Síntomas de la menopausia que quizás no conoces (y qué debes hacer para estar mejor)
Una buena alimentación, el ejercicio y algunos tratamientos ayudan a mejorar la calidad de vida
BarcelonaLa menopausia es una etapa de la vida de todas las mujeres. La menstruación desaparece y los ovarios dejan de fabricar hormonas esenciales, como estrógenos y progesterona. Suele aparecer entre los 45 y los 55 años, pero también puede hacerlo antes o después de esta franja de edad, provocando cambios físicos y emocionales que afectan el bienestar y la calidad de vida. Algunos de los síntomas, como los sofocos, son ampliamente conocidos, pero otros no se relacionan habitualmente con la menopausia y que también experimentan muchas mujeres. Cuando se tiene la menopausia, la directora del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital de Sant Pau, Elisa Llurba, recomienda realizar cambios en el estilo de vida, como el ejercicio físico y una buena alimentación, y valorar con expertos si es necesario incorporar tratamientos hormonales sustitutivos para hacer frente a esta nueva etapa con buena salud. Eso sí, remarca la importancia de trabajar conjuntamente con los profesionales de ginecología.
¿Cuáles son los síntomas (conocidos y poco conocidos) de la menopausia?
Los síntomas que todo el mundo tiene más identificados son los sofocos, el insomnio, los cambios de humor y la irritabilidad. Ahora bien, Llurba explica que existen otras que a menudo no se relacionan con la menopausia, como el dolor en las articulaciones, las infecciones de orina, la fatiga y las taquicardias. El aumento de peso, sobre todo en la zona abdominal, la sequedad vaginal, la pérdida de deseo sexual y la caída del cabello también se asocia y genera mucha preocupación entre las mujeres.
A largo plazo, la falta de estrógenos, una hormona antiinflamatoria que regula procesos cardiovasculares y fisiológicos, aumenta el riesgo de sufrir obesidad, depresión, diabetes, osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. Por eso, es necesario contrarrestar la menopausia con hábitos de vida saludable y terapia hormonal y, así, prevenir complicaciones en el futuro, defiende Llurba.
¿Qué dieta debo seguir?
Regular muy bien la dieta es clave para las mujeres con menopausia y debe estar basada en alimentos antiinflamatorios. La fruta, la verdura, los frutos secos y el pescado azul son alimentos que aportarán protección al compensar la falta de estrógenos. Alimentos ricos en fibra y una buena cantidad de proteína saludable, como las legumbres y la carne blanca, son esenciales para mantener una buena masa muscular y proteger a los huesos. También es importante evitar azúcares, alimentos procesados y el alcohol, así como moderar carbohidratos de absorción rápida (pan, arroz y pasta) e intentar comer opciones integrales.
¿Qué ejercicios puedo hacer para estar mejor durante la menopausia?
La tasa de sedentarismo en la franja de edad de 45 a 55 años es muy elevada, y más entre las mujeres, advierte Llurba. Por eso, es importante incorporar el ejercicio en el día a día y ser una persona activa. "Debería ser un hábito consistente y hacer tres veces a la semana. No es opcional", afirma la experta. Recomienda realizar ejercicios de fuerza porque una musculatura fuerte y con buen tono protege los huesos y mejora el metabolismo del azúcar, así como ir a pie a los sitios.
El estrés también juega un factor muy importante durante la menopausia y es crucial trabajarlo para tener una buena gestión emocional. Ser capaz de parar y encontrar tiempo de calidad por una misma es clave.
¿Qué tratamientos hormonales puedo seguir para contrarrestar la menopausia?
Antes de empezar cualquier tratamiento es necesario consultar con el ginecólogo para ver si existe alguna contraindicación. No todas las mujeres pueden recibir lo mismo y una vez se empieza es importante realizar un seguimiento con profesionales por si surgen dudas. De forma complementaria a la terapia existen suplementos que pueden ayudar a mejorar síntomas y molestias.
Los tratamientos hormonales están aconsejados por las diferentes sociedades científicas para mejorar la calidad de vida en esta etapa, ya que ayudan a disminuir el riesgo de padecer enfermedades causadas por la pérdida de hormonas. En función del estado de cada mujer y de sus preferencias se recomendará una terapia hormonal sustitutiva u otra.
Estos tratamientos llevan las mismas hormonas que las que fabrican los ovarios, que se llaman bioidénticas. Los que tienen un perfil de seguridad más alto son los que se administran por vía cutánea en forma de spray, parches y hielo y deben combinarse con progesterona natural. Si no se pueden prescribir porque existen contraindicaciones, existen otros locales que se aplican por vía vaginal que también están indicados y son seguros.
Llurba explica que la literatura científica sostiene que este tipo de tratamientos se pueden seguir al menos durante 10 años y cada vez hay más datos que indican que pueden alargarse en el tiempo porque sus efectos se mantienen. "Es muy importante preservar la salud lo máximo posible si no existe contraindicación alguna", concluye.