Salud

El Clínic se despide del "Messi de los cirujanos", Antonio de Lacy

El doctor mallorquín es un referente mundial en la extracción mínimamente invasiva de tumores

El doctor Antonio de Lacy durante la entrevista.
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BarcelonaHace más de 40 años que dejó su pequeño pueblo mallorquín y aterrizó en el Hospital Clínico de Barcelona, desde donde ha conseguido el reconocimiento internacional para perseguir y lograr un hito que, hace pocos años, era inimaginable: operar a los pacientes sin abrirlos. Sin bisturí y sin incisiones, usando cavidades naturales del cuerpo humano como el ombligo. El doctor Antonio de Lacy (1957) es un referente mundial de la cirugía digestiva mínimamente invasiva, y este viernes se ha despedido de la que ha sido su casa prácticamente toda su vida. Lo ha hecho entre los aplausos (y decenas de anécdotas) de centenares de compañeros, pacientes y personalidades del sector sanitario, entre los cuales el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, que no han querido perderse el homenaje a quien denominan "el Messi de los cirujanos".

De Lacy ha reconocido que estaba nervioso en el paraninfo de la Facultad de Medicina, casi como si fuera la primera vez que hablaba en público. Y es paradójico porque hace más de veinte años que ocupa las portadas de las principales publicaciones científicas y participa en los congresos mundiales más importantes de cirugía gastrointestinal. Consiguió proyección internacional el 2008, cuando se convirtió en el primer cirujano en el mundo que extrajo un tumor en el intestino grueso por la vagina. Solo un año después repitió la gesta con la extracción del recto a través del ano, una cirugía transanal que actualmente se considera la cura de facto del cáncer de colon y que también es la que más orgulloso lo hace sentir. Y después de esta se han sucedido la extracción de la vesícula biliar por la boca, incontables intervenciones para cambiar la vida de las personas con obesidad y, el 2019, la cirugía a distancia usando la tecnología 5G que presentó en el Mobile World Congress.

Nacido en Mallorca, su carrera es fruto de una concatenación de errores. "El 1977 solo podía hacer la residencia quien vendía recomendado y allí no teníamos facultad de Medicina", ha recordado. Él quería estudiar traumatología en Madrid, pero en Correos se equivocaron y enviaron su solicitud al Clínic de Barcelona. En tercero de carrera se coló en los quirófanos de cirugía general por confusión, pensando que era el de traumatología. Y allí empezó todo.

Sus compañeros lo describen como un profesional impaciente e inconformista, exigente y con una tolerancia cero al error propio o a los del resto. Valiente, porque se atrevió a superar la cirugía convencional y democratizarla hacia técnicas menos invasivas y más respetuosas con el paciente y su recuperación. Y una fuente inagotable de energía, un apasionado de la innovación y, sobre todo, de su profesión y del Clínic, donde ha ejercido de imán de talento y ha sabido crear escuela para que, actualmente, sea el centro de referencia en cirugía digestiva de todo el Estado. "Tienes que vibrar. Es imposible que estés aquí si no vibras", acostumbra a decir a los cirujanos y enfermeras que trabajan codo en codo con él.

En el homenaje también se ha querido resaltar el "trato exquisito" que ha dado siempre a sus pacientes. Como Tanit, una joven que ha tenido que pasar muchas veces por quirófano de urgencia y que dice que solo se sentía tranquila cuando veía sus ojos y no le soltaba la mano. O los actores Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, que han querido mandar un mensaje de despedida en vídeo a quien, han dicho, no solo consideran un gran profesional sino un amigo. "Todos tenemos un sentimiento de pérdida para la cirugía, pero esta siempre será tu casa", ha afirmado el jefe del servicio de urología del Clínic, Antonio Alcaraz.

De Lacy, sin embargo, no cuelga la bata definitivamente y continuará operando en el sector privado (se incorporó recientemente al equipo de la Clínica Rotger Quirónsalud) y dirigiendo el Instituto Quirúrgico Lacy. “Que la sanidad pública catalana no pueda retener a un cirujano como él es muy triste y como sociedad no podemos perder más profesionales así”, se ha escuchado desde las butacas del paraninfo.

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