Se buscan donantes de heces para el primer banco público de microbiota
Salut pone en marcha un proyecto pionero en el Estado para realizar trasplantes a 200 pacientes cada año
BarcelonaNace en Cataluña el primer banco público de microbiota fecal del Estado. Lo ha puesto en marcha este miércoles el departamento de Salut para tratar a pacientes con infecciones recurrentes de una bacteria llamada Clostridioides difficile, que causa una afectación intestinal grave que en algunos casos puede poner en riesgo la vida de lo que la padece. En estos casos, los afectados necesitan un trasplante de microbiota fecal para su recuperación. En el 90% de los casos se logra sin recaídas. Ahora esta intervención pasa a formar parte de la cartera pública de salud para beneficiar a unas 200 personas cada año. Por eso, desde el departamento hacen un llamamiento a la ciudadanía para encontrar "donantes comprometidos" de heces que permitan tratar a estas personas que no tienen ninguna alternativa terapéutica al trasplante.
"El grado de altruismo del donante de heces es más alto que el del donante de sangre", ha explicado Jordi Guardiola, jefe del servicio de aparato digestivo del Hospital de Bellvitge, que subraya que el circuito para conseguir estas donaciones es complejo. Para dar es necesario tener entre 18 y 60 años, seguir unos hábitos de vida saludables, no padecer enfermedad, no haber tomado antibióticos en los últimos tres meses y no haber viajado fuera de la Unión Europea en los últimos seis. Si se cumplen estos requisitos, además, debe pasarse una entrevista exhaustiva, una batería de pruebas y analíticas y un cultivo de heces para descartar la presencia de patógenos.
Por todo ello, sólo un 5% de cada 100 donantes potenciales acaban pasando el corte y de ahí que desde el departamento hagan un llamamiento para sumar más personas a la causa. "Haciendo esta donación salvas vidas", ha remarcado Guardiola, ya que esta infección provoca diarreas persistentes, deshidratación e incluso la muerte. Una de cada cuatro personas que la padecen acaba recayendo después del tratamiento y, de los que vuelven a enfermar, un 40% tendrán una segunda recaída pese a repetir el tratamiento, por lo que su única alternativa es el trasplante.
El "círculo vicioso" de los antibióticos
La infección por Clostridioides difficile se asocia al uso de antibióticos y, paradójicamente, el tratamiento para combatirla es con estos fármacos. La gran mayoría de pacientes que la padecen son personas hospitalizadas que reciben muchos medicamentos y tienen un estado de salud frágil. Están en tratamiento por alguna enfermedad o complicación que requiere que tomen antibióticos, se infectan, deben tomar más antibióticos para curar la infección, pero no limpian por completo y recaen. Guardiola lo ha descrito como un "círculo vicioso" del que solo puede salir con un trasplante de microbiota fecal.
El trasplante es un procedimiento ambulatorio sencillo que se puede realizar a través de una colonoscopia o administrando al paciente una quincena de cápsulas gastroresistentes que se liberan en el colon o al final de la tripa delgada. Desde 2014 se han realizado un total de 171 trasplantes de microbiota fecal entre los hospitales de Bellvitge y Clínic, que son los dos centros de referencia en Cataluña que lideran la preparación de las donaciones para que sean aptas para realizar el trasplante. Lo que hacen es manipular las heces para sacar "todo lo que las hace heces" y se prepara un concentrado con los microorganismos vivos de la microbiota que son beneficiosos para nuestra salud.
Aparte de extender este tipo de trasplantes para la infección por Clostridioides difficile, con la puesta en marcha del Banco de Microbiota de Cataluña sus impulsores quieren estudiar nuevas aplicaciones para otras enfermedades y pacientes en un futuro, puesto que la literatura científica asocia la microbiota a otras patologías.