Salut intensifica los traslados entre hospitales para garantizar al máximo la actividad quirúrgica

BarcelonaLos enfermos de coronavirus ocupan 705 camas de unidades de cuidados intensivos (UCI) y los hospitales hace días que suspenden intervenciones quirúrgicas no urgentes, como las colocaciones de prótesis, para liberar espacio para atender estos pacientes. Si la semana pasada un 15% de las operaciones no urgentes se tuvieron que aplazar, este miércoles la cifra ya oscila entre un 25% y un 30% en función del territorio. A raíz de la presión hospitalaria creciente y para evitar paralizar toda la actividad no covid, el departamento de Salud ha reorganizado el flujo de traslados de enfermos entre hospitales para que, en caso de que un centro se sature, pueda pedir a los hospitales de su grupo que no estén tan sobrecargados que se hagan cargo de algunas de sus intervenciones. 

Esta nueva estrategia está en marcha desde finales de diciembre y sólo el fin de semana pasado se derivaron 60 pacientes, la mayoría enfermos de covid. El objetivo de la reordenación de flujos es que los hospitales compartan la presión asistencial y mantengan al máximo las intervenciones quirúrgicas sin saturarse. "A diferencia de las otras oleadas, no dejaremos de hacer las actividades de un centro si otros hospitales las pueden asumir", ha afirmado este miércoles la directora del área sanitaria del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), Xènia Acebes.

Salud ha dividido el mapa de Cataluña en cinco grupos y en clave territorial. Estos se han constituido teniendo en cuenta tanto la densidad poblacional y las camas disponibles en las regiones como la proporción de actividad aplazada y los profesionales sanitarios en activo de los centros. Si bien los traslados entre hospitales ya se hacían antes de la pandemia, en este caso se ha diseñado un sistema pensado en el escenario de máxima "tensión" causado por el covid, el cual obliga a gestionar unos volúmenes de pacientes muy elevados.

El área Norte-Lleida tendrá el Vall Hebron como hospital coordinador; la Barcelona Derecha Litoral y Anoia, el Hospital de Sant Pau; la Norte-Girona tendrá como centro referente el Germans Trias i Pujol; el grupo que recibe el nombre de C-17 tendrá el Clínico como coordinador; y el Sur-Tarragona, a Bellvitge. Esta estrategia se mantendrá, al menos, hasta que acabe la pandemia y se recupere la actividad no covid -19 que no se haya podido hacer durante estos meses.

Són los mismos hospitales los que coordinaran las decisiones para garantizar el acceso al sistema a todos los usuarios, La idea es que, independientemente del lugar donde vivan, su intervención no se aplace, especialmente si se trata de operaciones urgentes como las cirugías cardíacas o las extirpaciones de tumores. "Se trata de organizar el sistema a gran escala porque nos interesa mucho seguir dando respuesta a la atención del covid pero también del resto de patologías, especialmente las más graves, de forma equitativa en todo el territorio", ha recalcado el director del CatSalut, Adrià Comella.

“Nos podemos encontrar que un hospital está valorando desprogramar una cirugía oncológica porque no tiene camas y que otro hospital del mismo grupo pueda seguir haciendo intervenciones aplazables. Esto no tendría que pasar. Se tendrían que compartir los recursos de forma que el conjunto de procedimientos de máxima criticitat no se llegue a desprogramar en ningún territorio", ejemplifica Acebes.

Salud calcula que la presión hospitalaria continuará a la alza como mínimo dos semanas más si la curva epidemiológica consolida la lenta bajada actual y que se sobrepasarán los 800 enfermos de covid a las UCI. Actualmente la desprogramació afecta cirugías que no suponen un riesgo vital para los pacientes y requieren menos recursos hospitalarios. 

De momento no se han tenido que aplazar los procedimientos más críticos, como los oncológicos, pero los responsables del CatSalut no descartan que pueda acabar pasando en esta tercera oleada. Según ha indicado en varias ocasiones Salud , a partir de los 650, los procesos urgentes, como los oncológicos, pueden verse afectados. "Si la presión sigue subiendo, podría pasar", ha reconocido Acebes.