Ley de la eutanasia

Hasta 24 personas en Catalunya ya han recibido ayuda para morir

Salud ha recibido más de una cincuentena de solicitudes desde que se desplegó la ley de la eutanasia, ahora hace seis meses

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Un acompañante cogiendo la mano de un paciente al hospital

BarcelonaCatalunya ha sido de las primeras comunidades del Estado en desplegar la ley de la eutanasia, después de que en marzo España aprobara definitivamente su despenalización, y desde el 25 de junio ya se puede ejercer en Catalunya el derecho a poner fin a la propia vida con asistencia médica en caso de sufrir una enfermedad grave e incurable, con sufrimiento insufrible, o un sufrimiento grave, crónico e imposibilitante. Desde entonces 24 personas ya han ejercido este derecho y han recibido ayuda para morir en Catalunya.

La Comisión de Garantías y Evaluación es el órgano encargado de analizar y aprobar o denegar cada petición. Hasta el 30 de noviembre, este órgano, formado por un equipo profesional multidisciplinario, ha recibido 53 solicitudes –34 desde la atención primaria y 19 desde centros hospitalarios–, de las cuales se han aprobado 28 –24 de las cuales ya han salido adelante–, 14 más están en curso, en 6 casos los solicitantes han muerto antes de acabar el proceso de resolución de su petición, 2 más han sido revocadas –es decir que las personas han cambiado de opinión durante el proceso– y 3 solicitudes han sido denegadas porque no se ajustaban a lo que señala la ley. "Si no es una enfermedad incurable o con sufrimiento insufrible no se ajusta, no entra en el proceso. La eutanasia es un derecho, pero es un proceso garantista para todas las partes, y si no se ajusta a la ley se tiene que denegar, no es lo mismo la atención al final de la vida que la eutanasia", ha señalado la secretaria general del departamento de Salud, Meritxell Masó.

La media de tiempo de resolución de las solicitudes es de 41 días. Según datos del departamento de Salud, las patologías más frecuentes de los pacientes son neurodegenerativas (23) y oncológicas (14). Así mismo, también se ha creado un registro de profesionales sanitarios objetores de conciencia. Se han inscrito 90 profesionales de una plantilla de 90.000.

El paciente elige cómo quiere morir

El departamento de Salud ha dado detalles este jueves por la mañana del despliegue de la ley de la eutanasia en Catalunya y ha explicado el proceso de solicitud, valoración y prestación del servicio de ayuda para morir. Se tiene que ser mayor de edad y con capacidad para obrar y decidir; tener nacionalidad española, residencia legal en España o estar empadronado hace más de 12 meses, y se tiene que sufrir una enfermedad grave e incurable con sufrimiento insufrible. La persona encargada de hacer la primera valoración de la solicitud es el médico responsable escogido por el paciente, con quien analiza las posibilidades terapéuticas y los diferentes resultados esperables. Una vez hecho un primer informe con los resultados de esta deliberación se tiene que formalizar la decisión de seguir con el procedimiento o desistir.

En caso de seguir, el médico responsable tiene que consultar con otro médico externo de su equipo, que hace el papel de consultor, con el que tiene que corroborar que se cumplen los requisitos. Si es así, hace una segunda valoración la Comisión de Garantías y Evaluación, que emite su dictamen. En caso de ser favorable, la prestación de la ayuda a morir se puede hacer de dos maneras: la puede hacer el equipo asistencial o el propio paciente, y se puede hacer en el domicilio o en un centro sanitario elegido por el paciente. "El médico responsable pacta cómo aplicar la prestación de la ayuda para morir y se llega a un acuerdo en la fecha y el lugar y se elige la modalidad, que no es decisión del equipo asistencial sino del solicitante, que puede pedir la eutanasia o autoadministrarse fármacos por vía oral o intravenosa", ha explicado el presidente de la Comisión de Garantía y Evaluación de Catalunya, Albert Tuca.

Proceso de solicitud, valoración y prestación para la eutanasia

Este es un derecho incluido en la cartera de servicios sanitarios y uno de sus objetivos también es garantizar la equidad territorial. "Cualquier profesional de la medicina pública o privada puede desplazarse a cualquier lugar donde el paciente decida morir para que no se dé el caso de que haya un paciente que se quede sin el derecho a morir", ha señalado la directora general de Ordenación y Regulación Sanitaria, Azucena Carranzo.

Los responsables del departamento de Salud han querido agradecer el esfuerzo formativo que han hecho los profesionales sanitarios, que también tienen a su disposición un servicio de apoyo emocional. "Es un proceso difícil para todos los profesionales que participan en él, es un proceso de alta dureza", ha destacado Meritxell Masó. La formación es voluntaria y más de 11.000 profesionales ya han participado en alguna de las doce ediciones de los cursos formativos, y hay previstos ocho más para los 6.000 profesionales que lo han pedido.

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