"Cambray, dimisión": los sindicatos de maestros ocupan el departamento para frenar los cambios en el calendario escolar
El Consell Escolar lamenta que se les haya excluido del debate y el 'conseller' reitera que no escuchará "al inmovilismo"
BarcelonaEl malestar de la comunidad educativa con el departamento ha escalado rápidamente desde el anuncio la semana pasada de los cambios en el calendario escolar. La decisión de que el próximo curso empiece una semana antes y con jornada intensiva durante todo septiembre sin ningún debate previo ha hecho estallar a los sindicatos de maestros, que este jueves han ocupado la sede del departamento de Educación y amenazan con quedarse hasta que el conseller, Josep González-Cambray, les reciba y se comprometa a dar marcha atrás a los cambios. Al grito de "Cambray, dimisión", los sindicatos critican "la opacidad" del Govern y, más allá de las discrepancias con la medida, se muestran molestos por cómo y cuándo se ha anunciado la medida, saltándose los órganos de participación como el Consell Escolar de Catalunya (CEC).
Cuando llevaban una hora dentro del edificio, representantes del departamento han accedido a reunirse con los representantes sindicales pero el encuentro se ha acabado sin ningún acuerdo ni aproximación a los posicionamientos iniciales. Han participado la secretaria general del departamento, Patrícia Gomà, la directora general del profesorado, Dolors Collell, y la secretaria de políticas educativas, Núria Mora, entre otros. Las organizaciones aseguran que les han emplazado a seguir el lunes la intervención de Cambray en el pleno del CEC.
Los delegados sindicales reprochan la manera de actuar del departamento por estar alejada del diálogo y se sienten "menospreciados", según CCOO. Además de los problemas "logísticos y organizativos" que auguran que les comportará el adelanto del curso que viene, que ha sido el detonante de la protesta, reprochan a Cambray que otros cambios importantes tampoco los han sabido directamente sino por los medios, como por ejemplo que Educación exigirá el nivel C2 de catalán a los futuros docentes o los cambios en los currículums escolares que prepara la conselleria. "Desde el inicio de curso los profesionales de la educación hemos sido víctimas de la improvisación, la falta de liderazgo y la nula voluntad de diálogo", ha dicho Iolanda Segura, la portavoz de USTEC.
Los representantes de los maestros –de los sindicatos USTEC, CCOO, UGT, Intersindical y Aspepc– han asegurado que no volverán a la mesa de negociación con el Govern hasta que el conseller se retracte de sus declaraciones en las que defendía que la decisión sobre el calendario no se había debatido porque si no, a estas alturas no estaría tomada. En paralelo, también Marc Unitari de la Comunitat Educativa (MUCE), una plataforma formada por una quincena de asociaciones de padres y madres, alumnos y sindicatos, prepara algún manifiesto unitario para denunciar la actitud de la conselleria.
Mientras los representantes de los trabajadores entraban en la sede del departamento de Educación, el conseller Cambray estaba anunciando que la Escola Projecte, en la avenida del Tibidabo de Barcelona, pasaría de concertada a pública. A preguntas de los periodistas, Cambray también se ha referido al conflicto con los sindicatos por el nuevo calendario escolar y lo ha hecho para defender el posicionamiento del Govern. "Hay cuatro informes del Consell Escolar de Catalunya que dicen que las vacaciones de verano son demasiado largas", ha destacado Cambray, que ha asegurado que el cambio hará que "ganen los alumnos". También ha insistido que el nuevo calendario "no afecta ningún derecho laboral" y que los profesores "irán a trabajar los mismos días". En cuanto al debate con los sindicatos, Cambray ha sido muy duro: "No escucharemos nunca al inmovilismo", ha dicho, y ha lamentado "la crítica por la crítica". "Se hace en otros territorios y por lo tanto se puede hacer en Catalunya. Se hará en Catalunya", ha concluido. Una vez más, para dejar en evidencia a los sindicatos de profesores, ha dicho: "Las escuelas no habrían abierto con covid si fuera por los sindicatos, puesto que nunca habría habido suficientes condiciones".
El papel del Consell Escolar
La ley de educación deja bien claro que el Consell Escolar de Catalunya (CEC) tiene que ser consultado sobre los anteproyectos de ley, las disposiciones generales, la programación de la oferta y las actuaciones principales de la conselleria, para que este organismo pueda hacer sus dictámenes, que, a pesar de que no son vinculantes, dan la opinión consensuada de profesorado, alumnos, sindicatos, patronales, entidades, municipios y universidades sobre los temas que centran el debate educativo. Este órgano no sabía absolutamente nada de los cambios al calendario cuando Aragonès y Cambray los anunciaron, y por eso su permanente lamenta que "no se ha tenido en cuenta la naturaleza del CEC" y pide "rehacer los vínculos de confianza necesarios" con la conselleria, ahora agrietados. "Hubiéramos querido conocer las propuestas de cambios de calendario con suficiente antelación para hacer una reflexión y aconsejar al departamento", han explicado en un comentario enviado a todos los miembros del CEC. Se da la paradoja de que el CEC es uno de los organismos que más habían trabajado y debatido el tema de los calendarios y horarios escolares. En 2009 publicaron un extenso informe en el que ya veían "necesario acortar los periodos de vacaciones de los alumnos, especialmente las vacaciones estivales, y racionalizar el resto de periodos lectivos", para acercarse a los modelos europeos y "ajustarse mejor a los criterios educativos".
De hecho, muchos de los miembros del CEC no ven mal el anuncio del Govern. De lo que se quejan es de las maneras: dicen que se ha "menospreciado" el papel democrático del organismo y que llega en un momento "inoportuno", mientras todo el mundo intentaba digerir los cambios curriculares del curso próximo y la situación en las aulas se empezaba a estabilizar después de un mes de enero complicadísimo debido a la ómicron. "La comunidad educativa de los centros necesita tiempo para reflexionar y planificar", expresa el CEC. También ven cierta improvisación en la organización de las actividades no lectivas durante septiembre, que servirán para que en el fondo el horario de salida no cambie y los niños puedan quedarse en la escuela hasta las 16.30 h. A pesar de que Cambray no lo dijo en rueda de prensa, la conselleria garantizó que esa hora de extraescolares la asumiría el Govern. Ayer, miércoles, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, dijo que el adelanto del curso escolar costará 12 millones de euros para pagar las actividades de este primer mes. Como ya hizo Cambray, el presidente defendió que el Govern haya metido la directa en este asunto y lo argumentó diciendo que para transformar hay que tener iniciativa política. También dijo que no tiene "ningún problema" para hablar con todo el mundo. Lo hará el lunes, en un pleno extraordinario, y después de que un grupo de representantes del CEC exigieran el martes la presencia y las explicaciones del president y del conseller antes de emitir cualquier valoración. Cambray ha comparecido en el Consell Escolar dos veces (para presentarse y para explicar los protocolos del nuevo curso escolar).