Salud

Fin en las citologías cada cinco años: Salut las sustituye por autotests del virus del papiloma

Los centros empezarán a realizar las pruebas de detección, pero el próximo año las mujeres de más de 30 años recogerán los 'kits' en las farmacias

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El 'kit' para tomarse la muestra para la detección del virus del papiloma humano (VPH), en una prueba piloto.

BarcelonaAdiós a las citologías cada cinco años, la prueba rutinaria que se hacen las mujeres para descartar el cáncer de cuello de útero o cérvix. El departamento de Salud ha anunciado este lunes la generalización de la prueba piloto con tests de autodiagnóstico del virus del papiloma humano (VPH) –la principal causa de esta enfermedad oncológica entre los 30 y 65 años– que tuvo lugar el pasado verano en siete municipios del Baix Llobregat. Este año todavía serán los centros de atención a la salud sexual y reproductiva (ASSIR) de referencia los encargados de realizar el cribado, pero a partir del 2025 la conselleria enviará SMS a las mujeres de esta franja de edad para que recojan los kits de autotests que dispensarán las farmacias. Es un sistema similar al que ya se hace con el test de sangre oculta en heces para identificar el cáncer de colon. En el caso de las mujeres entre 25 y 29 años, se mantendrá la citología como prueba primaria.

Serán las mujeres las que recogerán la prueba de detección precoz del VPH, se la harán en casa y llevarán las muestras a las farmacias. A su vez, las oficinas comunitarias las enviarán a los laboratorios para su análisis. Si alguna prueba da positivo y se constatan lesiones, se determinará su tipología con el objetivo de tratarlas y prevenir la enfermedad. "Son pruebas muy fiables y una de las ventajas es que no es necesario repetirlas tan a menudo", ha dicho la responsable del programa de detección precoz del cáncer de cuello uterino del Instituto Catalán de Oncología (ICO), Laia Bruni, quien asegura que permite hacer un criaje "mejor, de mayor calidad y más efectivo". En la prueba piloto del año pasado participaron más de 3.000 mujeres de siete municipios del Baix Llobregat –Begues, El Prat de Llobregat, Gavà, Sitges, Castelldefels, Sant Climent de Llobregat y Viladecans–. En cualquier caso, la prueba podrá seguir haciéndose en el centro médico en casos en que la mujer lo prefiera.

Aunque la citología no comporta ningún riesgo, es una prueba que puede ser dolorosa e incómoda para las pacientes; en algunos casos puede incluso producir unos breves sangrados. Consiste en introducir por la vagina un instrumento llamado espéculo, que separa las paredes de este órgano y permite recoger muestras del cuello uterino, que se analizan para detectar lesiones cancerígenas, posible cáncer e infecciones. El autodiagnóstico permite identificar la presencia o no del virus en las células del cuello uterino. Desde noviembre pasado, la citología se ha sustituido por la prueba del VPH en la ciudad de Barcelona y, desde febrero pasado, en Lleida. A lo largo del año se irá implementando el cambio en el resto del país. El cambio de protocolo de prevención del cáncer de cuello de útero responde a la estrategia mundial liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la erradicación de esta enfermedad de cara a 2030; un plan que prevé que en seis años al menos el 90% de las niñas estén vacunadas antes de los 15 años, el 70% de las mujeres estén testadas y el 90% de los casos de cánceres y lesiones se traten correctamente.

Un cáncer que se puede erradicar

Según el conseller de Salut, Manel Balcells, con este cambio habrá una "mejora sustancial de la detección de la causa del cáncer, el VPH", una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más frecuentes, lo que hará que se pueda reducir la incidencia del cáncer de cuello uterino. El objetivo de este nuevo protocolo es sustituir el cribado oportunista, en el que es la paciente quien pide la prueba al sistema sanitario, por uno poblacional con invitaciones, como ya se hace en el caso de cáncer de mama y de colon.

Los casos de cáncer de cuello uterino se han incrementado un 25% respecto a hace diez años, ya que su principal causa, la infección por VPH, también ha aumentado. El número de fallecidos se ha mantenido, pero ya es el segundo cáncer más frecuente en mujeres de entre 25 y 64 años. En 2023, por ejemplo, se detectaron 350 nuevos casos y 90 mujeres murieron por este tipo de cáncer en Catalunya. Según datos de Salut, entre el 70% y el 80% de los diagnósticos de cáncer de cuello de útero se detectan en mujeres que no han pasado las pruebas. Para evitarlo, el cribado "debe llegar", ha remarcado el conseller, que cree que el nuevo modelo será "ejemplar". Según sus impulsores, este tipo de pruebas masivas aumentará la participación de las mujeres, ya que ir a la farmacia es más fácil que ir a un centro sanitario.

Ahora bien, ¿tener el virus del papiloma humano significa que la mujer desarrollará cáncer? No. De hecho, 9 de cada 10 infecciones se resuelven por sí solas. Sin embargo, hay un pequeño porcentaje que puede llegar a ser grave y convertirse en la antesala de la enfermedad oncológica. Esto, sumado a que es un tipo de cáncer que suele ser asintomático hasta que no llega a estadios avanzados de la enfermedad, obliga a concentrar sus esfuerzos en conseguir un diagnóstico precoz. Además de las pruebas, las autoridades recomiendan desplegar la vacunación para prevenir la infección. Cuando la incidencia de un cáncer está por debajo de los 4 casos por 100.000 habitantes, se considera una enfermedad minoritaria y deja de ser un problema de salud pública, y el cáncer de cuello uterino en Cataluña actualmente tiene una incidencia de 5 casos por cada 100.000 habitantes.

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