El conseller Elena no sólo ha recibido críticas en el hemiciclo, sino que se ha llevado pitos y algún insulto cuando ha entrado en el Parlament por parte de una manifestación convocada por los sindicatos policiales SME, SAP-FEPOL, FEPOL y SEIME. Cientos de policías se han concentrado para reclamar al departamento de Interior más seguridad jurídica frente a las agresiones que sufren y "un giro de 180 grados" en su política. En un comunicado, denuncian un "incremento de la violencia contra los cuerpos policiales" e interpelan al Gobierno para que no lo deje "pasar por alto" y les dote de los recursos necesarios, como pistolas Taser. Pere García, secretario general del sindicato SAP-FEPOL, criticó una política "impositiva" de Interior y apuntó que se ha instalado una "política del miedo" en los altos mandos de la policía: "Llega el hora de decir lo suficiente".
¿Catalunya es insegura? Este año se han cometido 453.000 delitos, un 4% más que en 2019
El Parlament analiza la situación delictiva tras los disturbios de Manresa y Molins de Rei
Barcelona"El incremento objetivo y subjetivo de la inseguridad de estos últimos tiempos exige poner la mirada sobre las políticas de seguridad". El PSC-Units argumentaba así la solicitud para pedir un debate monográfico sobre la seguridad en el Parlament. Lo pidió a principios de octubre, cuando los altercados de Manresa y Molinos de Rey entraron de lleno en el debate político, y acabó haciendo este martes, un mes después. La gran pregunta es si la situación está empeorando. Ningún partido, ni siquiera el Gobierno, niega que hay más sensación de inseguridad, pero también todos coinciden en que esto no quiere decir necesariamente que haya más delitos. "Catalunya es un país seguro", aseguraron tanto el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, como el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. ¿Qué dicen los datos?
Según las cifras a las que ha tenido acceso el ARA, hasta octubre de este año en Cataluña se han cometido 453.000 hechos delictivos. "Está devolviendo a niveles anteriores a la pandemia", ha afirmado el conseller Elena. Para compararlo, hasta octubre de 2019 se cometieron 435.000 delitos, unos 20.000 menos que este año. Esto significa que en 2023 han crecido un 4,2% los hechos delictivos. Ahora bien, este aumento se explica principalmente por la subida exponencial de las estafas (sobre todo online), que se han doblado respecto a 2019. Si del balance delictivo se eliminan las estafas, hasta octubre ha habido un 4,8% menos de delitos que en 2019.
De todos estos delitos, la gran mayoría son contra el patrimonio, como hurtos, robos o estafas: concretamente, un 80% de esos 453.000. Por el contrario, el 10% son delitos contra las personas como lesiones, homicidios o la violencia de género. En 2022 el ratio de hechos delictivos por cada 1.000 habitantes fue de 61,3. Cataluña se encuentra al mismo nivel que Alemania (60,7) y por debajo de países como Bélgica (79,5). "Cuantitativamente estamos aquí. Y cualitativamente los delitos en nuestro país están cambiando", ha resumido Elena refiriéndose al aumento de los delitos online y también, por ejemplo, de la violencia sexual, los delitos de odio o contra las personas mayores .
"Hay señales preocupantes"
El debate de este martes se había pedido tras los disturbios de Molins de Rei o las peleas de Vic y Manresa. "Hay señales preocupantes", consideró el líder del PSC, Salvador Illa, en referencia a estos dos antecedentes, y añadió que "una sociedad cambiante necesita soluciones diferentes". Hasta octubre de este año no se ha detectado un preocupante aumento de los delitos contra el orden público. Concretamente, han disminuido un 2,8% respecto a 2019. Ahora bien, estos episodios de "violencia gratuita", tal y como los definió el conseller Elena, preocuparon al Govern y hicieron que los Mossos cambiaran parte de la operativa y doblaran los efectivos en fiestas mayores como las de Sant Feliu de Llobregat o El Vendrell.
Los de Manresa y Molins fueron episodios completamente diferentes, aunque ambos fueron protagonizados por gente muy joven. De hecho, tal y como explicó el ARA, detrás de los implicados en la pelea de Manresa había hijos de migrantes que viven en una situación económica complicada. En este sentido, Aragonès ha dicho que la seguridad "va mucho más allá" de la labor policial y judicial: "Empieza a partir de las políticas de cohesión social. Cuanto más cohesionada es una sociedad, se vuelve más segura", ha afirmado en una reflexión que han compartido buena parte de los grupos políticos. La receta compartida, pues, pasa por reforzar la presencia policial, pero también impulsar aún más la labor social.
"Hay que ser claros: quien cometa delitos tendrá que asumir sus consecuencias", ha añadido, poco después, el presidente . La mayoría de los partidos han coincidido en la necesidad de encarar el debate de forma "serena" y sin caer en "populismos": "La seguridad no entiende de partidismo o ideologías", ha dicho Illa. La proximidad o lejanía entre ellos se demostrará con las propuestas de resolución que se votarán el jueves y ahora los partidos están intentando pactar. Pese a las buenas palabras iniciales, el pleno no ha transcurrido sin críticas al Govern: "Es evidente que las cosas no se están haciendo bien", ha afirmado el líder de Junts en el Parlament, Albert Batet. "No ha habido ningún elemento de autocrítica en su discurso", reprochó también el diputado de PSC-Units, Ramon Espadaler.