Los descubridores de los 'policías' del sistema inmunitario, Nobel de medicina

Los inmunólogos estadounidenses Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell y el japonés Shimon Sakaguchi identificaron las células T reguladoras

Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi, en la ilustración de los Nobel.
ARA
06/10/2025
3 min

BarcelonaLos investigadores estadounidenses Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell y el japonés Shimon Sakaguchi han sido distinguidos con el premio Nobel de medicina, que este lunes ha otorgado la Real Academia de las Ciencias de Suecia, para describir cómo se regula el sistema inmunitario para no hacernos daño. En concreto, sus trabajos establecieron el concepto de tolerancia inmunitaria periférica, que es un mecanismo de control de nuestras defensas para que no nos ataquen como una amenaza externa, lo que ha permitido entender mejor cómo funciona el sistema inmunitario y ha abierto la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer y las enfermedades autoinmunitarias.

Los premiados identificaron por primera vez las células T reguladoras, que modulan la actividad de las defensas del cuerpo y las inhiben cuando es necesario, lo que protege al organismo de enfermedades autoinmunes. También profundizaron en los mecanismos que utilizan para realizar su función. Sin estas células, existe una "hiperactivación" del sistema inmunitario y se incrementa el riesgo de sufrir inflamaciones crónicas, diabetes tipo 1 o hipotiroidismo, entre otras enfermedades autoinmunes, según explica al ARA el jefe de grupo de inmunoterapia del Instituto Catalán de Oncología (ICO), Ramon Aleman.

Sakaguchi, de 74 años y profesor de la Universidad de Osaka, fue el primero en aislar las células T reguladoras y en describir el papel que juegan en el sistema inmunitario. En 1995 el investigador japonés fue a contracorriente de la creencia generalizada de que la tolerancia inmunitaria sólo se desarrollaba debido a la eliminación de células inmunitarias potencialmente nocivas en el timo (órgano del sistema linfático), mediante un proceso llamado tolerancia central. Sus investigaciones demostraron que el sistema inmunitario es más complejo y descubrió una clase de células inmunitarias previamente desconocida, que protegen al cuerpo de las enfermedades autoinmunitarias.

Más adelante, en 2001, los estadounidenses Brunkow, de 64 años e investigadora del Institute for Systems Biology de Seattle, y Ramsdell, de 64 años y científico del Sonoma Biotherapeutics de San Francisco, descubrieron por qué una especie de ratones era particularmente vulnerable a las. En concreto, observaron en un estudio que estos ratones tienen una mutación en un gen que llamaron Foxp3 y también demostraron que las mutaciones en el equivalente humano de ese gen causan una grave enfermedad autoinmunitaria, IPEX. Finalmente terminaron concluyendo que este gen desempeña un papel determinante en función de las células T reguladoras.

Investigación en cáncer

Lo que consiguieron hace 25 años estos investigadores y que ahora les ha valido un Nobel ha mejorado el conocimiento que tenemos del cáncer y ha abierto la puerta a nuevas formas de luchar por él. La investigadora en el Grupo de Inmunidad del Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) María Casanova explica en Science Media Centre que durante muchos años la investigación en oncología ha intentado modificar las células T reguladoras porque los tumores son capaces de utilizarlas para escapar de nuestras defensas. "Más allá de su utilidad en la investigación de lupus, psoriasis y otras enfermedades autoinmunitarias, en tumores sólidos tienen una importancia vital porque su eliminación es responsable de que la inmunoterapia vuelva a funcionar", sostiene la experta.

En 2018 el Instituto Karolinska de Estocolmo ya premió con el Nobel de medicina al estadounidense James P. Allison y al japonés Tasuku Honjo por sus estudios sobre la inmunoterapia contra el cáncer y este año vuelven a reconocer avances en inmunología. Brunkow es la decimocuarta mujer que gana el Nobel de medicina desde que en 1901 se otorgó el primero al alemán Emil Adolf von Behring. En 1947, el jurado sueco distinguió a la primera mujer, Gerty Cori, junto a dos hombres, pero no fue hasta décadas más tarde, en 1982, cuando Barbara McClintock se lo llevó en solitario, sin tener que compartirlo con ningún investigador hombre, algo que no se ha vuelto a repetir. De hecho, en la mayoría de las 116 ediciones se han otorgado a dos o tres investigadores.

stats