Coronavirus

La residencia de Tremp fue un "descontrol total" durante el brote de covid

Declaran los primeros testigos en la causa penal contra dos extrabajadoras por homicidio imprudente en el centro

ARA
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Residencia Fiella de Temple en una imagen de archivo

Barcelona"Descontrol total". Así han descrito los testigos de este jueves en el juzgado de Tremp la situación que se encontraron en la residencia Fiella, donde murieron 64 residentes por covid en noviembre del 2020. Lo ha explicado el abogado que representa a una de las familias afectadas, Xavier Prats, que ha señalado que si la Generalitat no hubiera actuado se habrían producido más brotes.

Hoy han arrancado las primeras declaraciones de testigos en fase de instrucción con los dos Mossos d'Esquadra que se hicieron cargo de la investigación, la que era en aquellos momentos gerente de Salud en Lleida y el Alt Pirineu y Aran, Divina Farreny, y la directora que se encargó de la residencia cuando Salud la intervino, Elena Badia. La causa judicial es la primera que llega a los juzgados en Catalunya por las muertes del covid y se ha abierto contra la exdirectora y exresponsable higienicosanitaria del centro por supuestos delitos contra la seguridad de los trabajadores y por homicidio imprudente y trato degradante a los residentes. El juzgado todavía no ha llamado a declarar a ninguna de las dos imputadas.

Prats ha explicado que los Mossos han ratificado su atestado, en el que se recoge que no se siguió ningún plan de contención para hacer frente a la pandemia. Según los Mossos, ha añadido, durante los días de más contagios por covid en el centro, los días 26, 27 y 28 de noviembre del 2020, desde la residencia no se entró ningún dato en los programas específicos habilitados por el departamentos de Salud y de Trabajo para llevar un control de los contagios, según informa ACN.

La residencia tampoco ofreció ninguna formación a los trabajadores, a pesar de que una de ellas, enfermera también del CAP, se ofreció a dar una formación sobre los equipos de protección individual (EPI). "Le dijeron que no hacía falta", ha dicho el letrado a los periodistas que esperaban en el exterior de los juzgados. Incluso, ha añadido, había personas del equipo de limpieza trabajando de gerocultores, sin tener ningún tipo de formación. "Todo esto provocó la tragedia", concluye Prats.

Farreny ha hecho unas declaraciones públicas muy breves en las que no ha querido detallar cuáles han sido ni las preguntas que le han hecho ni las respuestas que ha dado por "respeto" al procedimiento. Sí que ha confirmado que se remite a lo que explicó en diciembre del 2020 en rueda de prensa, cuando hizo referencia a una situación "descontrolada", puesto que no se habían aislado los contagiados ni los trabajadores hacían uso de EPIs, entre otros. Según Prats, Farreny ha declarado que Salud intervino la residencia debido al elevado número de casos de covid que tenía y que cuando entraron encontraron que no había ninguna lista de personal ni de residentes actualizada y que les costó mucho encontrar el plan de contingencia.

Situación "incontrolable", según la defensa

El abogado de la directora de la residencia en el momento de los hechos, Luis Salas, ha destacado que las personas que han declarado han explicado "manifestaciones de terceros". En este sentido, dice que habrá que escuchar a las personas que vivieron la situación directamente y niega descontrol por parte de las investigadas. "Fue una situación excepcional, totalmente incontrolable", y defiende la inocencia de su representada.

El juzgado de Tremp abrió el 9 de febrero dos procedimientos en relación con la gestión del brote de covid-19 que afectó a la residencia Fiella de Tremp en noviembre del 2020, a raíz de la denuncia presentada por la Fiscalía de Lleida el 3 de febrero. El brote provocó la muerte de 64 de los 142 residentes del centro y, según la denuncia de la Fiscalía de Lleida, aquellas semanas hubo dejadez en la atención a los residentes, falta de medidas para frenar el virus, descoordinación y una falta de asistencia sanitaria real.

De entre las muchas irregularidades descritas por la Fiscalía, destacan que se privó a los usuarios de una correcta asistencia médica y que tampoco hubo ningún tipo de coordinación con los centros médicos más próximos. Pasó, por ejemplo, que no se sirvieron cenas a los residentes hasta pasada la medianoche, y también se apunta que aquellos días muchos pasaron frío, hambre y sed, según recoge la denuncia.

Otra de las incongruencias citadas hace referencia a la descoordinación. Era tan grande, según la Fiscalía, que incluso había cuadros de registro de temperatura o de suministro de medicación a usuarios que hacía días que estaban muertos.

La gestión de las muertes por covid-19 fue caótica, según la denuncia, hasta el punto que familiares de los residentes pasaron días sin tener ninguna noticia de la situación. Algunos fueron informados de que se encontraban en buen estado de salud cuando ya habían muerto y a otros no se les avisaba de que su familiar había muerto. No había un protocolo de defunción, y esto provocó que algunos familiares se enteraran de la muerte de sus parientes por la funeraria o por otros conocidos del municipio o voluntarios de la residencia. Otros incluso tuvieron que ir al centro y buscar a sus familiares entre las habitaciones donde había muertos, y algunos se vieron obligados a recuperar los cadáveres por sus "propios medios", asegura la denuncia.

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