La sarna se propaga con una rapidez sin precedentes en Cataluña
El diagnóstico tardío y las dificultades para realizar bien el tratamiento aceleran la propagación del ácaro, que ha causado 196 brotes en siete meses
BarcelonaDel Sarcoptes scabiei, el ácaro causante de la sarna, hay referencias incluso en la Biblia, pero ahora se propaga con una facilidad nunca vista. Catalunya vive un estallido de infestaciones inédito en la última década. En los primeros siete meses del año, la Agència de Salut Pública ha contabilizado 196 brotes de sarna con 719 afectados. En el 2022, el año con más notificaciones, solo se informaron una veintena de brotes más (216) y medio millar de afectados más (1.204). “No dejan de llegar casos a las consultas y creemos que no van a frenar. Volveremos a declarar más casos que nunca”, dice Alba Martínez, médica de atención primaria y miembro de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC).
Las causas de esta eclosión todavía no están claras. El repunte comenzó en 2018, pero es a partir de 2021 que las cifras se desbordan. Si antes había una treintena de casos por cada 100.000 habitantes, ahora hay unos ochenta. Sin embargo, según Martínez, el repunte es global y las cifras oficiales son muy inferiores a las reales, porque es una enfermedad “estigmatizada y desatendida”. La pandemia sólo lo acentuó: la curva de casos cayó a mínimos porque existía un diagnóstico cero, pero paradójicamente fue una época de elevada transmisión que se daba especialmente entre convivientes, dentro de casa.
“Pero, insisto, la mayoría de los casos no se reportan. Si lo hiciéramos, Salut Pública se colapsaría. Por tanto, nos limitamos a hacerlo cuando hay brotes de gran alcance en residencias de personas mayores, o si es necesario desplazarse al domicilio de los afectados para entender qué hace que sean resistentes al tratamiento”, dice la experta.
Muy contagioso antes de los síntomas
Por definición, un brote de sarna equivale a dos o más casos relacionados entre sí. Y por su altísima contagiosidad, se entiende que detrás de un caso siempre habrá muchos más. Pero la escabiosis (otra denominación para la sarna) se detecta tarde, cuando la infestación está muy avanzada y se ha propagado a otras personas. El microorganismo se transmite por el contacto sostenido, por lo menos de 10 o 15 minutos, de piel con piel. Saludarse con la mano, darse un abrazo de pocos segundos o sentarse en el autobús no son conductas de riesgo. Para que se encomiende es necesaria una interacción muy estrecha, como con una pareja sexual o en un trabajo que requiere una proximidad continuada –por ejemplo, en el ámbito de los cuidados–, o que exista convivencia.
En Cataluña, entre 2015 y 2023, la mayoría de los brotes se han dado en el domicilio familiar (38%) y en espacios institucionalizados, sobre todo geriátricos (27%) y centros de acogida (10%). Los centros educativos (8%) son también un espacio de proliferación. Sin embargo, los animales no propagan la sarna humana: los perros la transmiten a otros perros, y los gatos a otros gatos.
La escabiosis tiene un período de incubación de entre dos y cuatro semanas, y éste es el tiempo que una persona puede tardar en sufrir los síntomas habituales, los picores severos en la piel que se intensifican por la noche o después de la ducha y las erupciones llamativas. Las lesiones aparecen prácticamente en todo el cuerpo: en manos y pies; en muñecas y codos, en los pliegues de las extremidades; en los genitales, las aréolas mamarias y los muslos, y en el abdomen y las nalgas.
Pero mucho antes de los síntomas, el ácaro ya hurga en la capa más superficial de la piel para poner los huevos y el afectado se convierte en transmisor de la sarna inmediatamente. "Si no tratamos a estas personas y sus contactos, el brote puede tener una gran magnitud", dice Martínez. Tampoco todos los facultativos saben reconocer la sarna y desde los CAP llevan tiempo reclamando poder acceder a más aparatos de dermatoscopia, que es una especie de lupa con la que se puede asegurar rápidamente que una lesión se debe a la sarna.
No es una enfermedad de pobres
Un brote de sarna no debería durar más de 45 días, pero al diagnóstico a veces tardío se le suma que el tratamiento es caro y complejo. Tanto los tubos de crema tópica como la ivermectina, el tratamiento oral cuestan 17 euros cada uno. “Se indica uno de ellos. La crema debe ponerse en gran cantidad y en todo el cuerpo y la dosis de las píldoras varía en función del peso. Para una familia de cuatro miembros, suponen un gran gasto”, lamenta Martínez. Además, el tratamiento debe realizarse dos veces: una para matar el ácaro y otra para matar a los huevos. Ante esta situación, los CAP abogan por asegurar un stock de cremas tópicas y píldoras para personas en situaciones desfavorecidas que, de momento, no se hace.
Pero, además, para que el tratamiento funcione es necesario que todos los convivientes y los contactos estrechos lo hagan. Hay médicos que al prescribir un tratamiento no lo hacen extensivo al resto de convivientes. También hay familias que, para ahorrar, solo aplican la crema a los miembros que tienen las lesiones cutáneas. Cuando el resto de convivientes ni siquiera son familia, no pueden hacer nada si se niegan a seguir las recomendaciones. Y aplicar las medidas ambientales, como lavar toda la ropa y los materiales textiles de casa casi todos los días, así como plastificar los muebles, coger la baja o dejar de llevar a los niños a la escuela en los primeros días de tratamiento, no es una posibilidad para todos. La consecuencia es el fracaso terapéutico y, por tanto, las reinfecciones.
Según la dermatóloga, en todo este rompecabezas la estigmatización juega un papel relevante. "La sarna no es de personas pobres o sucias. Todo el mundo puede tener la sarna. Pero esa es la idea que ha proliferado, el señalamiento público de las personas con menos recursos, los que viven en la calle o los inmigrantes. Y es terrible. Mientras esté estigmatizada, no se hará nada", denuncia Martínez. Y la curva de infestaciones seguirá creciendo.
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Fármacos
Tres terapias de primera línea que deben repetirse dos veces para evitar la reproducción de los huevos
– Permetrina tópica 5% (17€): debe aplicarse de noche en todo el cuerpo –también bajo las uñas y los pliegues de las extremidades–, salvo en la cara y las mucosas. En niños, en el cuero cabelludo. Repetir en 7-14 días.
– Ivermectina (5€ por píldora): una persona de 60 kg debe tomar cuatro píldoras. Repetir en 7-14 días.
– Benzoato de bencilo 25% (25€): aplica 3 noches en la piel y en la cabeza y se repite al cabo de 7 días.
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Medidas no farmacológicas
Fijarse en la ropa y el textil del hogar (también peluches y mochilas) utilizados 7 días antes
– Lavar todo a 60ºC durante diez minutos; si no, guardar dentro de una bolsa hermética durante siete días o congelar a -18ºC durante cinco horas
– Plastificar sofás, almohadas y colchones o limpiar a vapor o con lejía fundas y muebles
– Tirar jabones, cremas y esponjas usadas
- Evitar el sexo, no llevar a los niños a la escuela y tomar la baja el primer día de tratamiento