergencias. El agresor ha sido retenido por agentes de la Guardia Urbana y ha sido acusado de un delito leve de lesiones, según fuentes del Ayuntamiento.
Por otro lado, en Madrid el Tribunal Constitucional ha decidido esta mañana que mantenía la prohibición de manifestarse. Los sindicatos UGT y CCOO habían pedido como medidas cautelarísimas que se levantara la decisión del TSJ de Madrid, pero el tribunal lo ha declinado. Aún así, a través de aplicaciones de mensajería instantánea se ha preparado una acción sorpresa en el centro de la capital española y decenas de feministas se han manifestado en la plaza Neptuno. Se han sentado en el suelo manteniendo la distancia de seguridad y, después de leer un manifiesto, la Policía Nacional ha identificado a dos chicas en busca de las personas convocantes de esta movilización no autorizada, informa Ot Serra desde Madrid.
La huelga feminista del 8-M en Catalunya ha tenido una escasa incidencia y se han cumplido mayoritariamente los servicios mínimos para los sectores esenciales, según fuentes del departamento de Trabajo. El hecho de que los grandes sindicatos, CCOO y UGT, no hayan hecho un llamamiento generalizado a la parada como años atrás ha rebajado la incidencia respecto a otras convocatorias, en un 8 de marzo marcado por la pandemia. La huelga la han convocado organizaciones sindicales más minoritarias, como Intersindical CSC, IAC o CGT.
Según el director del área de trabajo de la patronal Pimec, Josep Ginesta, el seguimiento en las empresas ha sido "testimonial". Ginesta cree que el seguimiento "ha sido muy bajo, condicionado al contexto de pandemia y porque la parada no estaba secundada por los dos grandes sindicatos". Además, este experto indica que la jornada está cambiando "quizás a ser más reivindicativa y de defensa de valor que no de huelga confrontativa".
Seguimiento de la huelga feminista
En el transporte público, donde los servicios mínimos fijados eran del 85% del servicio, en el metro es donde la huelga ha tenido más repercusión, con una incidencia del 8%. En el resto de servicios de transporte público, como los autobuses, los Ferrocarrils de la Generalitat y Cercanías de Renfe, el seguimiento de la parada ha sido muy bajo, entre el 0,4% y el 1,35%, según las mismas fuentes.
Uno de los indicadores más claros sobre cómo afecta una huelga al sistema productivo es la demanda energética. Según el Govern, la demanda energética no ha bajado este lunes, sino que incluso ha sido superior a la del pasado lunes. Fuentes de Endesa han indicado que hasta las 10 de la mañana la demanda era un 2,9% superior a la del pasado lunes, y en el tramo de las 10 a las 16 horas ha sido todavía más elevada, un 3,4% más.
En otros servicios esenciales, como la sanidad o la educación obligatoria, el seguimiento de la huelga también ha sido mínimo, puesto que en la mayoría de los casos no ha superado el 1%. El seguimiento más intenso en estos servicios esenciales ha sido, según el departamento de Trabajo, en la educación pública, con un 1,9%. En las universidades el seguimiento ha sido más elevado, pero desigual y difícil de valorar, puesto que debido a la pandemia todavía hay muchas clases telemáticas. Los estudiantes universitarios han protagonizado varias manifestaciones por la mañana, las dos más importantes en Barcelona, donde han participado unas 600 personas, y que habían sido convocadas por el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y el Sindicat d'Estudiants (SE).