Subirats se abre a retocar la nueva ley de universidades de Castells
Apuesta por una "tramitación tranquila" y se fija el primer semestre del 2023 para tenerla aprobada
MadridJoan Subirats cogió el relevo de Manuel Castells al frente del ministerio de Universidades justo antes de Navidad y con una normativa polémica encima de la mesa: la nueva ley de ordenación del sistema universitario (LOSU). Tal como lo había planteado Castells, había generado rechazo a ambos lados del sistema, desde los rectores hasta los estudiantes. De entrada, Subirats quiere mantener la esencia de la normativa, pero este miércoles el nuevo ministro se ha abierto a retocar la ley después de abrir conversaciones con todos los actores y también con los grupos parlamentarios. "Pediría a los actores presentes en el sistema que me permitan que me haga un poco mía la ley", ha dicho Subirats en declaraciones a los medios de comunicación.
Su predecesor, Manuel Castells, se había marcado tener la ley hilvanada este mes de enero, pero Subirats ha evitado comprometerse y ha pedido tiempo, pero "sin perder de vista los plazos". "Hacerla mía también significa encontrar mi grado de acuerdo con la ley y con lo que yo contraste con el resto de actores, también con los estudiantes", ha añadido, después de las críticas del colectivo estudiantil, que se ha quejado en los últimos días de que el ministro no haya hablado con ellos todavía para abordar la nueva normativa. Consciente de que el consenso entre toda la comunidad universitaria ahora mismo no existe, Subirats se ha dado de margen todo este año para intentar limar asperezas y ha apostado por una "tramitación tranquila". Ha fijado, así, el primer semestre de 2023 como plazo para tener aprobada la ley.
El nuevo ministro de Universidades quiere hablar con todos los actores del sistema universitario, pero también abrir conversaciones con los grupos parlamentarios. De hecho, ha explicado que prevé hacerlo de cara las "semanas próximas" para intentar "afinar" aspectos de la normativa, a pesar de que no ha querido entrar en detalle de cuáles son los temas en los que estaría dispuesto a hacer modificaciones. "Tenemos que ver qué aspectos son lo suficientemente maduros y cuáles merecen retoques", ha apuntado, a pesar de que ha defendido el trabajo hecho por el exministro Castells.
El castellano en las universidades
Subirats, que ha hecho de profesor universitario durante más de 40 años, ha negado que haya un problema lingüístico en las universidades. "Más bien tuve problemas para enseñar en catalán los primeros años; es un problema que yo recuerdo, pero no con el castellano", ha afirmado, y a preguntas de los periodistas, ha dicho: "No creo que haya ningún problema con el castellano en las universidades catalanas". Subirats ha apelado a la autonomía universitaria y ha recordado que es en los planes de estudios y las guías docentes de cada centro donde se explicita en qué lengua se impartirá cada asignatura. El ministro ha respetado el acuerdo de las universidades públicas catalanas de llegar al 80% de las clases universitarias en catalán y ha dejado en manos de cada comunidad autónoma intentar "incentivar" esta cuestión. Según datos de la Generalitat, un 75% de las horas de docencia de los grados se hacen en catalán, un 14% en castellano y un 11% en inglés.