¿Qué podemos tomar en la menopausia para no envejecer?
Mantener una dieta equilibrada y recurrir a los suplementos de vitaminas y minerales ayudan a frenar la pérdida de masa muscular o la sequedad de la piel

BarcelonaMás de mil millones de mujeres en el mundo serán posmenopáusicas el próximo año, según cálculos de la Sociedad Americana de la Menopausia. La menopausia suele aparecer entre los 45 y los 55 años, es decir, en edades en las que las mujeres son muy activas laboral y socialmente, y, con el retraso progresivo de la maternidad, también madres de niños pequeños. El fin de la menstruación comporta cambios fisiológicos y hormonales que hasta hace pocos años se asociaban al inicio de la vejez. También se reducía la función de las mujeres al hecho de procrear. Sin embargo, las cosas están cambiando con la manera en que la medicina y la sociedad trata este hecho biológico, y cada vez se incide más en mejorar el estado físico y bienestar de estas mujeres. Incluso hay mujeres para las que la menopausia es una liberación y dejan de sufrir, por ejemplo, de dolorosas reglas. Hay que tener en cuenta que un 15% de las mujeres pasan la etapa sin molestia alguna.
¿Cómo afecta la menopausia al envejecimiento?
Hay varias partes del cuerpo de las mujeres que cambian a raíz de entrar en el período menopáusico, e incluso desde la perimenopausia (cuando comienzan las menstruaciones irregulares). Una de las más evidentes es la piel, ya que la reducción de estrógenos provoca una menor producción de la elastina y el colágeno natural. Por todo ello, la piel queda más deshidratada y también pierde su elasticidad. Además, existe una pérdida de masa muscular relacionada con la edad que también se asocia con afectaciones a la densidad ósea (la antesala de la osteoporosis) y, en muchos casos, las mujeres notan un aumento del peso o una distribución diferente de las grasas, que se acumulan sobre todo en el abdomen.
Elentrada a la menopausia también comporta un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares para las mujeres al perder el efecto protector sobre el sistema sanguíneo que tienen los estrógenos. Estas hormonas también son las responsables de la lubricación genital de las mujeres, así que al caer en picado su producción, las mujeres suelen sufrir sequedad vaginal e incontinencia.
Hay otros cambios que afectan al estado emocional de las mujeres. Por ejemplo, se han descrito pérdidas de memoria y concentración así como cuadros de ansiedad o insomnio.
Suplementos recomendados para combatir el envejecimiento en la menopausia
La menopausia no es una enfermedad y, por tanto, no debe abordarse como tal. Una vida sana y equilibrada, hacer ejercicio moderado y regularmente, y la dieta mediterránea son componentes que ayudan a controlar la pérdida de masa ósea o frenar la ganancia de peso. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay ciertos complementos y nutrientes que ayudan a tener más bienestar, aunque se desaconseja la automedicación, también para evitar tomar suplementos que no tienen ninguna evidencia científica de sus bondades y acostumbran, además , a ser caros.
Los profesionales sanitarios señalan el calcio, el magnesio y la vitamina D (se encuentra también en pescados grasos, como el salmón o el atún) como útiles para prevenir la osteoporosis, mientras que la omega-3 (a peces , mariscos, nueces y semillas) ayuda a reducir la inflamación y combate algunos de los síntomas relacionados con la menopausia, como son los sofocos; también el potasio se recomienda para mantener a raya la presión arterial.
Alimentos y vitaminas que ayudan a retrasar el envejecimiento
Como hemos dicho, la dieta mediterránea es rica en alimentos que ayudan a proteger el corazón, mejorar la calidad de la piel y también reduce la inflación, la pérdida muscular, los perfiles glucémicos y lípidos. De hecho, son productos que deberían estar presentes a lo largo de la vida para mantener una buena salud física y mental: proteínas de calidad, ya sea a través de carnes magras (ternera, pollo, pescados) o legumbres (lentejas, judías) , así como el tofu.
En cuanto a las vitaminas, las del grupo B (legumbres, huevos, cereales integrales, lácteos, etc.) favorecen un buen funcionamiento del sistema nervioso, mientras que las antioxidantes (A, C y E, que se encuentran en frutos rojos o cítricos) refuerzan la salud celular.
Y sobre todo, hay que beber agua suficiente para mitigar la sequedad vaginal y tener una buena hidratación constantemente.
Tratamientos hormonales y envejecimiento en la menopausia
Si bien la menopausia no debe tratarse como una enfermedad, existen tratamientos que ayudan a reducir síntomas molestos y mejorar la calidad de vida. En cuanto a tratamientos hormonales, son los médicos los que deben valorar si la paciente puede recibirlos porque se desaconseja en caso de que haya antecedentes familiares de cáncer y riesgos cardiovasculares.
El tratamiento consiste en suministrar suplemento de estrógenos, las hormonas que los ovarios dejan de fabricar cuando termina la etapa fértil. En cualquier caso, la terapia no puede alargarse más allá de los cinco años, salvo las mujeres que han tenido menopausia precoz porque puede crecer el riesgo cáncer de mama.
Consejos para cuidar la piel y el cuerpo durante la menopausia
Uno de los consejos que dan los médicos a las mujeres que están entrando en la menopausia es que quieran su cuerpo e incluso le consienten con tratamientos y cuidados que, tal vez, hasta entonces no se han permitido. Con la esperanza de vida actual, tienen más de treinta años por delante para poder disfrutar de una vida equilibrada. Hay que evitar (o al menos no abusar de ellos) el café y el alcohol e intentar suprimir el tabaco porque es un factor desencadenante de la pérdida de masa ósea. Por el contrario, las dietas deben contener proteínas, sodio, calcio, fósforo y reducir las porciones tanto de grasas como de hidratos de carbono.
La piel, que queda resentida por la falta de estrógenos, debe cuidarse con cremas hidratantes que contengan ácido hialurónico y colágeno para mantener una buena salud dermatológica. En caso de tener la piel muy seca, son buenos los aceites de argania, rosa mosqueta o jojoba.