Una modalidad de estafa telefónica que no utilizaba este grupo pero que los Mossos se encuentran cada vez más es el deep fake , que utiliza inteligencia artificial para simular la voz de una persona. La policía ha recibido ya denuncias de este método, por ejemplo una falsa llamada de un compañero de trabajo que pide una transferencia de dinero. Alertan de que esta técnica puede ir en aumento.
Más de 50 detenidos por estafar a 84 abuelos haciéndose pasar por trabajadores del banco o policías
Los cerebros de la red estaban en Portugal, pero la mayoría de víctimas estaban en Barcelona
BarcelonaCon una llamada les avisaban de que alguien había accedido a su cuenta corriente y que un grupo peligroso le estaba siguiendo y vigilando para quedarse con su dinero. En la segunda parte del engaño, uno técnico, en su jerga, visitaba a la víctima, siempre personas mayores que vivían solas, y la convencía para que le entregara tarjetas bancarias, joyas y objetos de valor que tuviera en casa con la excusa de guardarlos seguros en el banco. Para ello, se hacían pasar por trabajadores del banco o policías. Este grupo, con los cerebros en Faro (Portugal), estafó en conjunto más de 2,5 millones de euros a 84 mayores principalmente de Barcelona, pero también de Sevilla.
Los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y la Policía Judiciaria Portuguesa han dado este martes por desmantelada una red de estafadores que han seguido desde principios de 2023, con 54 detenciones –aunque no descartan que las hay haya más– y después de haber enviado a siete sospechosos a prisión provisional, entre ellos los tres líderes del grupo.
Este método, conocido como vishing, es la tercera modalidad de estafa más común por número de denuncias. Los Mossos reciben más de 3.000 cada año. En este caso, a los investigadores les ha sorprendido "la enorme capacidad de manipulación y engaño que desplegaban", explicaron el jefe del área de delitos económicos de los Mossos, José Ángel Merino; la jefa de la sección de la brigada provincial de Barcelona de la Policía Nacional, Eva María Segura, y el coordinador de investigación criminal de la Policía Judiciaria Portuguesa, Joaquim Trindade.
Los detenidos tienen "perfiles muy profesionales" y "una estrategia comunicativa muy desarrollada". Eran persuasivos sobre todo en la primera llamada por teléfono. Ya en casa de la víctima, si era necesario los coaccionaban o intimidaban para salirse con la suya. También hubo casos de violencia física, si bien no necesitaban la diferencia de fuerza con los abuelos que atacaban.
Las llamadas a las víctimas se hacían desde Portugal, y para mejorar el engaño muchas veces llamaban a través de internet usando programas que permiten modificar el teléfono emisor, de modo que cuando la víctima recibía una llamada el número correspondía al real del banco. Los técnicos que hacían la visita estaban en el área de Barcelona y en Sevilla. Para encontrar víctimas de entre 70 y 90 años, hacían llamadas masivas a una misma población buscando "nombres que ya no pondríamos a nuestros hijos, como Isidora o Eustàquia", un "criterio algo simple pero que es evidente que era efectivo", ha señalado Merino. A partir de ahí, se fijaban en las que vivían solas por su "especial vulnerabilidad".
400.000 euros a una sola abuela
Uno de los casos que ha "llamado especialmente la atención" de los investigadores es el de una mujer de 74 años que vivía sola en Barcelona. Recibió una llamada supuestamente del banco que le alertaba de movimientos sospechosos, y, siguiendo el método habitual, al día siguiente se presentó en su casa a un hombre que la convenció para que le diera la tarjeta, el pin y las credenciales de acceso a la banca online. La visitó en total ocho días diferentes, e incluso consiguió que la mujer le acompañara al banco para realizar transferencias o retirar efectivo, y compraron juntos relojes de lujo y dos lingotes de oro, de 60.000 euros cada uno. Este fraude de ocho días supera los 400.000 euros en su conjunto.
Los investigadores también han destacado el engaño a otra mujer que vivía sola en Barcelona, de 72 años. Recibió una llamada supuestamente del banco y el mismo día fue visitada por un hombre que se presentó como policía con una credencial falsa. Bajo coacciones, le pidió que le dejara pasar la noche allí, y la mujer accedió asustada, hasta el punto de que pasó toda la noche con una silla detrás de la puerta de la habitación por miedo a que le hiciera daño. Al día siguiente le pidió abrir la caja fuerte, pero ella no encontró la llave y él no la logró forzar con una radial, y acabaron llamando a un cerrajero para que la abriera. De ahí, el técnico se llevó joyas valoradas en más de 30.000 euros.
Cacheos en tres ciudades
También trabajaban desde Portugal los sospechosos que hacían de mulas: recibían transferencias, joyas o dinero en efectivo que les técnicos se habían llevado de casa de las víctimas y las reenviaban a las cuentas corrientes de la cúpula del grupo. Para acabar con esta organización, el 4 de junio los tres cuerpos policiales desplegaron un operativo simultáneo en Barcelona, Sevilla y Faro, con cuatro, uno y catorce registros respectivamente.
En los registros en Portugal, entre ellos en los pisos de los líderes de la organización, la policía encontró unos 20.000 euros en efectivo y documentos que demuestran las transferencias de dinero entre ellos. También se realizaron las detenciones de los tres líderes del grupo, que ya han sido deportados y encarcelados, y de los otros arrestados, los técnicos más activos, uno en Sevilla y tres en Cataluña.