La reducción de la jornada laboral, al borde del Congreso de los Diputados
La ministra de Trabajo ha anunciado que el consejo de ministros de la próxima semana aprobará el anteproyecto en segunda vuelta
MadridEn plena crisis entre el PSOE y Sumar por el contrato de 15 millones de balas, finalmente rescindido, del ministerio del Interior con una empresa israelí, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado que el consejo de ministros de la próxima semana aprobará en segunda vuelta el anteproyecto de ley de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. La fecha también es señalada, o al menos simbólica, porque se aprobará a las puertas del Primero de Mayo.
El paso del próximo martes arrastra semanas de retraso y es decisivo para que la norma dé el salto al Congreso de los Diputados. Una vez el anteproyecto de ley llegue a la Cámara, empezará el toma y daca con los partidos políticos. Por ahora, el gobierno español no tiene atados los votos de todos sus socios de investidura. Por ejemplo, formaciones como Junts ya han dejado claro que el texto que hay sobre la mesa no les gusta, y aunque han abierto la puerta a negociar modificaciones, diferentes organizaciones empresariales están haciendo manos y mangas para que los de Carles Puigdemont tumban el texto. Cabe recordar que la reducción de la jornada se aprobó con el sí de los sindicatos, CCOO y UGT, pero la patronal CEOE se desmarcó. De hecho, las organizaciones sindicales han vinculado el retraso de la aprobación en segunda vuelta a posibles conversaciones con los partidos en el Congreso, en particular con Junts, de modo que cuando la ley entre en la Cámara Baja española la negociación esté encarrilada.
¿Posibles enmiendas?
Esto es importante porque, una vez que la norma comience a tramitarse, el debate a la totalidad en el Congreso será el primer examen del gobierno español. Si este debate prospera y, por tanto, una mayoría permite su tramitación, el anteproyecto se registrará en la comisión de Trabajo donde las formaciones políticas podrán presentar las enmiendas. Éste será el momento en que el texto actual podrá sufrir modificaciones. Si el gobierno español logra desatascar un acuerdo, la reducción de la jornada laboral se votará en el pleno del Congreso y después, en el Senado.
Díaz ha guardado en un cajón medidas como las ayudas directas a las empresas para que se adapten a la reducción de la jornada. Esto, sumado a otras propuestas vinculadas a la productividad, las pymes o el absentismo laboral, serviría para acercar Junts al sí, apuntan diferentes fuentes consultadas por el ARA.
A principios de febrero, el consejo de ministros aprobó el texto en primera vuelta y por la vía de urgencia. Sin embargo, la futura norma no sólo recoge una reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales, sino que prevé que deberá aplicarse sin devaluación salarial y antes del 31 de diciembre del 2025, algo que los agentes sociales ven complicado teniendo en cuenta el calendario actual. Además refuerza la desconexión digital y el registro horario.